ERC y PSOE se aferran a la oportunidad del pacto con el manto protector de Pere Navarro

Todos los amores necesitan en sus primeros pasos una celestina. En los contactos de PSOE y ERC y su traslación a tierras catalanas para pactar la investidura de Pedro Sánchez, ese papel entre protector de la pasión y cómplice del romance, entre Cupido y la marquesa de Merteuil, lo jugó Pere Navarro, quien fuera primer secretario del PSC y cayó tan víctima del 'procés' como lo hicieron tantos otros. Pero Navarro en la actualidad ocupa una de la mejores canonjías que existen en Cataluña: delegado especial del Gobierno central en el Consorcio de la Zona Franca, y como tal preside el órgano. Y desde allí se dio a los contactos de socialistas y republicanos la intimidad necesaria para que progresaran adecuadamente.

Fue en la sede del Consorcio de la Zona Franca en donde se cocinó la primera fase del encuentro el lunes, según desveló 'El Periódico de Catalunya', y este martes se escogió un edificio cercano e igual de mal comunicado, la sede del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), en una reunión que se anunció a las 12:00, para celebrarse con dos horas de antelación y sin la presión de la prensa. Las conversaciones van cojas de transparencia, pero la buena sintonía de ERC y PSOE para despistar a los medios de comunicación hace ver que hay una oportunidad de llegar a buen puerto. Y que ambas formaciones parecen dispuestas a apurar dicha oportunidad.

Los trabajos siguieron centrados en cómo se estructurará esa mesa de diálogo posinvestidura y en cómo operará desde la complejidad, pero también desde la voluntad de que pueda tener traslación al marco legal lo que se acuerde. "Constatamos avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña, que deseamos abordar desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo", rezaba el comunicado conjunto posterior al encuentro, de unas dos horas y media. En este sentido, se está armando un instrumento que poco tiene que ver con el pensamiento mágico al que se ha abonado buena parte de JxCAT. Ambas partes se vieron también lejos del centro de Barcelona, en un edificio que representa el poder metropolitano de los socialistas en todo el denominado cinturón rojo. Esa Cataluña que no se ve representada casi nunca en las instituciones pero que existe y que aspira a un pacto político que acabe con el 'procés' o, al menos, con sus expresiones más unilaterales.

Las conversaciones van cojas de transparencia pero la buena sintonía de ERC y PSOE para despistar a los medios muestra que hay una oportunidad

Con la fecha del 19 de diciembre como punto de inflexión, en lo que se augura como una victoria jurídica para Oriol Junqueras, el acuerdo parece solo pendiente de algunos flecos, aunque todas las fuentes de ERC y de los socialistas aseguran que la lentitud es la característica que mejor define a los contactos. Sin embargo, el cúmulo de complicidades tejidas en los últimos días apunta más bien a lo contrario, a que solo se está a la espera del 19 de diciembre para que vía Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Junqueras tenga el protagonismo que no puede conseguir sentado en la mesa negociadora. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, fue preguntada este martes si veía más encarrilada la negociación con ERC para la investidura tras esta tercera reunión. Su respuesta lo decía todo: "La verdad es que sí". La número dos elogiaba el "trabajo razonable y necesario" que están haciendo los socialistas para conseguir la formación de un nuevo Ejecutivo.

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Ajenos a la presión

Tras la cita de este martes, en ERC y entre los socialistas se instaló el hermetismo más absoluto. Fuentes de la cúpula federal del PSOE y del PSC indicaban que tenían la impresión de que las conversaciones avanzan, aunque lentas, también porque ERC echó el freno el lunes, al asegurar su portavoz, Marta Vilalta —miembro también de la comisión negociadora—, que el partido no tiene "prisas" y ve "casi imposible" una investidura antes de fin de año. En ERC, tras la reunión de este martes, seguían menos optimistas y recordaban que las posiciones siguen "distantes" y que sus peticiones son las mismas que ya enunciara al comienzo del proceso el 'vicepresident' del Govern, Pere Aragonès: una mesa entre gobiernos, que no haya ningún veto a los temas, con calendario claro y con garantías de cumplimiento.

ERC está teniendo presión mediática y presión en la calle, pero por ahora se ha cumplido el anuncio de Pere Aragonès: siguen sentados a la mesa

Está claro, a la luz además del último comunicado [aquí en PDF], que lo que está costando más encajar es ese foro de diálogo posinvestidura. La nota conjunta precisa se quiere abordar "desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo", lo que apunta a que el PSOE está dispuesto a caminar hacia una negociación de Gobierno a Govern, aunque quizá no con el formato que ERC querría, que es el de una 'cumbre' entre ejecutivos al estilo de Pedralbes, aunque no se sabe si en ella se sentarían Pedro Sánchez y Quim Torra. Con esa redacción ambigua, los republicanos salvan la institucionalidad del 'president' para que no se les eche encima JxCAT. Una fórmula sería que esa mesa tuviera anclaje en el Congreso, en el Senado o en el Parlament. De cualquier modo, las dos delegaciones evitan dar detalles y airear a través de los medios el cruce de propuestas y contrapropuestas, precisamente para garantizar que se avanza hacia el acuerdo. El solo hecho de que los dos partidos continúen hablando ya es señal de que será difícil volver atrás.

Y es que los agoreros también se han equivocado. Aquellos que aventuraron que a ERC le temblarían las piernas por ahora han errado el tiro. Existe presión mediática de toda la artillería convergente, ahora entregada al factótum de Waterloo, el 'expresident' Carles Puigdemont. Y también hay presión en la calle, como se encargaron de demostrar los CDR. Pero por ahora ERC se mantiene firme y ni siquiera el fantasma de unas elecciones anticipadas les ha hecho levantarse de la mesa de negociaciones.

Además, la clandestinidad ofrecida por Pere Navarro a los dos partidos ha funcionado bien y las partes ya incluso evitan anunciar la nueva fecha para una reunión. Que trabaje la prensa. Es curioso que Navarro, cuya carrera política fue sepultada tras el fracaso del tripartito, en 2014, acabe ahora abogando por lo que defendió siempre: el diálogo y la reforma federal, que él pactó con Alfredo Pérez Rubalcaba en la Declaración de Granada. No es solo que Navarro apoye la investidura de Pedro Sánchez, sino que también está reivindicando su legado político frente a las injusticias de la Historia.

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Lógica negociadora

La lógica negociadora lleva a pensar que las conversaciones seguirán en Barcelona —dos reuniones en Madrid, dos en la capital catalana—. Y por mucho que se hable de enero, del gusto de Pedro Sánchez por los golpes de efecto podría concluirse que a lo mejor sí hay Gobierno para Navidad, como desde un principio querían los socialistas. O para antes de fin de año, la ventana de oportunidad que el Ejecutivo en funciones y el PSOE abrieron la semana pasada y que oficialmente Ferraz no ha desechado del todo.

Mientras, JxCAT sigue fuera de juego, reclamando un lugar en la mesa que no le corresponde. Al menos por el momento, ahora que es la hora de los encuentros furtivos y los primero tanteos. Ya veremos si más tarde, cuando se les llame, acudirán o preferirán dejar su silla vacía, celosos de ese principio que les hurtaron unos, otros y también ellos mismos y sus encastillamientos.

JxCAT retira del pleno de esta semana en el Parlament la moción sobre autodeterminación como un gesto para "facilitar" la negociación

Por lo pronto, JxCAT sí hizo un gesto muy relevante, pensado para "facilitar" las negociaciones de investidura: anunció este martes que retirará la moción sobre la autodeterminación que estaba previsto que se votara en el pleno de esta semana en el Parlament y que habría tensado la cuerda, porque el Gobierno central habría tenido que, como poco, estudiar su impugnación ante el Tribunal Constitucional, en un momento en el que ERC pide no judicializar el "conflicto político" en Cataluña. El portavoz del partido de Puigdemont, Eduard Pujol, explicó que votar la resolución en los próximos días "podría ser malinterpretado, utilizado por el PSOE para no tener una actitud positiva" en sus conversaciones con el independentismo.

"Es una decisión de oportunidad política, de interpretar que en Madrid hay unas negociaciones y que este debate podría generar complejidad o introducir elementos de complicación en este momento de las negociaciones", arguyó. El texto que registró la semana pasada JxCAT pide al Parlament que se deben impulsar iniciativas y compromisos necesarios para pactar "una solución democrática al conflicto político entre Cataluña y el Estado español, que no puede ser otra que el ejercicio del derecho de autodeterminación a través de un referéndum". JxCAT se reserva volver a presentar la propuesta en el futuro. La formación posconvergente también hacía un favor directo a ERC, que le presta cuatro senadores para que monte grupo parlamentario propio con Coalición Canaria.

Lambán y Page cargan contra ERC

Es evidente que en el PSOE no entusiasma el posible pacto con ERC. Y desde luego no gusta absolutamente nada a algunos barones. Los dos más significados son el manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán. Este último confió este martes en la reunión que aún tienen pendiente Pedro Sánchez y la futura líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, para evitar el concurso de ERC. Para evitar, dijo Lambán, "encontrar una salida a este diabólico laberinto" en el que España está atrapada, "que haga innecesario el concurso de un partido tan indeseable para la gobernabilidad como es ERC".

El presidente de Aragón indicó que "quizá" su postura para hallar una salida a la "encrucijada" en la que se encuentra el país responda a una "ingenuidad digna de mejor causa", pero es en la que cree. 

Tanto Lambán como Page cargaron este martes contra el 'síndic de greuges' (defensor del pueblo catalán), Rafael Ribó, quien el lunes aseguró que "uno de los déficits" que tiene la sanidad pública en su comunidad es que tiene "un sobrecoste con la gente que viene de fuera de Cataluña a intervenirse". 

"Es un signo más de la vesania, de la locura en la que está inmerso el independentismo catalán", dijo el presidente aragonés. Page atacó el "cuento independentista" de las "falsas" balanzas y recordó que el servicio manchego de salud atiende cada año a 29.000 catalanes, informa Europa Press. Ahí el presidente manchego añadió una frase lapidaria: "Preferiría que la estabilidad política en España no pase por los desestabilizadores". "Quien tiene por oficio desestabilizar, no puede formar parte de un planteamiento de estabilidad", independientemente de que el bloqueo político actual exija salir del desbloqueo "cuanto antes", agregó informa EFE.

También el alcalde de Valladolid y portavoz de la ejecutiva federal del PSOE, Óscar Puente, admitió que asiste con "incertidumbre" a las negociaciones para formar Gobierno, aunque mantiene la "esperanza", porque considera que España necesita un Ejecutivo "cuanto antes". También él dirigió su mensaje a la derecha: "Si tan preocupados están" por que ERC sea "el elemento dirimenta para formar una mayoría", "lo tienen fácil", les dijo, que se abstengan.