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ERC pedirá a Borràs otro pleno de investidura si en mayo se sigue sin acuerdo
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Aragonès dobla la apuesta a JxCAT

ERC pedirá a Borràs otro pleno de investidura si en mayo se sigue sin acuerdo

Enrtre los republicanos reconocen se puede espera al 7-8 de mayo, cuando JxCAT celebra su Congreso Extraordinario para que surjan allí sectores descontentos con Jordi Sànchez

Foto: El 'president' en funciones, Pere Aragonès, y la presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE)
El 'president' en funciones, Pere Aragonès, y la presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE)

ERC pedirá a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, un nuevo pleno de investidura si a principios de mayo no hay un acuerdo con JxCAT, según apuntan fuentes políticas conocedoras de las negociaciones, que siguen estancadas. Aquí ya no se trataría de buscar el acuerdo con los de Carles Puigdemont, sino de formar un Ejecutivo catalán en minoría o con el escaso apoyo de los Comunes y sus ocho diputados. Los números para la investidura no salen, pero tampoco lo hacían la primera vez que Pere Aragonès intentó ser 'president' a finales de marzo.

La primera señal la ha dado el propio Aragonès en una entrevista al diario 'Ara'. El presidente en funciones de la Generalitat no ha dado muchos detalles. Se ha limitado a dejar caer que si el uno de mayo no hay acuerdo “deberemos explorar vías alternativas con Junts”. Traducción, según fuentes políticas del soberanismo: forzaremos otro pleno de investidura y aceptamos el reto de Pepsi de Jordi Sànchez de que JxCAT pase a la oposición.

Aragonès se ha limitado a dejar caer que si el uno de mayo no hay acuerdo “deberemos explorar vías alternativas con Junts”

ERC aspira a gobernar en minoría, aunque para eso necesita la abstención del PSC, algo que en este momento no está nada claro. En la calle Pallars de Poblenou, donde tienen su sede los socialistas catalanes no ven nada claro abstenerse para que Aragonès llegue al Palau de la Generalitat cuando fue Salvador Illa el que ganó las elecciones. La jugada, vista con buenos ojos desde la Moncloa, no cuenta con el respaldo del PSC, que considera que con el descabalgamiento de Miquel Iceta ya se tocó techo en el nivel de intervención desde Madrid en el marco de decisiones del PSC.

El nuevo plan de los de Oriol Junqueras supone subir la apuesta de la presión. Si Jordi Sànchez y Elsa Artadi envidaron con su opción de pasar a la oposición, ahora ERC dobla con su alternativa de gobierno en solitario con apoyo de los Comunes y la CUP desde fuera. El planteamiento es una legislatura de “acuerdos amplios”, en los que incluso el PSC podría jugar si se abriesen melones que ahora se quieren cerrados, como la nueva financiación autonómica, que al final implicaría más fondos para la Generalitat. Estos “acuerdos amplios” pivotarían sobre tres ejes: lucha contra la pandemia y vacunación masiva; salida de la crisis y gestión de los fondos europeos. Para el contexto general quedaría la Mesa de Diálogo con Madrid, de la que nadie espera gran cosa, por otra parte; y los indultos, que aunque con la boca pequeña ahora, hoy mismo Aragonès ha vuelto a insistir en el Ara en la amnistía cuando resulta aritméticamente imposible en el Congreso, se acabarán convirtiendo en la gran carta ganadora en clave nacional, cuando los intereses de la mayoría de los catalanes se juegan en la salida de la crisis del covid-19.

Calendario flexible

A pesar de que Aragonès habla del 1 de mayo, fuentes de ERC admiten que se puede ser flexible y que se puede espera al 7-8 de mayo, cuando JxCAT celebra su Congreso Extraordinario. Ahí podrían aflorar el descontento de los sectores de JxCAT descontentos con Jordi Sànchez y su estrategia de tensión máxima: los altos cargos de la Generalitat y el sector de los presos vinculados a Josep Rull y Jordi Turull y que ahora ven que se les arrincona cuando su traición al PDeCAT resultó clave para constituir JxCAT. De modo que la clave es la primera semana de mayo. Si entonces no hay acuerdo, ERC exigirá otro pleno de investidura en el Parlament sin esperar a que JxCAT busque un acuerdo de última hora, la especialidad de los de Puigdemont.

Borràs tiene la clave. Por ahora, su estrategia de dilatar los tiempos se ha alineado con los intereses de Jordi Sànchez. Y si ha vetado la pretensión de Salvador Illa de celebrar un pleno de investidura para el PSC, lo mismo le puede hacer a los republicanos. ERC cuenta en el Parlament con 33 diputados, los mismos que los socialistas catalanes.

Foto: El candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)

Debilitar a Sànchez

Por tanto, la pretensión de ERC es debilitar a Sànchez, al que culpan de que todavía no haya pacto de gobierno. Porque hay dos tipos de reuniones de los grupos de negociación de ERC y JxCAT para la nueva Generalitat: las que puede conectarse por vía telemática Jordi Sànchez desde la prisión de Lledoners y las que no. Las primeras suponen algún, avance, normalmente escaso. Las segundas solo sirven para constatar lo lejos que todavía se encuentran todavía las posiciones de ambas formaciones independentistas. La importancia de Jordi Sànchez se reconoce al haberse convocado una cumbre en Lledoners, que presumiblemente se celebrará el próximo martes, según explicó 'NacioDigital'.

Los grupos negociadores son estables. Siempre los mismos pactando o intentando pactar. Por parte de ERC están la persona de confianza del 'president' en funciones Pere Aragonès, su número dos en la lista Laura Vilagrà; el portavoz del grupo parlamentario, Josep Maria Jové, el hombre de la Moleskine; la secretaria general adjunta del partido, Marta Vilalta; y el presidente del grupo parlamentario, Sergi Sebrià.

El papel de Jordi Sànchez es clave: en las últimas reuniones solo habla él por JxCAT

Por parte de JxCAT están el secretario general de la formación Jordi Sànchez; la portavoz de la formación, Elsa Artadi; el antiguo jefe de gabinete de Carles Puigdemont, Josep Rius y el diputado Francesc Dalmases.

Fuentes conocedoras de la marcha de las reuniones explican que Dalmases y Sebrià son los dos duros. Cuando ellos asumen el protagonismo del encuentro, la tensión sube por enteros. En el entorno de JxCAT se apunta a que ambas formaciones los usan para parar los tiempos de las conversaciones, los dos son la garantía de que cuando ellos tienen el protagonismo las negociaciones naufragan.

En las reuniones en la que se cuenta con la presencia Jordi Sànchez, solo habla él, con apostillas, siempre para darle la razón de Elsa Artadi. La táctica de Sànchez es ir alargando la negociación. Para ello aplica la misma estrategia que le permitió doblegar al Secretariado de la ANC: agotar los tiempos para conseguir la mayor parte de sus exigencias. Así su principal habilidad es obligar a la contraparte de ERC a volver a discutir temas que ya han sido tratados con anterioridad, con lo que la sensación de los participantes, y la realidad de la situación, es que no se avanza nada. Como ha pasado hoy, estas reuniones carecen de valor cuando sus líderes prefieren hablarse a través de los medios de comunicación.

ERC pedirá a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, un nuevo pleno de investidura si a principios de mayo no hay un acuerdo con JxCAT, según apuntan fuentes políticas conocedoras de las negociaciones, que siguen estancadas. Aquí ya no se trataría de buscar el acuerdo con los de Carles Puigdemont, sino de formar un Ejecutivo catalán en minoría o con el escaso apoyo de los Comunes y sus ocho diputados. Los números para la investidura no salen, pero tampoco lo hacían la primera vez que Pere Aragonès intentó ser 'president' a finales de marzo.

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