Cargos públicos de JxCAT vinculan seguir en la Generalitat al éxito en la municipales
Las municipales y sus perspectivas de futuro son la palanca de presión que le queda a este grupo de dirigentes con cargo para que la dirección del partido eluda pasar a la oposición
Ante las veleidades de los sectores de JxCAT que están acariciando la idea de ir a la oposición, los que tienen cargos públicos advierten a la dirección del partido de que seguir en la Generalitat resultará clave para garantizar un resultado positivo en las municipales de dentro de dos años, según explican fuentes internas de esta formación independentista. Son 200 cargos en total, incluidos los asesores de confianza. Un sector sin duda nutrido cuyo futuro laboral está sencilla y directamente relacionado con el desenlace de las negociaciones que mantienen Junts y Esquerra.
La incertidumbre crece para ellos, porque las conversaciones entre las dos principales formaciones independentistas siguen sin traducirse en resultados concretos. El temor tiene que ver con la escasez de fondos y la imposibilidad de tejer una red territorial que pueda batirse el cobre con éxito en los comicios municipales que tendrán lugar en 2023. Un total de 900 ayuntamientos catalanes se enfrentarán a un nuevo ciclo político y para JxCAT aspirar a dominar ese ciclo, o a protagonizarlo, depende de seguir en el Govern. Los 'exconsellers' de Territori, Damià Calvet, o de Interior, Miquel Buch, forman parte de este sector.
900 ayuntamientos catalanes se enfrentarán a un nuevo ciclo y para JxCAT aspirar a dominar ese ciclo depende de seguir en el Govern
Por si fuera poco, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, insistió en TVE en que no había prisas por llegar a un acuerdo con ERC. Y Reagrupament, el partido de inspiración carlista donde han militado personajes como Quim Torra o Joan Canadell, pidió en público que JxCAT pase a la oposición. Borràs encabezaría el sector del partido que estaría más cómodo con Junts fuera de la Generalitat desgastando a un hipotético Govern de Pere Aragonès muy en minoría. Fuentes conocedoras de la marcha de los contactos ya ven muy difícil lograr un pacto para Sant Jordi y se emplazan a una nueva fecha: para después del 4 de mayo, cuando hayan pasado las elecciones en Madrid. Regalo inmenso para Pedro Sánchez.
Estas posturas se ven reforzadas por la estrategia negociadora de Jordi Sànchez, el secretario general que lidera las conversaciones a pesar de que se encuentra en la prisión de Lledoners. Su estrategia pasa por alargar al máximo las negociaciones para al final, de una tacada, conseguir el máximo de objetivos: entre ellos, tener las 'conselleries' de Economía, Educació e Interior, y añadir la presidencia de la CCMA (TV3). Tiene apoyos en el partido, pero los 200 con cargos empiezan a ver con temor que Sànchez esté estirando demasiado el chicle.
Equipo dividido
En el equipo negociador, la vicepresidenta de JxCAT, Elsa Artadi, o el vicepresidente, Josep Rius, serían partidarios de seguir en la Generalitat aunque Pere Aragonès sea el 'president'. En cambio, el diputado Francesc Dalmases se inclina por cortar amarras y pasar a la oposición, ya que lo que está planteando JxCAT es un posicionamiento autonomista que no encaja con la pretensión de hacer poner en valor el 52% de los votos independentistas conseguidos en estas elecciones, según explican fuentes de la formación independentista.
Hasta el equipo negociador de JxCAT discrepa sobre si seguir en la Generalitat
Fuentes de ERC acusan a este sector de 200 altos cargos de que en los meses previos estuvieron más ocupados en llevar a cabo la campaña electoral de las generales que trabajando para la Generalitat. Además, estos cargos son financiadores de JxCAT, ya que entregan un porcentaje de su salario a la formación.
Palanca de presión
Las municipales y sus perspectivas de futuro son la palanca de presión que le queda a este grupo de dirigentes con cargo, ahora que los presos están perdiendo peso específico, más allá de lo que marque Jordi Sànchez. ERC ganó las municipales de manera clara. A JxCAT le sacó casi 300.000 votos en 2019, aunque al final logró 2.798 concejales, mientras que ERC obtuvo 3.107. En la práctica, este partido gobernaba en 370 alcaldías, más que ningún otro partido catalán. En su mayoría, municipios pequeños en la Cataluña central, Lleida y Girona.
Pero este importante botín se dilapidó con la ruptura con el PDeCAT justo antes de las elecciones. Un total de 170 alcaldes se mantuvieron fieles al PDeCAT, algunos de ciudades tan importantes como Mollerusa (Lleida), Igualada, Calella y Martorell (Barcelona), Puigcerdà (Girona) o Tortosa (Tarragona). Por tanto, las municipales son clave, no tanto para imponerse a ERC, más fuerte en núcleos urbanos más poblados y del área metropolitana, sino para aplastar al partido de David Bonvehí. Por eso, aunque quedan dos años, estos dirigentes envían este mensaje, sobre todo para que el residente en Waterloo sepa que se la juega no ahora, cierre o no cierre un acuerdo con ERC, sino dentro de dos años, cuando la base de su poder puede quedar muy tocada.
Ante las veleidades de los sectores de JxCAT que están acariciando la idea de ir a la oposición, los que tienen cargos públicos advierten a la dirección del partido de que seguir en la Generalitat resultará clave para garantizar un resultado positivo en las municipales de dentro de dos años, según explican fuentes internas de esta formación independentista. Son 200 cargos en total, incluidos los asesores de confianza. Un sector sin duda nutrido cuyo futuro laboral está sencilla y directamente relacionado con el desenlace de las negociaciones que mantienen Junts y Esquerra.
- La guillotina de JxCAT Josep Martí Blanch
- ERC da luz verde a la sustituta de Cuevillas para mantener viva la negociación con JxCAT Marcos Lamelas. Barcelona
- La caída de Cuevillas abre una crisis en el Parlament y complica a JxCAT la investidura Marcos Lamelas. Barcelona