El alijo con el que se quería coronar ‘El Rambito’: hallan 22.000 kilos de hachís en Málaga

Hay oportunidades que sólo se presentan una vez en la vida, debió pensar El Rambito, que al conocer los detalles de la operación imaginó su inminente coronación entre los grandes narcos del sur. Un alijo con el que trascender y hacerse un nombre más allá de Córdoba, donde es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad. Demostrar que allí también saben lidiar con franceses, holandeses o italianos y que el negocio del narcotráfico no es exclusivo de la Costa del Sol o el Campo de Gibraltar.

Pero una cosa que no tuvo en cuenta en su ecuación para lograr el éxito fulgurante es que tras él, siguiendo los pasos de cada uno de los miembros de su organización, estaba un grupo de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que no iban a permitir su ascensión. La semana pasada, con una operación conjunta de ambos cuerpos de seguridad, se difuminaron sus sueños de grandeza. En una nave del municipio malagueño de Mollina se localizaron 20.000 kilos de hachís —a los que hay que sumar otros aproximadamente 2.000 en una furgoneta interceptada— que el delincuente presuntamente quería mover junto a un grupo organizado francés. Una aprehensión valorada en unos 44 millones de euros con un precio de compra al por mayor, que podría duplicar su valor en el país galo, y que tuvo uno de sus orígenes en un vuelco —robo de drogas entre traficantes— ocurrido en la capital malagueña.

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Según pudo saber El Confidencial de fuentes cercanas al caso, las pesquisas realizadas por investigadores de la Sección de Crimen Organizado de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol permitió la detención de un grupo delincuencial asentado en Granada que se desplazó a Málaga para hacerse con un importante alijo que se guardaba en una nave de un polígono del distrito oeste. La investigación se saldó con la aprehensión de 1.600 kilogramos de la citada sustancia en un municipio relativamente próximo a la capital nazarí y el encarcelamiento de varios investigados.

Las indagaciones realizadas en torno al inmueble asaltado por estos ladrones de drogas abrió una nueva línea de investigación que se cruzó con un caso abierto por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba. Fue entonces cuando se creó un equipo de trabajo conjunto que pronto pondría el foco sobre El Rambito como el supuesto cabecilla de una red internacional de narcotráfico hispanofrancesa.

La investigación tuvo uno de sus orígenes en un robo de droga producido en un polígono de Málaga

Las distintas líneas de investigación confluyeron en el municipio malagueño de Mollina, concretamente en una venta abandonada en la que los agentes ubicaron una flota de vehículos que presuntamente podría estar siendo utilizada por la red para desplazar alijos a distintos puntos. Los seguimientos que se realizaron de estas furgonetas fueron los que llevaron a los agentes de ambos cuerpos hasta el epicentro de la operación: una nave industrial ubicada en el mismo término municipal.

Los efectivos de la Sección de Crimen Organizado de la Udyco de la Comisaría de Fuengirola, del EDOA del Instituto Armado y de la Sección de Estupefacientes de la Udyco de la Comisaría de Córdoba centraron sus vigilancias sobre un inmueble que exteriormente no despertaba sospechas. Las alarmas se dispararon la pasada semana, cuando observaron la llegada de un gran camión que parecía transportar verduras y hortalizas, y desde el que unos operarios trasladaban parte de la carga hasta una furgoneta.

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Este vehículo partió del lugar y puso rumbo a la capital malagueña, donde fue interceptado por los agentes en la zona de Puerto de la Torre. Al volante se encontraba un individuo de origen búlgaro y un amplio historial delictivo que fue inmediatamente arrestado. En la zona de carga hallaron en torno a 2.000 kilos de hachís.

La posibilidad de que estas toneladas fuesen parte de un alijo más importante era algo factible, por lo que los responsables de ambos cuerpos de seguridad optaron por entrar en la nave de Mollina antes de que la posible droga pudiese ser movida a otro lugar. No se equivocaban, pero jamás habrían imaginado lo que iban a encontrar allí.

Tras reducir y detener a dos individuos que se encontraban en el inmueble —posiblemente realizando tareas de vigilancia—, comenzaron un registro que se iba a prolongar horas y horas. Y no porque hubiese muchas habitaciones que inspeccionar, sino porque hallaron, nada más, y nada menos, que otros 20.000 kilos de hachís. Sin duda alguna, una de las incautaciones más grandes que se han realizado recientemente en el país. Un éxito policial conjunto que ha permitido asestar un gran golpe al negocio ilícito del narcotráfico.

El cabecilla de la red fue detenido en Córdoba tras localizarse el gran alijo en una nave de Mollina

Las fuentes consultadas señalaron que la sustancia se presentaba de una curiosa forma, vista anteriormente en la investigación más importante realizada hasta la fecha contra el narco y que permitió la desarticulación del Cártel del Sur y el Cártel de Tánger. El hachís se distribuía como bolas de un tamaño similar al de un tomate y recubiertas con papel celo rojo para simular ser una carga de esta fruta. ¿Puede ser una partida de aquellas grandes organizaciones? De momento no hay pruebas que las vinculen con esta operación, pero es cierto que esta forma de mimetizar la carga ilícita, lejos de los tradicionales fardos, llamó la atención.

Una vez inmovilizado el espectacular alijo, se optó por actuar inmediatamente contra la trama cordobesa que presuntamente dirige la red y fueron arrestadas cuatro personas: El Rambito, considerado el líder de la organización, así como tres machacas. La hipótesis con la que se trabaja es que estas personas supuestamente tenían nexos con narcos franceses y que el destino final de la droga era el país vecino y otros puntos de Europa.

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La operación, en la que están implicados dos juzgados, uno de Málaga y otro de Córdoba, concluyó días atrás con la captura de otras tres personas, para elevar el número total de detenidos a la decena. De éstos, al menos siete han ingresado en prisión por, entre otros delitos, asociación ilícita y tráfico de drogas.