El juez investiga pagos en viagra y langostinos a funcionarios de Hacienda por "certificados falsos"

Las conversaciones intervenidas a la trama de funcionarios de la Agencia Tributaria de Málaga revelan todo tipo de pagos en especie, desde "un solomillo gigante" hasta "una sustancia que tiene efectos similares al medicamento conocido como viagra". Los trabajadores públicos supuestamente se embolsaron decenas de miles de euros gracias a los sobornos de empresarios y gestorías entre 2020 y 2022, pero, de forma paralela, los investigadores han detectado otra clase de retribuciones: "En Navidades no nos va a faltar de nada", llegó a celebrar el presunto cabecilla, Jesús Reyes.

Como desveló este martes El Confidencial, el Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga considera "acreditada la existencia de un grupo criminal organizado de funcionarios" en la delegación de la Agencia Tributaria de esta provincia. La investigación se extiende a ocho trabajadores públicos, dos de sus parejas, un vigilante de seguridad y 16 particulares. Los investigadores sostienen que los funcionarios "cobraban en metálico y especie" a cambio de una "gestión personalizada" que incluía agilizar trámites y frenar embargos, así como la emisión de "certificados falseados de estar al corriente de pagos con la Agencia Tributaria".

Para tratar de ocultar estas supuestas corruptelas, las conversaciones incluyen palabras en clave: "Cuando Jesús dice 'deja la tecla puesta', se puede estar refiriendo a que paralice el embargo", explica uno de los informes. "Se tiene conocimiento de que cuando se refiere a la gestoría, realmente se refiere a los compañeros/funcionarios de la delegación de Hacienda de Málaga", añade otro. Sin embargo, a medida que las referencias a "solomillos" y "entrecots" se iban acumulando, concluyeron que no se trataba de ningún código cifrado, sino de los productos con los que el presunto cabecilla recompensaba a otra funcionaria investigada.

Reyes trabajaba como "agente ejecutivo" en el área de recaudación, pero sin la categoría de funcionario de carrera. Para determinadas gestiones, necesitaba a esta otra compañera, y ahí entraban los supuestos pagos en especie: "La carne aún la tengo en el conge"; le escribió en diciembre de 2020, después de solicitarle información sobre las deudas de uno de los empresarios. "Te llevo los solomillo pa tu mario y entrecot pa tu nena [sic]", le dijo en marzo de 2021, mientras hablaban de aplazar el pago de una deuda a un cliente. "El solomillo que te iba a traer todavía lo tengo allí... Igual te traigo dos, tú te mereces dos", le prometió en abril de 2021.

En cuanto al vigilante de seguridad, el presunto cabecilla lo utilizaba "como intermediario para contactar con los funcionarios de la AEAT implicados (...) para llevar a cabo sus encargos". El vigilante era su "secretario" para los "trapicheos", tal y como Reyes se lo explicó a otro de los investigados en marzo de 2021: "Todos los viernes le tengo que dar lo que tú sabes", le aseguró en aquella misma conversación. Según los investigadores, "la contraprestación a la que se refieren en esta conversación es una sustancia que comercializa Jesús que tiene efectos similares al medicamento conocido como viagra y al que Jesús llama Índigo".

En otras ocasiones, los pagos en especie a los investigados llegaban en forma de frutas como "granadas", "algún bolso grandecito de tu estilo" y "merluza". De hecho, los mensajes también revelan que los investigados supuestamente se cubrían los unos a los otros a la hora de fichar en la oficina para poder ausentarse en horario laboral: "Se observa en la conversación de la fecha, como veníamos haciendo referencia en todo el análisis de las conversaciones, que Jesús le ficha la entrada a la jornada laboral por las mañanas".

Esta clase de favores y pagos en especie también se extendían a las empresas que recurrían sus servicios. Ahí queda la conversación del 31 de julio de 2021, cuando al hablar sobre las deudas que arrastraba una empresa especializada en congelados, el propio Reyes le dijo a otro funcionario que podían pedirle "calamares gigantes", "una pierna de cordero" o "langostinos". "Lo que queramos", le aseguró a su compañero. "Quieres un pulpo, quieres que te dé un pulpo mañana [sic]", le insistió cinco días después. El 10 de marzo de 2022, la policía también detectó otra conversación en la que Reyes le pedía a un empresario que le pagara la factura de su mecánico: "Recordemos que el arreglo del vehículo eran 1.000 euros, según conversaciones de días anteriores".

La policía terminó por detener a Reyes el 22 de marzo de 2022 y, este mismo martes, el funcionario volvió a comparecer como imputado ante el juzgado. La Fiscalía considera que los hechos pueden ser constitutivos de delito fiscal, cohecho, falsedad documental, prevaricación, blanqueo de capitales, revelación de secretos e infidelidad en la custodia de documentos. "Todos, como integrantes del referido grupo, eran perfectamente conocedores del entramado de corrupción", sostiene por su parte el juez.