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ERC frena las prisas de Sánchez e intentará rentabilizar la negociación hasta enero
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De cara a la investidura

ERC frena las prisas de Sánchez e intentará rentabilizar la negociación hasta enero

Los republicanos no aseguran que el camino esté allanado para antes de Navidad, la fecha orientativa que había previsto inicialmente el PSOE, aunque el presidente no irá a una investidura fallida

Foto: Salvador Illa, José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, este 28 de noviembre en el Congreso. (Eva Ercolanese | PSOE)
Salvador Illa, José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, este 28 de noviembre en el Congreso. (Eva Ercolanese | PSOE)

Sin las prisas que trata de meter el PSOE y rehuyendo de los plazos que busca marcar Pedro Sánchez para sacar adelante su investidura antes de Navidad. El Gobierno de coalición progresista depende de la abstención de los republicanos y estos prevén que las negociaciones con los socialistas serán más largas de lo que intentan transmitir desde la Moncloa, con el riesgo añadido de generar falsas expectativas. El hielo no se rompe de un día para otro y se parte de posturas alejadas, prácticamente antagónicas, como se comprobó en la primera toma de contacto entre los equipos negociadores.

Si bien hay voluntad por ambas partes de llegar a un punto de encuentro para el desbloqueo, y de ahí que se hayan emplazado para una segunda cita negociadora este martes nuevamente en el Congreso, desde Esquerra Republicana de Catalunya entienden que hasta consensuar el precio de su abstención habrá que celebrar varias reuniones más, según fuentes cercanas a las negociaciones. En base a ello, el mes de enero o, incluso febrero, serían fechas más factibles para la investidura, a no ser que el PSOE virase de forma repentina estableciendo compromisos para resolver el "conflicto político" en Cataluña y fijar un calendario. Se tiene especial interés en determinar la periodicidad de dicha mesa de diálogo, pretendidamente de Gobierno a Govern. Sin vetos ni a personas ni a temáticas, añaden estas mismas fuentes.

La prioridad de los socialistas ahora parece ceñirse a los tiempos de la investidura, aunque sin forzar la máquina. Nada más lejos de los intereses de ERC. Los republicanos se centran en "avanzar con pasos firmes" para la consecución de sus objetivos y no solo quieren estructurar la mesa de negociación entre instituciones, sino adquirir el compromiso de que se podrá "hablar de todo" en ella. "Esto no va de días", afirmaba este viernes la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en declaraciones a TV3.

Se prevén varias reuniones después de la primera toma de contacto de este jueves entre los equipos negociadores y la prioridad de ERC es avanzar con pasos firmes y el objetivo pasa por acercar posturas de cara a fijar un calendario para una mesa de diálogo de Gobierno a Govern que recoja el compromiso de buscar soluciones pudiendo "hablar de todo". Son conscientes de que el "conflicto político", terminología que ya ha sido aceptada por el PSOE, no se resolverá antes de la investidura, y precisamente por ello quieren garantías de que se intentarán buscar soluciones 'a posteriori'.

Los republicanos se centran en "avanzar con pasos firmes" y en garantizar que en la mesa entre gobiernos, si la hay, se pueda hablar "de todo"


La negociación será por fases, según las intenciones que avanzaba públicamente el propio Gabriel Rufián. Una preinvestidura y otra "posinvestidura". Ahora de lo que se trataría es de sentar las bases para la segunda, de ahí las garantías que se reclaman, según justifican. No se trata por tanto de un pacto de gobernabilidad, el cual se trabajaría más adelante en caso de haber un acuerdo previo para la investidura. Solo si se superase este primer escollo se remontaría el diálogo a otras cuestiones, tanto en el plano político como social, con vistas a los Presupuestos.

Foto: Salvador Illa, José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, este 28 de noviembre en el Congreso. (EFE)

La hegemonía en el bloque independentista

El liderazgo de los republicanos en las negociaciones está intensificando las fricciones con sus socios de Gobierno en Cataluña, y las presiones de los posconvergentes con quienes la relación viene siendo delicada durante los últimos meses ya se están dejando notar. Presiones que tampoco son ajenas al PSOE y que aumentan la incertidumbre en unas negociaciones cargadas de complejidad. Nadie da por hecha la investidura y, menos todavía, la estabilidad durante la legislatura en caso de producirse. El principal riesgo ahora es que el president Quim Torra pulse el botón rojo del adelanto electoral, complicando todavía más el apoyo de ERC al Gobierno de coalición entre socialistas y morados.

"Si esto va en serio y hay ánimo de desbloquear, nos reuniremos las veces que sean necesarias", dicen en el PSOE. No forzarán la máquina para que sea ya

Más allá del resultado final de las negociaciones, ERC está visibilizando su hegemonía de facto dentro del bloque independentista. Por ello también rentabilizaría unas negociaciones pretendidamente largas, pues los republicanos pondrían en valor su utilidad y se presentarían como fuerza de Gobierno en Cataluña frente al rupturismo de los posconvergentes. Instalar en el imaginario del electorado independentista este papel útil para los intereses de dicho bloque es otra de las cuestiones que no dejan de estar al margen de las negociaciones. Un protagonismo en Madrid que históricamente tuvieron los convergentes y que ahora podría recaer sobre los republicanos, invirtiendo los papeles a la espera de que se celebren nuevas elecciones en Cataluña. Además, a medio plazo podría suponer una pista de aterrizaje para abandonar la nave de la vía unilateral.

Sánchez sigue intentando la investidura con la abstención de Esquerra

Los negociadores socialistas se muestran moderadamente optimistas respecto a la evolución de ERC, aunque insisten en que aún están en el no. Son conscientes de que el camino "no será fácil", porque el diálogo "no es el camino más corto, puede ser hasta tortuoso, pero es el único que llega a destino". Fuentes de Ferraz subrayaban este viernes que en el encuentro no se "descendió a lo concreto": no se entró a discutir qué tipo de foro institucional puede establecerse —el Gobierno ya ha advertido de que el canal idóneo es la comisión bilateral Generalitat-Estado, que está recogida en el Estatut, y que se reactivó en agosto de 2018—, ni tampoco qué oferta planteará el PSOE.

Para el equipo del presidente, lo importante es que "se haya podido entablar ese cauce de diálogo", que las dos fuerzas "se reconozcan" y se sientan "legitimadas" para sentarse, como partidos ganadores el 10-N en el conjunto de España y en Cataluña. "Sirvió para conocernos, para generar cierto clima de confianza y generar entendimiento, aunque las posturas siguen estando muy alejadas. No significa que esta vía vaya a fructificar, simplemente se abre la posibilidad y hay que explotarla, ver si conduce a éxito o no. Pero el PSOE sabe perfectamente quién es ERC y ERC sabe quién es el PSOE, y hasta dónde podemos llegar", relatan desde la cúpula del partido, indicando por tanto que nunca se podrá negociar ni la autodeterminación ni la amnistía de los presos del 'procés'.

En la reunión no se descendió "a lo concreto", sí sirvió para generar un clima de diálogo y reconstruir la confianza. "No significa que esta vía fructifique"

Los comisionados socialistas —Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa— sí trasladaron a los delegados de ERC que su intención es que la investidura sea en diciembre, "cuanto antes", pero también que no Sánchez no se someterá a la confianza de la Cámara sin tener los apoyos amarrados. "Si no están listos los respaldos en diciembre, pues no iremos para entonces. Pero si esto va en serio y hay ánimo de desbloquear, nos reuniremos las veces que sean necesarias", desgranan las fuentes de Ferraz conocedoras de las conversaciones. La portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, lo dejó muy claro este viernes en rueda de prensa en la Moncloa: "No iremos a una investidura fallida". Una estrategia, por tanto, distinta a la de julio, cuando el secretario general acudió al Congreso aun sin las garantías de salir reelegido.

Foto: La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, este 29 de noviembre en la Moncloa. (EFE)

Cierre de filas

Las negociaciones están dejando ver las costuras dentro del bloque independentista, pero también en el seno de ERC, con un alma más posibilista y gobernista y otra más rupturista. Las sensaciones con las que salieron los participantes de ERC de la primera reunión negociadora da cuenta de ello. Por un lado, Gabriel Rufián, quien fue el que llevó la batuta de su equipo, se mostró más positivo que sus compañeros Marta Vilalta y Josep Maria Jové. Estos últimos abandonaron el Congreso por un sitio distinto al que lo hizo Rufián. El PSOE, no obstante, no notó diferencias entre sus interlocutores, si bien sí hay una relación de contacto diario entre Rufián y Lastra.

No se descartan reuniones con ERC en BCN. También Lastra se verá el martes con Laura Borràs, portavoz de JxCAT, a petición de esta última

Frente a la posible cacofonía, que ya se está dando con mensajes más modulados en Madrid que en Barcelona, este lunes acudirán al Congreso el coordinador nacional de ERC y vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, la secretaria general adjunt y portavoz del partido, Marta Vilalta, el presidente del grupo parlamentario de Esquerra en el Parlament, Sergi Sabrià y el vicesecretario general de Coordinación Interna, Territorio y Organización de ERC, Isaac Peraire. Junto a los grupos parlamentarios de ERC en el Congreso y en el Senado, realizarán una reunión preparatoria con motivo de la sesión constitutiva de las Cortes, que coincidirá con el segundo encuentro entre los equipos negociadores. Escenificación del cierre de filas en Madrid.

placeholder Laura Borràs, portavoz de JxCAT en Madrid, el pasado 11 de noviembre. (EFE)
Laura Borràs, portavoz de JxCAT en Madrid, el pasado 11 de noviembre. (EFE)

"Lo que hay detrás es mucha desconfianza, y volver a generarla va a ser trabajoso. Nos hemos sentado, hemos empezado a hablar y a ver qué pasa el martes", comentan en el núcleo duro del PSOE. Dan por hecho que harán falta más reuniones. Pero no saben cuántas ni por cuánto tiempo. Ni dónde, aunque no descartan que alguna de ellas se celebre en Barcelona, como guiño hacia ERC. Lastra, antes de la cita de las dos comisiones negociadoras (PSOE-ERC) el 3 de diciembre, a las cinco de la tarde, se verá con la portavoz de JxCAT en Madrid, Laura Borràs, a petición de esta última. Pero mover al partido de Carles Puigdemont a la abstención será mucho más difícil y, en cualquier caso, no lo persigue el PSOE. Le basta con que los republicanos cedan.

Sin las prisas que trata de meter el PSOE y rehuyendo de los plazos que busca marcar Pedro Sánchez para sacar adelante su investidura antes de Navidad. El Gobierno de coalición progresista depende de la abstención de los republicanos y estos prevén que las negociaciones con los socialistas serán más largas de lo que intentan transmitir desde la Moncloa, con el riesgo añadido de generar falsas expectativas. El hielo no se rompe de un día para otro y se parte de posturas alejadas, prácticamente antagónicas, como se comprobó en la primera toma de contacto entre los equipos negociadores.

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