Piden más de un siglo de cárcel para dos jóvenes por 6 agresiones sexuales a una chica ebria

La Fiscalía de Málaga solicita más de 100 años de cárcel en total para dos jóvenes acusados de, supuestamente, agredir sexualmente seis veces en una sola noche a la expareja de uno de ellos, aprovechando que la víctima se encontraba bajo los efectos del alcohol. La chica, una vez pudo abandonar la casa en la que se produjo el ataque, contactó con familiares en Holanda y estos pidieron ayuda para que fuese llevada a un hospital e interviniese la Policía Nacional.

Según se plasma en el escrito de acusación, los hechos se remontan a la madrugada del 4 de octubre de 2019. Sobre las 6:00, los investigados se encontraron en la calle Dos Aceras a la antigua novia de uno de ellos, una joven extranjera. "Actuando de común acuerdo", y "en ejecución de un plan previamente concertado" favorecido porque "estaba bebida", le propusieron que fuesen a casa de su expareja con el fin de "agredirla sexualmente" con "expreso desprecio a su libertad".

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EFE

La chica, ajena a estas intenciones, aceptó a acompañarles al inmueble. Estando en su interior, y mientras el que fue su novio —J.L.B.— preparaba unas copas, el amigo —F.J.G.G.— "le tocó una pierna con ánimo libidinoso e intentó besarla". Ella se lo recriminó antes de que su exnovio regresara a la habitación. La víctima accedió a que este la besara, por lo que el tercero se fue a la terraza. Pasados unos minutos, la antigua pareja decidió ir a un dormitorio, donde la mujer se encontró al amigo esperando en la cama.

La representante del Ministerio Público señala que los dos investigados habían "concertado" lo que iba a suceder inmediatamente después. Según relata, cuando la chica dijo que se quería ir, los procesados supuestamente "la cogieron de los brazos" tras intentar convencerla para que no se fuese. J.L.B. "se pone detrás de ella" y la "empujó" hacia la cama para que realizara una felación a su amigo. Al negarse, su expareja presuntamente le "propinó un guantazo en la cara", y "por miedo accedió".

La víctima se hizo la dormida y, cuando sus agresores se acostaron, abandonó la casa

El escrito de acusación detalla la sucesión de agresiones sexuales que supuestamente se producen mientras los tres están en esta habitación y destaca que el exnovio, cuando terminaron, obligó por la fuerza a la víctima a que se duchara. Se supone que para eliminar pruebas, como restos biológicos.

Cuando la mujer estaba secándose en el baño, irrumpió F.J.G.G., que le pidió que se bañara con él. La víctima se negó y tuvo que empujarle y salir cuando el individuo presuntamente trató de penetrarla de nuevo. "Tras ir al dormitorio a recoger sus zapatos y bolso", su antigua pareja "la cogió fuertemente a la altura de la clavícula" y "la arrojó a la cama". El hombre, cuenta la fiscal, se puso encima y volvió a agredirla sexualmente.

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Beatriz Parera

La víctima "esperó haciéndose la dormida y, cuando ambos dormían, aprovechó para irse". "Una vez fuera de la vivienda, llamó a una prima que está en Holanda y le contó lo que le había pasado". Este familiar relató lo ocurrido a su madre y a la de la agredida, que pidieron auxilio a un compañero de piso de la joven y que al conocer los hechos la llevó a un hospital y a la Policía Nacional.

El estudio forense, entre otras cosas, reveló una serie de lesiones compatibles con "la sujeción de manos sobre el pectoral"; así como "equimosis en cuello, en región cervical izquierda y pómulo izquierdo inflamado y doloroso a la palpitación".

La joven, tras huir, pudo contactar con una familiar en Holanda, que activó la ayuda

La Fiscalía considera que J.L.B. y F.J.G.G., son autores materiales o cooperadores de seis delitos de agresión sexual y de dos de tentativa; y entiende que ambos se les debe aplicar el agravante de género, mientras que el de parentesco es achacable únicamente a la expareja.

La suma de las penas que deben afrontar ambos supera el siglo de encarcelamiento, rebasando los 50 años en el caso del que fue compañero sentimental en el pasado. Se reclama que ambos procesados, a los que en el caso de ser condenados se le impondrían duraderas órdenes de alejamiento, indemnicen de forma solidaria a la víctima con 50.000 euros.