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La economista que Susana Díaz robó a Podemos y ahora le hace a Sánchez el programa
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Hay quien la ve al frente del PSOE-A

La economista que Susana Díaz robó a Podemos y ahora le hace a Sánchez el programa

La sevillana Lina Gálvez se encarga de elaborar el proyecto que el PSOE presenta a las generales del 23 de julio y es una de las desconocidas del núcleo duro del presidente del Gobierno

Foto: Lina Gálvez, en la presentación de la ponencia marco del XL Congreso del PSOE. (EFE/Eva Ercolanese)
Lina Gálvez, en la presentación de la ponencia marco del XL Congreso del PSOE. (EFE/Eva Ercolanese)
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Lina Gálvez (Sevilla, 1969) se pensó su salto a la política a pesar de que lleva años en las quinielas. Ella misma recuerda que la primera vez que su nombre salió en los papeles fue en 2011, como posible número dos de la lista del PSOE al Ayuntamiento de Sevilla. Tardó casi una década en figurar en una candidatura del partido del puño y la rosa, en las europeas de 2019. Pero antes fue consejera del último Gobierno de Susana Díaz, después de años en los mentideros. "Yo no me veía de consejera", admite esta catedrática de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Lo fue solo durante seis meses, en los estertores del Ejecutivo de la trianera. Casi seis años después, se encarga de elaborar el programa con el que Pedro Sánchez, enemigo íntimo de la expresidenta andaluza, se presentará a las elecciones generales del próximo 23 de julio.

Dio el paso en la primavera de 2018, después de años de activismo político desde fuera. Y le dio un barniz feminista y de izquierdas al último equipo de Susana Díaz. Se quedó con las competencias de innovación y conocimiento, ocupando un hueco que quedó libre tras la marcha de María Jesús Montero, que dejó Torretriana (sede de la Consejería de Hacienda) para convertirse en ministra de Pedro Sánchez. Gálvez procedía de la órbita de Podemos, pero saltó como independiente al PSOE para intentar remozar el gabinete de la líder sevillana, que ya dejaba ver síntomas de desgaste. Y, como Montero, ha acabado cerca del ahora presidente del Gobierno, que la recuperó para las listas del PSOE al Parlamento Europeo tras el cambio de color en la Junta de Andalucía y su salida del Ejecutivo andaluz.

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto de Igualdad el pasado miércoles. (EFE/Zipi)

De estar en el entorno morado, con Teresa Rodríguez al frente, a pasarse al partido del puño y la rosa. Y entrar hasta tal punto que ahora es la responsable del programa. Ella misma y su entorno aseguran que es un paso lógico si se tiene en cuenta que ya se encargó de labores similares en el XL Congreso del PSOE, que se celebró en Valencia en 2021. Gálvez, junto con Hana Jalloul, elaboró la ponencia marco de ese cónclave, que fue la consagración orgánica del modelo de Pedro Sánchez al frente de los socialistas. Y fue entonces cuando esta economista se afilió al partido después de años de colaboraciones externas y esa etapa como consejera del último Gobierno de Susana Díaz.

Ese camino la ha llevado a estar en una de las imágenes más célebres de la precampaña socialista. Gálvez forma parte del núcleo duro del equipo de Sánchez para el 23-J y por eso figura en la foto que Nadia Calviño colgó en sus redes después de pasar por un filtro rejuvenecedor que convertía a los adultos en niños. Junto a Pedro Sánchez, en la foto aparecen cinco ministros (Félix Bolaños, Teresa Ribera, María Jesús Montero, Nadia Calviño y José Luis Escrivá), la presidenta del partido, Cristina Narbona, la exlíder de los socialistas vascos, Idoia Mendía, y Lina Gálvez, quizá la más desconocida de todos.

Es lógico, si se tiene en cuenta que gran parte de ese equipo está formado por los miembros más señeros del gabinete de Sánchez. Y también hay que tener en cuenta que Gálvez tiene su cargo entre Bruselas y Estrasburgo. Tras la experiencia como consejera, que llegó a generar algunos recelos en la propia Susana Díaz por la militancia feminista de la economista y su perfil de outsider, fue recuperada por Sánchez para la lista de las elecciones europeas de mayo de 2019. En el Europarlamento, es vicepresidenta de la comisión de Industria, Investigación y Energía y se ha encargado de la ponencia de numerosas leyes. Pero su perfil ha ganado enteros tras convertirse en vicepresidenta de la Fundación Europea de Estudios Progresistas, el think tank de los socialistas en la UE, por su experiencia académica. "Tiene mucha experiencia internacional, es su fuerte", explican desde su entorno, donde la ven con posibilidades de repetir como eurodiputada tras las elecciones de mayo de 2024, ya que Gálvez considera que para desarrollar su labor en la Cámara comunitaria son necesarias dos legislaturas.

Siempre en las quinielas

"He dicho sí a cosas, aunque no me apetecieran", cuenta la economista sevillana, consciente de que su nombre ha sonado en las quinielas cuando ha habido crisis en los gobiernos de Pedro Sánchez. Y no es el único caso similar, ya que incluso hay quien la mira como posible sucesora de Juan Espadas al frente del PSOE andaluz, en caso de hecatombe después de las elecciones del 23 de julio. "No me ha dado tiempo ni a pensar en esa posibilidad", explica la propia Gálvez, que asegura que no tendría problemas en volver a la carrera académica si la política le da la espalda.

Su salto a la política institucional fue en 2018, pero su nombre suena desde 2011 para distintos cargos que van desde ministra a líder del PSOE-A

A pesar de la falta de apego al puesto institucional, la economista sevillana tiene buenas palabras para su entrada en la política orgánica, a pesar de que es un camino en el que se acaba de iniciar. "La militancia me ha cautivado", espeta Gálvez, en referencia a las bases del PSOE, donde detecta un compromiso político "voluntario", que no espera una recompensa de su implicación a pesar de la mala imagen que tiene la política hoy en día. "Esa imagen se ha buscado, es algo intencionado", asegura con respecto a la desafección que la ciudadanía tiene respecto a la clase política.

"Entrar en un partido no borra quién eres, pero ya no me siento tan átomo suelto", admite Gálvez, que recuerda cómo su entrada en el Gobierno de Susana Díaz le generó una mayor precaución por lo que hacía en su vida privada. Eso no está reñido, insisten en su entorno, con ese perfil transversal que la lleva a mantener su visión académica y a mantener el contacto con personas de otros partidos, sobre todo en esa izquierda a la izquierda del PSOE, donde estuvo orbitando antes de entrar en la Junta. En esas relaciones destaca su buena sintonía con María Eugenia Rodríguez Palop, que es su homóloga en Sumar en materia de elaboración de programa, con la propia Yolanda Díaz y con Nacho Álvarez, cerebro económico de Podemos, ahora en el equipo de la vicepresidenta, y secretario de Estado en el Ministerio de Derechos Sociales.

Lina Gálvez (Sevilla, 1969) se pensó su salto a la política a pesar de que lleva años en las quinielas. Ella misma recuerda que la primera vez que su nombre salió en los papeles fue en 2011, como posible número dos de la lista del PSOE al Ayuntamiento de Sevilla. Tardó casi una década en figurar en una candidatura del partido del puño y la rosa, en las europeas de 2019. Pero antes fue consejera del último Gobierno de Susana Díaz, después de años en los mentideros. "Yo no me veía de consejera", admite esta catedrática de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Lo fue solo durante seis meses, en los estertores del Ejecutivo de la trianera. Casi seis años después, se encarga de elaborar el programa con el que Pedro Sánchez, enemigo íntimo de la expresidenta andaluza, se presentará a las elecciones generales del próximo 23 de julio.

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