La Crida de Puigdemont arranca hoy en Manresa con sus expectativas a la baja

La Crida Nacional per la República, el nuevo partido que auspicia Carles Puigdemont desde Bruselas arranca hoy su andadura con menos expectativas de las esperadas. La táctica de aluvión con la que quería subsumir al resto de formaciones soberanistas se están enfriando de manera notable, no solo por las reticencias del PDeCAT a integrarse y entregar sus fondos y derechos a subvenciones políticas. También porque, al final, el número de fundadores que tendrán derecho a voto se ha fijado en 8.900, muy lejos de los 50.000 afiliados que la formación aseguraba tener a través de los inscritos en una web.

Los 8.900 fundadores son una cifra sensiblemente inferior a los 14.000 que asegura tener el PDeCAT y a los cerca de 10.000 militantes con los que cuenta ERC. El planteamiento de que una masiva adscripción a la Crida forzase al resto de los partidos a sumarse a esta iniciativa para crear una formación paraguas de todo el soberanismo en Cataluña ha naufragado.

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Esta tarde se celebra en Manresa la convención fundacional, en la que han de quedar fijadas las bases del nuevo movimiento que se acabará constituyendo en partido político, pese a que el PDeCAT había intentado que esto no ocurriese. La Crida Nacional per la República ya ha iniciado los trámites ante el Ministerio del Interior para inscribirse como partido.

Según explican fuentes de la propia formación, se celebra el 27-O en homenaje a la fecha de la intentona independentista. Y se ha escogido la ciudad de Manresa por su posición de centralidad geográfica en Cataluña y por su cercanía a la cárcel de Lledoners, ejemplificando así su dependencia política de la estrategia de los presos para la mayor parte de la formación.

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EC

La otra base para la creación de la Crida iba a ser la integración del PDeCAT, si bien esta se ha de hacer militante a militante. Pero los de David Bonvehí van arrastrando los pies. Los alcaldes prefieren acudir a las municipales del año que viene con marcas como el propio partido o Jx… póngase aquí el nombre de la ciudad que interese. Así, la mayoría de la cúpula del PDeCAT no ha ingresado en la Crida.

Además, existen problemas operativos. La distancia de Puigdemont, no ayuda. Tampoco que el presidente y líder de la formación, Jordi Sànchez esté en la prisión de Lledoners, encausado por los hechos de octubre. Del mismo modo, buena parte de los impulsores del proyecto también están encarcelados, como es el caso de Jordi Turull, Jordi Rull y Joaquim Forn.

Menos fondos

La caída drástica de fundadores resta también recursos a la nueva agrupación política. Cada fundador, para tener derecho a voto en la convención, ha de pagar 10 euros. Se esperaba contar con medio millón de euros de saque de partida, pero al final la cantidad resultará mucho menor, cerca de 90.000 euros. Portavoces de la Crida no han querido desvelar mucho más sobre el número de fundadores ni respecto a las finanzas de la nueva entidad.

En este momento está claro que la Crida llega tarde a las municipales si bien todavía puede armar una candidatura para las europeas, más fácil de estructurar. Puigdemont no ha querido ser cabeza de lista y Ramon Tremosa se da por amortizado pese a los servicios prestados a Puigdemont en la capital belga. Fuentes parlamentarias apuntan a la figura de la 'consellera' de la Presidència, Elsa Artadi, como cabeza de cartel para Bruselas.

Miembros de postín

Lo que se espera para hoy es que se anuncien nuevas incorporaciones de relumbrón para intentar ganar empaque y que se disparen las inscripciones de socios fundadores. Algún nombre proveniente del socialismo como la 'exconsellera' de Salut Marina Geli ya han anunciado que se han apuntado.

También ha diferencias entre Jordi Sànchez, partidario de que la Crida funcione con listas abiertas; y David Madí, quien apuesta por que el nuevo movimiento controle las listas y la democracia interna en aras de la estabilidad. Si a esto unimos la negativa de plano de ERC y la CUP a sumarse al proyecto; demás de las dudas de Demòcrates, todo apunta a un proyecto que empieza mucho más cojo de lo que se pensaba, fruto de las tensiones que está viviendo el mundo independentista.