Los apicultores luchan por mantener las colmenas ante un año "horroroso"
Los cambios bruscos de temperatura y la sequía hacen mella en el sector. También influye el incremento de precios. "Estamos luchando por mantener la cabaña, no por sacar producción"
Las altas temperaturas y la falta de lluvias en la provincia de Jaén han dejado el campo sin flores y ello ha llevado a que los apicultores estén luchando por mantener las colmenas después de una cosecha de miel "casi inexistente". Así lo ha indicado el responsable de Apicultura en COAG Jaén, Tomás Torralba, que ha asegurado que este 2022 ha sido un año "horroroso" que "da la puntilla a una época de malos años". "Nunca ha pasado algo tan grave como ahora y la abeja, que es un bioindicador, nos lo está indicando, el cambio climático está dejando el campo hecho un desierto", ha señalado Torralba.
El frío cuando no corresponde, como ocurrió con la cosecha de miel del romero o el exceso de calor como ocurrió en mayo, quemando todas las flores, dan "al traste con la miel de primavera y ahora con la de verano, dejando sin miel de eucalipto o de girasol".
En este sentido, ha explicado que estos cambios tan bruscos de temperaturas son "la puntilla" a unos años que venían siendo cada vez peores a causa de la sequía. Si se compara con cosechas de hace años, cuando las había normales, la de este año sería "ínfima", y si se compara con las cosechas de los últimos cuatro años, que ya eran bajas, la producción se habría reducido en un 80 o 90 por ciento.
Este año, muchos apicultores, como Tomás Torralba han renunciado incluso a la trashumancia, porque no ha llovido en ningún sitio y no les compensa realizar más gastos como los del gasoil para transportar las colmenas.
De hecho, según un informe de COAG del mes de abril, el aumento de los precios del gasóleo ha duplicado el coste de los desplazamientos y una explotación media de 500 colmenas ha pasado de tener de unos gastos en transporte de 5.200 euros a superar los 10.000.
En opinión de Tomás Torralba, "no hay alternativas, las ayudas están sirviendo para mantener las colmenas y que no desaparezcan, pero los apicultores tienen que buscar otros trabajos porque de las ayudas no se vive. Estamos luchando por mantener la cabaña, no por sacar producción".
En Jaén, existen unas 38.000 colmenas, de las que aproximadamente 21.000 se encuentran en la zona de la comarca de Andújar, y trabajan unos 175 apicultores. En una campaña media baja como la de 2019 se obtenían unas 380 toneladas de miel, a una media de unos diez kilos por colmena.
Por su parte, Andalucía cuenta con 600.000 colmenas, 5.000 explotaciones, que representan el 20 por ciento del total nacional, con una miel de gran calidad. En España hay censadas alrededor de 35.300 apicultores, aunque la profesionalización es muy baja.
El 2021 ya fue en España un año muy desigual para la apicultura, ya que la climatología fue bastante adversa en muchas zonas y, en general, la producción de miel fue más baja de lo esperado en un principio. A los problemas ocasionados por la climatología que ocasionan malas cosechas se une los que producen la presencia de varroa en las colmenas y la falta de tratamientos cada vez menos efectivos.
También hay que añadir la competencia de mieles de baja calidad procedentes de países de fuera de la Unión Europea, especialmente China. Así, según el informe de importaciones de miel del primer trimestre de 2022, elaborado por COAG, entre enero y marzo los operadores españoles adquirieron un total de 9.198 toneladas, situándose en niveles muy similares a los del primer trimestre de 2017, cuando se registraron las mayores importaciones de miel de los últimos años.
China y Portugal vuelven a situarse en 2022 como principales países abastecedores de la industria española. La industria portuguesa vendió a los operadores españoles un total de 2.261 toneladas de miel, a un precio medio de 2'05 euros el kilo; mientras que la industria china vendió 2.214 toneladas a un precio medio de 1'46 euros el kilo.
La organización agraria COAG ha insistido en que la miel que no está comprándose por parte de la industria española directamente a China, como se hacía anteriormente, "se triangula desde hace algunos años a través de otros países del entorno comunitario" y "durante este primer trimestre de 2022, principalmente ha sido desde Portugal".
Las altas temperaturas y la falta de lluvias en la provincia de Jaén han dejado el campo sin flores y ello ha llevado a que los apicultores estén luchando por mantener las colmenas después de una cosecha de miel "casi inexistente". Así lo ha indicado el responsable de Apicultura en COAG Jaén, Tomás Torralba, que ha asegurado que este 2022 ha sido un año "horroroso" que "da la puntilla a una época de malos años". "Nunca ha pasado algo tan grave como ahora y la abeja, que es un bioindicador, nos lo está indicando, el cambio climático está dejando el campo hecho un desierto", ha señalado Torralba.