Seis detenidos por el secuestro de un joven en Málaga al que cortaron dos dedos tras no superar un polígrafo

Siete meses después de que un joven maniatado y ensangrentado por amputaciones, puñaladas y cortes acudiese a pedir auxilio a un vecino de una zona residencial de Fuengirola (Málaga), la Policía Nacional da por concluida una investigación que ha permitido capturar en tres países a seis individuos —bautizados por los agentes como Los Peaky Blinders de Holanda— presuntamente implicados en un salvaje secuestro. Un rapto vinculado al narcotráfico que transcurre por Países Bajos, Reino Unido y la Costa del Sol y en el que cortaron a la víctima las primeras falanges de ambos dedos índices después de que la prueba del polígrafo a la que fue sometida "no fuese concluyente".

Este es un corto resumen de un caso liderado por la Sección de Crimen Organizado de la Udyco Costa del Sol que refleja nítidamente la esencia de las redes criminales, que entre sus principales características se encuentran su carácter transnacional y unos métodos crueles.

Las pesquisas se iniciaron el pasado mes de mayo, cuando un joven neerlandés, maniatado y con evidentes signos de violencia, fue abandonado inconsciente en un descampado del municipio fuengiroleño. "Probablemente, lo dieron por muerto", señalaron fuentes cercanas al caso, que explicaron que el joven logró recuperar la consciencia y, "a duras penas", consiguió caminar hasta una zona urbanizada donde fue auxiliado por un ciudadano que contactó con los cuerpos de seguridad.

El trabajo de los especialistas en crimen organizado no solo logró identificar a las personas presuntamente implicadas en este suceso, sino que también permitió reconstruir el trasfondo de un secuestro que se inició en tierras neerlandesas.

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La víctima, un joven originario de este país, fue convocado por los miembros de un grupo de narcotraficantes que operaba entre la Costa del Sol y Países Bajos tras la desaparición de una partida de cocaína valorada en tres millones de euros.

Este dio las explicaciones pertinentes, pero al no contentar a sus socios, "voluntariamente, pero bajo coacciones", aceptó viajar con ellos a Reino Unido para someterse a una prueba de polígrafo con la que acreditar que no estaba relacionado con el robo de la droga.

Las citadas fuentes explicaron que "fue tranquilo, sin miedo", porque se sentía a salvo, pero el resultado del detector de mentiras "no fue concluyente" y eso tensó mucho más la situación y disparó las sospechas de los traficantes.

Las últimas detenciones se realizaron en noviembre y se han producido capturas en Marbella, Países Bajos y Francia

El joven, para intentar demostrar su inocencia, decidió viajar hasta Málaga para responder ante uno de los líderes de la organización. Y ese fue su gran error. Porque la Costa del Sol sería el lugar elegido por la banda para tenderle una emboscada.

Torturado

Fue encerrado en una vivienda de Fuengirola donde lo torturaron despiadadamente para que revelase el paradero de la cocaína. Le golpearon una y otra vez, le clavaron cuchillos en los pies y en las manos y le amputaron las primeras falanges de los índices de ambas manos. Sus heridas se asemejaban a estigmas.

La hipótesis de los agentes es que, durante este calvario, la víctima se desmayó y sus captores pudieron darla por muerta, por eso decidieron deshacerse de ella arrojándola en un zarzal de una zona apartada del municipio.

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Las distintas líneas de investigación, en la que han colaborado las autoridades holandesas, han dado como resultado la detención de seis personas: cinco de ellas originarias de este país, y un británico. A todos ellos se les relaciona con el entramado de tráfico internacional de cocaína y otras sustancias.

'Los Peaky Blinders de Holanda'

Dos de los arrestos, de los que los últimos se realizaron en noviembre, se llevaron a cabo en Marbella, tres en Holanda y uno en Francia. A los investigados, entre otros delitos, se les imputa robo con violencia o intimidación, detención ilegal y lesiones.

En Marbella el líder de la trama, e instigador del rapto, y a uno de sus socios. El primero tenía tatuada la cara de Tommy Shelby, el protagonista principal de la serie Peaky Blinders, por lo que los investigadores bautizaron a la organización como Los Peaky Blinders de Holanda. Un mote también motivado por su estilo de vida caracterizado por su deseo de vivir en caravanas y mobilhome.

Los seis investigados han ingresado en prisión por una causa que dirige el Juzgado de Instrucción número 1 de Fuengirola. "La cantidad exacta de la droga robada no ha trascendido".