El 'efecto cuñado' en las cenas navideñas que pretende Puigdemont

Carles Puigdemont será el número uno de JxCAT por la lista de Barcelona. Si alguna vez hubo misterio, fue porque él quiso jugar al despiste, porque la noticia ya la había publicado en febrero 'NacióDigital', cuando el propio interesado la negó de forma sobreactuada. Ahora lo reconoce en lo que será la tercera fase de las primarias, en el momento en que JxCAT tiene las manos libres para elaborar la totalidad de las listas. Fuentes políticas aseguran que se ha escogido este momento para aprovechar lo que podría denominarse el 'efecto cuñado', que Pugidemont sea tema de conversación en los encuentros familiares de estos días, que en Cataluña incluyen Nochebuena, Navidad y Sant Esteve. Las fiestas navideñas, como microespacio de propaganda electoral.

Puigdemont y los suyos aprovechan además que el CIS de hace tres días les dio una ligera mejora. Se ve el efecto remontada que ha supuesto la candidatura de Laura Borràs. JxCAT sería la tercera fuerza, con el 9,9%, por detrás del PSC y de ERC, que ganaría las elecciones. Se supone que la encuesta del CIS es más completa y que la del CEO sobrerrepresenta las zonas rurales.

Con la decisión de Puigdemont, se juega al tirón electoral de un 'expresident' que ya no promete volver sino que se compromete a que se nombre a “la primera mujer presidenta de la Generalitat”, según el vídeo que ha hecho público en redes. Es el Puigdemont antes feminista que independentista, una nueva versión del líder soberanista, que no pierde ocasión para reinventarse.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Así queda la lista en Barcelona: número uno, Puigdemont, le siguen Laura Borràs y, en tercer lugar, el ganador de la segunda ronda de las primarias, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell. Puigdemont no podrá ser 'president' al estar fugado, y Borràs corre el riesgo de ser inhabilitada por el TSJC por sus casos de presunta corrupción cuando estaba al frente del Institut de les Lletres Catalanes. Por tanto, se vuelve a repetir la situación: el votante de JxCAT no sabe quién acabará siendo el presidente de la Generalitat.

El anuncio se ha hecho en un vídeo conjunto, en el que Borràs asegura que es un “privilegio” compartir cartel con el residente en Waterloo. En la práctica, se ha cumplido lo que había dicho siempre ERC: que la presidencia del Consell per la República era una palanca para presentarse. Puigdemont, al final, opta por llevar los dos sombreros sin dar muchas explicaciones al respecto.

Programa de máximos

Puigdemont acaba de declarar que su Consell per la República es la “autoridad nacional” a la que queda sujeta la Generalitat. Pide a Generalitat y ayuntamientos que se salten la ley. Asegura que si se supera el 50% de los votos independentistas, se ha de buscar la “confrontación inteligente” con medidas que en la Generalitat pactarían los socios de gobierno.

El programa de JxCAT es tan de máximos que parece dudoso que Borràs vaya a aplicarlo

No parece el programa que aplicará una Laura Borràs, tan amiga de los simbolismos como su predecesor y protector, el 'expresident' Quim Torra. Pero a estas alturas, da todo un poco igual. La campaña de JxCAT va dirigida al corazón; la de ERC, a la razón de los votantes independentistas.

Suma de efectos

JxCAT se encomienda así a sus talismanes. Al 'efecto Borràs' se quiere sumar ahora el 'efecto Puigdemont'. Vocación de jugar con los simpatizantes para compensar la falta de derechos electorales. Lo viejo y lo nuevo. El martirio de candidatos perseguidos por la Justicia y la esperanza de que la autodeterminación está a la vuelta de la esquina. JxCAT asegura que forzará la independencia, pero no explica cómo. Recuperar la ilusión obviando los dos grandes problemas de Cataluña en este momento: el covid-19 y la crisis económica. Pero, claro, eso sería admitir que Cataluña es como el resto del mundo. Y precisamente a lo que juega JxCAT es a que dos millones de catalanes se sientan diferentes.