El PSOE andaluz alerta a Ferraz de que el discurso del miedo a Vox beneficia al PP

Pedro Sánchez tiene un Manual de resistencia, pero en el PSOE andaluz han elaborado, por ensayo y error, un manual de cómo gestionar una campaña con Vox en condiciones de gobernar con el PP. El marco de las elecciones generales del próximo 23 de julio guarda similitudes con las elecciones andaluzas de 2022. Las encuestas colocan a los populares en cabeza, pero necesitarían a los de Santiago Abascal para gobernar. Los socialistas andaluces pusieron el foco en esa posibilidad durante la campaña de la pasada primavera y el resultado es bien conocido. El voto útil fue para Juanma Moreno, a quien el electorado vio como un muro de contención para evitar la entrada de Macarena Olona en la Junta.

Los socialistas andaluces aprendieron la lección, aunque ya hubo un antecedente en 2018. Fue Susana Díaz quien, a mitad de la campaña de aquel otoño, introdujo al partido ultra para espolear el voto del miedo. El resultado fue contraproducente, como detectó Gad3 en su encuesta, divulgada en la noche electoral de aquel 2 de diciembre. Vox fue creciendo paulatinamente durante esa segunda semana de campaña hasta llegar a los 12 diputados. Y apesar de esa doble experiencia, en el PSOE andaluz todavía no le han sacado rédito. Pero sí han advertido a sus colegas en Ferraz para intentar que la historia no se repita, aunque admiten que es complicado.

En la misma noche electoral, el líder del PSOE de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, aludió a los pactos entre PP y Vox que iban a cerrarse en las próximas semanas. La realidad es que la magnitud de la victoria electoral de los populares en el 28-M ha permitido al PP andaluz eludir a Vox en casi todos los grandes municipios de la comunidad, algo que no ha ocurrido en otras partes de España. La ristra de acuerdos en ayuntamientos como el de Valladolid o Elche, unida a la conformación de los gobiernos autonómicos, dificulta que en Ferraz sigan el consejo de sus colegas andaluces y sacar a Vox del discurso. Pero están avisados y la idea es evitarlo en la media de lo posible, aunque es cierto que la ruptura de PP y Vox en Extremadura ha desviado el foco y permite a Alberto Núñez Feijóo tomarse un cierto respiro.

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EFE

Desde el PSOE andaluz, aseguran que en Ferraz son conscientes de esta realidad y confían en que la campaña siga por el camino marcado por Pedro Sánchez: mucha presencia en los medios de comunicación y pocos actos en un periodo preelectoral que estará marcado por el calor. El mejor símbolo de este estilo de campaña es que, hoy por hoy, no está contemplado que Pedro Sánchez vuelva a Andalucía después del arranque del pasado domingo en Dos Hermanas. “Tenemos que movilizar al electorado que no va a los mítines, los que van a los mítines son los nuestros”, apunta una fuente del PSOE andaluz. La presencia de la mayor federación socialista en Ferraz no pasa por su mejor momento, pero en San Vicente aseguran que se les ha escuchado en este asunto. Y no son los únicos que defienden esta idea. En el seno del PP también lo airean, como ha hecho Cayetana Álvarez de Toledo en Twitter y como hizo el propio Juanma Moreno en la campaña de las andaluzas, cuando se presentó como la opción de voto útil para evitar la llegada de Olona a San Telmo.

Hay que recordar que el trasvase de voto desde el PSOE al PP en las andaluzas de junio de 2022 superó el 15%. Fueron 150.000 votos que cimentaron la mayoría absoluta de Juanma Moreno. A esa fuga de sufragios socialistas hubo que sumar la práctica absorción de Ciudadanos y también la captación por parte de Moreno de votantes de Vox que en las generales de 2019 optaron por el partido ultraconservador y en Andalucía prefirieron el perfil moderado del presidente de la Junta. Parte de ese éxito tuvo que ver con las extravagancias de la campaña de Macarena Olona, que son comparables a algunas de las noticias que se están conociendo estos días, como la prohibición en un acuerdo de PP y Vox de colocar banderas LGTB en un pueblo de Valencia o ese cartel enorme de Vox en el que tiran a la basura la enseña multicolor o el símbolo del feminismo.

“No podemos hablar solo de que vienen los malos”, dijo el pasado martes Antonio Gutiérrez Limones, coordinador de la campaña andaluza del PSOE, que explicó en su primera comparecencia tras asumir el cargo que los socialistas se centrarán en pedir el voto útil “a todos los progresistas de este país”. Y eso pasa también por elevar el ánimo de una militancia decaída después del esfuerzo de las elecciones municipales, con tan exiguo resultado. “Han sido unas elecciones injustas”, aseguró el candidato socialista al Senado, que explicó que la diferencia de votos con el PP (tres puntos porcentuales) se ha traducido en una perdida enorme de poder institucional que tiene a los socialistas noqueados en todo el país.

A pesar de ese mensaje, los socialistas tienen muy difícil deshacerse del discurso. Incluso los andaluces. Al poco tiempo de la reunión en la que el PSOE-A avisó en Ferraz de los peligros de centrar el foco en Vox, la número dos del partido, Ángeles Férriz, comenzó su comparecencia semanal de los miércoles criticando al partido de Santiago Abascal por el cartel que han colocado tirando a la basura la bandera del Orgullo LGTBI o el símbolo feminista. "No es Vox, es el PP", añadió la política jiennense en un intento por desviar la atención a las políticas impulsadas por Juanma Moreno que beben de los postulados de Vox, como el teléfono de la violencia intrafamiliar o las ayudas a entidades antiabortistas.

Debate Montero vs. Bravo

El objetivo es ahora reactivar a esa militancia y convencer a esos ajenos sin agitar el fantasma del miedo a Vox. Y la idea de Ferraz es poner el foco en el propio Alberto Núñez Feijóo, como hizo Sánchez en Dos Hermanas, aunque sin obviar a Abascal. En el PSOE, son conscientes del éxito que tienen algunos de sus ministros, como la sevillana María Jesús Montero o Nadia Calviño, la cara económica del gabinete, a pesar de que no va en las listas. Los socialistas tienen en la manga la buena marcha económica del país, aunque saben que es un discurso que difícilmente cala en la población, al menos cuando se trata de elegir a quién votar.

El PSOE andaluz aprovecha que Bravo y Montero son candidatos por Sevilla para proponer un debate de marcado carácter económico

No es casualidad que en esta campaña, a diferencia de lo que ocurrió en la del 28-M, el PSOE haya optado por mezclar el componente de gestión con un matiz emocional. Se le notó al Sánchez agresivo del mitin del pasado fin de semana. Y es un campo que controla muy bien la ministra de Hacienda, candidata por Sevilla y número dos orgánico del PSOE. En ese contexto encaja perfectamente la posibilidad de que Montero debata con quien ahora mismo lleva las riendas del PP en lo económico. La casualidad ha querido que los populares hayan colocado a Juan Bravo como número uno por Sevilla, es decir, compite directamente por los escaños con Montero. Y por eso los socialistas andaluces han propuesto este lunes un debate entre Montero y Bravo, dos figuras acostumbradas a batirse por el pasado de Bravo como consejero andaluz de Hacienda.