El 'show' de Pueyo: el "represaliado" con un programa a 10.000 euros en la tele aragonesa

Jorge Pueyo, diputado de la Chunta Aragonesista ―uno de los partidos integrados en Sumar―, se estrenó este jueves en la Cámara Baja con una intervención en aragonés. Sus palabras corrieron por las redes. Enojado, respondía a Vox para denunciar la represión que han sufrido y sufren, a su juicio, las personas que hablan su lengua. Pueyo, un rostro muy popular en su comunidad, saltó a la fama tras conseguir decenas de miles de seguidores en redes sociales por su labor en la difusión del aragonés. Y hasta el pasado junio presentaba y dirigía un programa en el idioma en la televisión pública de Aragón, de ahí que el PP haya saltado tras ver su intervención, una "farsa", según fuentes de la formación.

"El represaliado vive del aragonés", apuntan fuentes populares a El Confidencial, que no dudan en señalar a la Chunta por haber "promocionado interesadamente" a Pueyo, brindándole una ventana única, la televisión de la comunidad. Jorge Azcón, el presidente de Aragón, mostró su sorpresa el miércoles por la presión de usar el aragonés en el Congreso cuando en las Cortes regionales es un debate que no se ha planteado. En un tono parecido, de incredulidad, Pepa Millán, la portavoz de Vox, preguntó al diputado de Sumar "qué represión" ha podido vivir alguien nacido en los 90. "Oiga, usted tiene mi edad. ¿Qué represión es de la que habla usted? ¿Se cree que estamos aquí para darle apoyo porque un profesor le tenía manía en el colegio?".

Sin embargo, Pueyo se defiende y se reafirma: "No hablaba de mi discriminación, sino de la de todas las personas que hablan aragonés. A un amigo mío, la profesora de infantil le dijo que necesitaba un logopeda porque hablaba en aragonés. En Panticosa se reían de los niños que hablaban la lengua. Yo no hablaba de mi caso personal. Defiendo la realidad lingüística de mi pueblo. La lengua es transversal, no va de política. El problema está en querer llevarla a la política", explica a este diario el joven diputado, a quien una maestra llamó "paleto" por usar expresiones del aragonés.

Los populares denunciaron en el Consejo de Administración que la televisión hubiese formalizado el último contrato el 25 de abril, a un mes de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. El calendario permitió a Pueyo compaginar un programa en la Televisión de Aragón y ser el candidato de Sumar a las generales del 23-J. Tampoco fue un impedimento que el joven abogado fuese militante de la Chunta, uno de los cuatro partidos que sustentaban entonces el Gobierno de Javier Lambán (PSOE), según censuran fuentes del PP. La formación regionalista, además, ostentaba la dirección de Política Lingüística en el Ejecutivo de la comunidad.

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Sin embargo, desde Chunta sostienen que Pueyo era un militante de base y que nunca tuvo ningún cargo en el partido. Las mismas voces apuntan que los vínculos políticos del presentador se conocieron una vez fue propuesto para encabezar la candidatura del partido las pasadas elecciones generales. "Chunta Aragonesista no tuvo nada que ver con la concesión del programa. [La pasada legislatura] teníamos la cartera de Ordenación del Territorio, gestionábamos las carreteras, las viviendas, el transporte... Nuestro departamento estaba muy alejado de la televisión pública", defienden en la formación. Y zanjan que todos los partidos acordaron que se emitiera el último programa de Pueyo (21 de junio). "Todavía no se habían hecho las listas definitivas", aunque el Comité Nacional de Chunta Aragonesista ya le había designado candidato, "se sometió a consideración del Consejo [de la televisión pública] y todos los partidos consideraron que no pasaban nada. Era un programa que no tenía contenido político".

Por su parte, Pueyo señala que dejó el programa "bastante antes" de que terminase su emisión y simplemente se fueron publicando los shows ya grabados. Rechaza también que fuese una maniobra de su partido para su promoción cuando en redes sociales antes de dar el salto a la tele podía contar en decenas de miles los seguidores que tenía.

Vaivenes en la audiencia

El objetivo del programa era la difusión del aragonés, aunque también se empleaba el castellano y el catalán. Pueyo era el presentador y director del mismo, un late show al estilo del que tiene David Broncano en Movistar. El programa solo superó en momentos puntuales los 10.000 espectadores ―la población de la comunidad es de 1,3 millones―, si bien estaba dirigido a un público, el volumen total de habitantes que hablan aragonés, que no llega a los 10.000. El idioma, a diferencia del catalán, gallego o euskera, no está reconocido como oficial ni en el Estatuto de Autonomía de Aragón ni en la Ley de Lenguas, tan solo en la ley de Patrimonio de la comunidad.

"Tenía un noticiero matinal [en redes sociales] y la tele se fijó en mí. Les gustaba cómo lo hacía, la conexión que tenía con la gente joven. Llevo desde los 16 años con el activismo de la lengua", señala Pueyo sobre el motivo por el que terminó en la Televisión de Aragón. "Mis vídeos podían tener 150.000 reproducciones. Es una cifra que ya la querría para el programa, aunque me fastidie decirlo, pero es así", concede sobre unos bajos datos de audiencia.

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En mayo de 2022, el mes en el que se estrenó, el programa sumó un 7,2% de share y, un mes más tarde, un 4,5%, unas 8.000 personas aproximadamente, y menos de la mitad del porcentaje de audiencia de la cadena, en un 10%. Desde entones, según denuncia el PP, el Consejo de Administración de la Televisión no ha vuelto a facilitar datos. Las cifras contrastan con las de otros programas de la Televisión de Aragón, con propuestas con un gran tirón. Los informativos alcanzaron el pasado junio una cuota de pantalla del 37,5%, con 91.000 espectadores de media, y Oregón TV, una de las insignias de la casa, registró más de 100.000 contactos.

Fuentes del sector audiovisual en Aragón explican que el programa no consiguió fidelizar a la audiencia, aunque conceden que A escampar la boira no tuvo un horario fijo, no se emitió en la franja de máxima audiencia (su hora de emisión rondaba las 00.00) y no tuvo "cariño por parte de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, aparte del dinero destinado a su emisión". A escampar la boira fue el sucesor del primer programa emitido para la promoción del aragonés, Charrín Charrán, cuya audiencia media rondó el 2,8%, y en el que Pueyo era colaborador. Las cifras cosechadas por el late show del diputado no escapan a la realidad que se vive en otras televisiones regionales. ETB-1, el canal de la televisión vasca que emite solo en euskera, tiene una cuota media del 2%, según datos del pasado julio. En 2021, su audiencia media diaria fue de 7.000 espectadores.