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"No tenemos ni hora ni día para irnos": la 'toma' del puerto de Málaga por los indignados del campo
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PROTESTA DE LOS AGRICULTORES

"No tenemos ni hora ni día para irnos": la 'toma' del puerto de Málaga por los indignados del campo

Logran bloquear las entradas y salidas de mercancías del recinto portuario, entre otros motivos, para exigir a la UE que reclame a Marruecos y otros países "los mismos requisitos sanitarios, medioambientales y derechos laborales"

Foto: Agricultores y ganaderos cortaron los tres puntos de entrada y salida de mercancías. (P.D.A.)
Agricultores y ganaderos cortaron los tres puntos de entrada y salida de mercancías. (P.D.A.)

Todo comenzó a cocerse "hace aproximadamente una semana". "Llevábamos tiempo hablando de que nos teníamos que hacer escuchar y decidimos fijar una fecha". El 6 de febrero, se acordó. Y después crearon grupos de Whatsapp al que fueron agregando agricultores y ganaderos. "Tengo 85 mensajes sin leer", comenta Alejandro Berlanga, que muestra su móvil apoyado en uno de los tractores que corta el primer punto de acceso a la zona de mercancías del puerto malagueño, que movió 4.412.318 toneladas de mercancías a lo largo de 2022. Por detrás de otros recintos portuarios como Algeciras o Valencia.

En el grupo, que lleva por nombre Tractorada Málaga, hay agregadas "unas 1.050 personas" que han decidido poner voz a los indignados del campo y que se han echado a la calle para denunciar "la bajada de precios de compra de los productos, la competencia desleal y el hartazgo ante el inmovilismo de políticos, sindicatos y cooperativas".

Una protesta surgida al margen de las asociaciones y centrales sindicales agrarias que —sin violencia— replica las técnicas de los agricultores franceses y que este martes mostró su fortaleza bloqueando terminales de transporte, centros logísticos y carreteras.

"No tenemos ni hora ni día para marcharnos", advertía Roberto, un vecino de Teba, pueblo de la comarca de Guadalteba en el que la agricultura es la principal economía. Ingeniero agrícola, recuerda las largas jornadas de trabajo de sus padres para que pudiese ir a Sevilla a estudiar. La noche del lunes se subió a su tractor para unirse a la columna de unos 40 tractores que partieron desde esta localidad y que llegaron de madrugada a la capital malagueña.

Foto: Los tractores bloquean las carreteras españolas para pedir mejoras en el sector. (Europa Press/Lola Pineda)

Desde distintos lugares de la provincia se desplazaron aproximadamente 200 vehículos agrícolas, que estratégicamente se distribuyeron en los tres puntos puntos de entrada y salida de mercancías del recinto portuario, con el objetivo de bloquear su tránsito e impedir el transporte de frutas y verduras procedentes de países que "no juegan con las mismas reglas".

Estrategia similar siguieron otros agricultores en el parque empresarial de Antequera, en el que tiene su sede el mayor centro distribuidor de Mercadona en la comunidad, y donde en ocasiones se permitió el paso de algún tráiler. La protesta también fue visible en las carreteras y los atascos fueron considerables en en vías andaluzas como la A-92 o la A-4.

"Asómate a la cabina y mira la comida que hay dentro", anima Roberto, mientras da buena cuenta de un táper con arroz. "Todos tenemos aquí algún familiar con casa a la que podemos ir a ducharnos o a descansar un poco", explica como declaración de intenciones de que están dispuestos a resistir hasta que sus reivindicaciones sean escuchadas.

"Si alguien quiere comprar productos de un lugar en el que usan pesticidas prohibidos aquí, adelante, está en su derecho, pero que lo sepa"

¿Pero qué es lo que piden? Este agricultor reconoce que "puede ser que no estemos siendo capaces de transmitir nuestros problemas", pero considera que la ciudadanía, que podría molestarse por el colapso del tráfico, "estará de acuerdo" en las principales medidas que proponen para resolverlos.

En primer lugar, exigir a terceros países de fuera de la Unión Europea (UE) "los mismos requisitos sanitarios, medioambientales y derechos laborales" que tienen que aplicar los campesinos comunitarios.

"No puede ser que en Marruecos estén pagando jornales a 3 euros y aquí sean a 60", apunta Berlanga, que tiene un olivar y que vaticina que, "de aquí a unos años", el país norteafricano "nos va a meter aceite a bomba llena". "Estamos hartos".

placeholder Alejandro Berlanga enseña el móvil con el grupo de Whatsapp a través del que se han movilizado en la provincia de Málaga. (P.D.A.)
Alejandro Berlanga enseña el móvil con el grupo de Whatsapp a través del que se han movilizado en la provincia de Málaga. (P.D.A.)

Roberto pide que "el etiquetado sea claro" y que "cada persona decida libremente, pero con información". "Si alguien quiere adquirir productos de un lugar en el que se utilizan pesticidas prohibidos aquí, adelante, está en su derecho, pero que lo sepa". Y reclama un mayor control de las importaciones de productores donde no se aplican cláusulas espejo, porque "sólo se revisa un 10% de los contenedores".

Bruselas y la burocracia

El agricultor también considera que ha faltado pedagogía en la explicación de la Política Agraria Común (PAC), que "en definitiva sirve para que el alimento llegue más barato a la mesa". "Es como la subvención que tiene el billete del metro o la línea aérea de Canarias", pone como ejemplo Roberto, que censura que esta ayuda "se ha ido pervirtiendo" con el paso de los años.

"Se ha ido reduciendo su presupuesto, si actualizaciones del IPC y una mayor carga de burocracia". "No recuerdo una asignatura de la carrera a la que le haya dedicado tanto tiempo", bromea el ingeniero agrónomo sobre la dificultad del procedimiento. "Y ni siquiera para mantener lo conseguido, sino para perder lo menos posible".

Alejandro pone cifras a las "trabas" de la PAC: "Mi padre recibía 6.000 euros de ayuda. El año pasado, 2.000". "Están empujándolo a que abandone", confiesa este joven de 24 años, que se siente impotente por no poder dedicarse a la agricultura. "Ésto me agobia", afirma en referencia a la ciudad, "yo me he criado en el campo". "Y es lo que me gusta".

Foto: Invernadero de capital español en Agadir, Marruecos. (EFE/Zacarías García)

Las marcas del asfalto en los neumáticos de su tractor son la huella de los aproximadamente 40 kilómetros que ha recorrido desde Sierra de Gibralgabia, una pedanía de Cártama de unos 300 habitantes. "Ha venido gente de Campillos, Torrox…". Agricultores de muchos municipios que han mostrado su fortaleza. Como José Antonio, otro tebeño que ha acudido a la protesta y que dice que "estamos hartos de que nadie mire por nosotros".

Propietario de un terreno en el que cultiva olivas, cereales y leguminosas cuenta que ha pasado de producir una media de 150 toneladas a siete durante 2023. Una tendencia que le puede convertir en el último de su familia que se dedique al campo. "No quiero que mi hija pase por esto".

La movilización destaca por su transversalidad ideológica. Los participantes han querido huir de posicionamientos políticos y sindicales para que nadie se pueda sentir excluido y, quizás lo más importante, para que no se apropien de su iniciativa. "Aquí hay gente que vota a Vox, y otros a Podemos. Cuando se trata de la comida, no hay colores", sentencia José Antonio, mientras que Roberto, miembro del PP en su pueblo, ha venido acompañado por familiares y amigos que son del Partido Comunista (PC) y que no dejan de bromear con el asunto. "No lo sabe, pero es comunista", le sueltan entre risas.

Sólo tres de las numerosas movilizaciones realizadas este martes en por los agricultores y ganaderos andaluces contaban con autorización

El ingeniero, por su parte, tiende la mano a los sindicatos y asociaciones agrarias porque "no somos adversarios". "A mí, personalmente, no me gusta hablar de ellos y nosotros, ya que no tendré ningún inconveniente en unirme a las protestas que convoquen si comparto sus reivindicaciones", agrega.

Los agricultores señalan que la convocatoria es pacífica y que no han tenido grandes contratiempos con las fuerzas de seguridad. "Alguna multa, identificaciones…", pero ningún enfrentamiento. Aunque son conscientes de que conforme dilaten su protesta, más posibilidades habrá de que adopten medidas expeditivas para desalojarlos.

Expuestos a multas

La Delegación del Gobierno en Andalucía explicó que sólo tres de la movilizaciones, con itinerario en Córdoba, se comunicaron conforme a la ley. "La mayoría que se están desarrollando no han sido comunicadas, y por lo tanto los cuerpos policiales están procediendo identificaciones para el inicio de las posibles sanciones", explicó una portavoz, que añadió que en la tarde del lunes los subdelegados provinciales mantuvieron reuniones con mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

placeholder Roberto asegura que estarán bloqueando el puerto hasta que les escuchen. (P.D.A.)
Roberto asegura que estarán bloqueando el puerto hasta que les escuchen. (P.D.A.)

Se intentaba "conciliar las manifestaciones con la prestación de servicios públicos, garantizar la seguridad ciudadana y el acceso a los puntos logísticos", como mercados, centros de distribución y puertos. Pero la tarea no es fácil. Sobre todo porque los agricultores y ganaderos no están dispuestos a desbloquear sus zonas de presión hasta que "alguien mire por nosotros".

"Se ha escuchado que quieren sacar los camiones de frutas y verduras por La Farola", comentaban los manifestantes del puerto de Málaga, que creían que esa medida iba a volverse en contra de las autoridades: "Colapsaría mucho más el tráfico".

"No es sequía, es mala gestión", "Europa sanción, a Marruecos subvención" y "Málaga, vas a comer turistas", se leía en algunas de las pancartas colgadas de los tractores, mientras un visitante extranjero, con el puño derecho en alto en apoyo de los agricultores, se fotografiaba ante uno de los vehículos. A su lado, un puñado de banderas negras. "Son porque estamos de luto en el campo", comenta desde una cabina un chico que, si acaso, tendrá 18 años y que vaticina: "Van a enterrar a la agricultura".

Todo comenzó a cocerse "hace aproximadamente una semana". "Llevábamos tiempo hablando de que nos teníamos que hacer escuchar y decidimos fijar una fecha". El 6 de febrero, se acordó. Y después crearon grupos de Whatsapp al que fueron agregando agricultores y ganaderos. "Tengo 85 mensajes sin leer", comenta Alejandro Berlanga, que muestra su móvil apoyado en uno de los tractores que corta el primer punto de acceso a la zona de mercancías del puerto malagueño, que movió 4.412.318 toneladas de mercancías a lo largo de 2022. Por detrás de otros recintos portuarios como Algeciras o Valencia.

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