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Calviño priorizó su apuesta de España como plató de rodajes sobre el pacto con ERC
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La directiva europea deja margen

Calviño priorizó su apuesta de España como plató de rodajes sobre el pacto con ERC

Las plataformas afectadas por la obligación de emitir el 6% de contenidos en catalán u otras lenguas cooficiales son Movistar y Filmin. Los republicanos lo consideran insuficiente

Foto: La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño. (EFE/Hidalgo))
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño. (EFE/Hidalgo))
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La vicepresidenta económica primera, Nadia Calviño, priorizó su apuesta de España como plató de rodaje para Netflix y el resto de plataformas por encima de las exigencias de sus socios de ERC con sus peticiones de cuotas de doblaje al catalán. En su viaje a California el pasado mes de julio, Pedro Sánchez se reunió con directivos de Netflix, HBO, Disney y Warner. El objetivo era ofrecer España como opción internacional para rodajes baratos. Convertir el país en una alternativa a Canadá pero con más luz. Con mucha y mejor luz natural. Por eso Calviño dio prioridad al plan económico por encima de las pretensiones de sus aliados nacionalistas. No es nada personal, son negocios. O como hubiese dicho Rodrigo Rato: “Es el mercado, amigo”.

En ERC se sienten estafados, pero todo apunta a que en realidad lo sabían, según explican fuentes parlamentarias. Los republicanos lamentan que había margen para más en la transposición de la directiva europea y, de hecho, países nórdicos con lenguas con muchos menos hablantes que en el caso español la han aprovechado.

Foto: Los portavoces de PNV, Aitor Esteban; EH Bildu, Mertxe Aizpurua, y ERC, Gabriel Rufián. (EFE/Pool/Mariscal)

Así consta en el considerando número 35 de la Directiva, donde habla de manera directa de “promover un porcentaje mínimo de obras europeas en el catálogo de ese servicio, por ejemplo utilizando anuncios o instrumentos similares”. O en un sentido parecido, el 36: “A fin de garantizar unos niveles suficientes de inversión en obras europeas, los Estados miembros deben poder imponer obligaciones financieras a los prestadores de servicios de comunicación establecidos en su territorio. Estas obligaciones pueden adoptar la forma de contribuciones directas a la producción y adquisición de derechos de obras europeas. Los Estados miembros también pueden imponer tasas, con destino a un fondo, sobre la base de los ingresos generados por los servicios de comunicación audiovisual que se ofrecen en su territorio y van dirigidos a él”.

Calviño aseguró ayer que la Directiva Europea no le daba más margen. Pero el artículo 4 reza: “Los Estados miembros tendrán la facultad de exigir a los prestadores de servicios de comunicación sujetos a su jurisdicción el cumplimiento de normas más estrictas o detalladas en los ámbitos coordinados por la presente Directiva, siempre y cuando dichas normas sean conformes al Derecho de la Unión”.

La clave es el negocio

De manera que la cuestión fundamental que ERC no ha contemplado en su verdadera amplitud es el negocio en juego. Por eso, Calviño obvia en la ley audiovisual que estos operadores entreguen sus datos de consumo, que en este momento no son públicos. Nadie sabe la manera en que Netflix y el resto de plataformas manipulan su algoritmo y dirigen a través de marketing el consumo de sus audiencias. Las políticas que han hecho, por poner el ejemplo más palmario, de “El juego del calamar” un éxito mundial son un misterio. Nadie sabe el volumen de espectadores real de estas plataformas.

Foto: El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, durante una rueda de prensa ofrecida en el Congreso. (EFE/Fernando Alvarado)

La manera de seguir haciendo atractiva la oferta de convertir a España en la "Hollywood europea" ha sido lo que se podría denominar la excepción Netflix, en el artículo 114.3 del proyecto de ley que Calviño llevará al Congreso la próxima semana: “Los servicios de comunicación audiovisual televisivos a petición que se ofrezcan para su difusión exclusiva en otros Estados Miembros de la Unión Europea por parte de los prestadores estarán exceptuados de cumplir con lo dispuesto en el apartado 2”.

Por tanto, las plataformas afectadas por la obligación de emitir un 6% de sus contenidos en catalán u otras lenguas cooficiales son Movistar y Filmin, las sujetas al 114.2 del proyecto de ley: “Como mínimo el cincuenta por ciento de la cuota prevista en el apartado anterior se reservará a obras en la lengua oficial del Estado o en alguna de las lenguas oficiales de las Comunidades Autónomas. De esta subcuota, el prestador del servicio público de comunicación audiovisual de ámbito estatal reservará en todo caso un mínimo del quince por ciento a obras audiovisuales en alguna de las lenguas oficiales de las Comunidades Autónomas”. Visto lo visto, escaso botín para tanta sobreactuación negociadora. Ahora Gabriel Rufián y sus diputados tienen la percepción de que vendieron su apoyo a todos unos Presupuestos Generales del Estado a cambio de un plato de lentejas.

La vicepresidenta económica primera, Nadia Calviño, priorizó su apuesta de España como plató de rodaje para Netflix y el resto de plataformas por encima de las exigencias de sus socios de ERC con sus peticiones de cuotas de doblaje al catalán. En su viaje a California el pasado mes de julio, Pedro Sánchez se reunió con directivos de Netflix, HBO, Disney y Warner. El objetivo era ofrecer España como opción internacional para rodajes baratos. Convertir el país en una alternativa a Canadá pero con más luz. Con mucha y mejor luz natural. Por eso Calviño dio prioridad al plan económico por encima de las pretensiones de sus aliados nacionalistas. No es nada personal, son negocios. O como hubiese dicho Rodrigo Rato: “Es el mercado, amigo”.

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