El profesor ruso de yoga que ha librado a un pueblo de Huesca de la despoblación

La construcción de embalses y presas tuvo su momento álgido en las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX. Se alzaron un total de 1.064 con el objetivo de potenciar la política hidráulica y evitar la sequía. España se convirtió en el país europeo con mayor número de embalses y el décimo a escala mundial.

Muchos fueron los pueblos que se vieron afectados por estas construcciones, bien porque resultaron quedaron sumergidos debajo del agua o totalmente incomunicados por carretera, lo que provocó que sus habitantes tuvieran que hacer las maletas con todas sus pertenencias y buscar otro lugar para vivir.

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Alberto Ferreras. (EFE)

Es lo que ocurrió en Fet, un pueblo oscense muy próximo al límite natural con la provincia de Lérida, cuando se construyó el embalse de Canelles. Pasó de tener 200 habitantes a ser un pueblo fantasma. Sin embargo, eso ha cambiado. Ahora, gracias a Nikita Atmananda, este pueblo ribagorzano (perteneciente al municipio de Viacamp y Litera) aparece en el INE como uno de los 808 núcleos de población de Huesca en 2022, uno más que el año anterior.

"Un lugar orientado a la meditación"

Atmananda nació en Rusia, pero hizo estudios universitarios en la India, donde se convirtió en profesor de yoga tradicional antes de afincarse en Canarias. Ahora se ha empadronado en Fet tras crear la Asociación Yóguica Dharmahari. “Sabía que en la península había muchos pueblos abandonados y pensé que tenía que viajar allí para buscar uno donde crear un proyecto autosuficiente orientado al yoga, las terapias alternativas y la vida en simbiosis con la naturaleza”, reconoce en declaraciones al Heraldo de Aragón.

Fue el alcalde de Viacamp y Litera, Alfredo Pociello, quien le ofreció la posibilidad de desarrollar su idea “con proyección internacional” en Fet. Tras hablar con el propietario de los inmuebles que aún quedaban en pie, llegaron a un acuerdo para recuperarlos y poner en marcha su comunidad de yoga. Por ahora, y gracias a la ayuda de voluntarios, ya se han reconstruido un par de edificios. El primero sirve como comuna con dormitorios, y el segundo como cocina. También han recuperado un bancal que hará las veces de huerto.

Es obligatorio ser vegetariano y está prohibido el alcohol y las drogas. Dará alojamiento y comida

Allí ofrecerá alojamiento y comida a todo aquel que quiera empadronarse en el pueblo y poner en práctica esta filosofía de vida. “Es un lugar orientado a la meditación, a la exploración de uno mismo, de su verdadero ser”. Por eso, es obligatorio ser vegetariano y quedan prohibidos el alcohol y las drogas.