Los agentes implicados en la mayor operación antidroga cobraban 500.000 € por alijo

No se sabe con certeza absoluta, pero sí hay sospechas con las que se han realizado estimaciones. Los responsables de la operación Corsini-Imperium, que ha supuesto lo que se considera la mayor aprehensión de droga en la historia del país —casi 170 toneladas—, calculan que los agentes supuestamente implicados en el entramado de corrupción desmantelado podían llegar a percibir de los traficantes hasta medio millón de euros por cada alijo que dejaban pasar por el puerto de Algeciras.

Fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial explicaron que todo apunta a que no había una ‘tarifa de peaje’ fija y que el importe del soborno probablemente oscilaría con base en la cantidad de hachís o cocaína que quería introducir la organización que contactaba con los investigados.

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El reparto del dinero, explicaron, no era unitario. Se establecía, al parecer, en relación con el rol desempeñado por cada uno, así como el puesto de jerarquía que ostentase dentro de la organización. “Podía haber quien recibiese 30.000 euros, y otros que se llevasen mucho más”, detallaron, para añadir que, no obstante, las cantidades eran elevadas incluso en los escalafones inferiores. Y no era para menos, porque con ese pago los narcos se aseguraban que la droga pasase sin problemas por los filtros de seguridad del recinto portuario algecireño.

Los investigadores de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Málaga de la Guardia Civil, que han destapado este presunto entramado corrupto, detectaron que los investigados presuntamente operaban a las órdenes del Clan del Sur, la organización que supuestamente los sedujo con elevadas mordidas y que era a la que acudían otras redes de tráfico de droga para asegurarse una entrada de la mercancía al país. El cabecilla, un individuo de origen magrebí, se encuentra fugado en la actualidad.

La impunidad era tal, que pasaron un alijo con forma de tomates envueltos en celofán rojo

Esta red “no movía droga”, especifican las fuentes consultadas, que añadieron que su principal función era controlar los filtros de entrada al país. “Facilitaban el acceso”, después de que el Clan de Tánger hubiese hecho lo propio, a cambio de una suculenta tarifa, al otro lado del Estrecho. Los traficantes compraban una seguridad que hacía que se desenvolvieran con gran impunidad. No se preocupaban ni de ocultar la droga, que transportaban en camiones o contenedores. Y cuando lo hacían, empleaban sistemas que rayaban la mofa. Como esos dos alijos que se interceptaron posteriormente y en los que los traficantes moldearon el hachís con forma de tomates y melones para después envolver las piezas con papel celofán de color rojo y verde.

La operación Corsini-Imperium se ha saldado, de momento, con el arresto de 61 personas, muchas de ellas camioneros que llevaban la droga en sus remolques, pero entre las que destacan los al menos ocho agentes investigados. Cuatro guardias civiles, a los que se une un quinto que es investigado no detenido, destinados en el puerto de Algeciras, que presuntamente “facilitaban la entrada de los alijos” dejando sin inspeccionar los vehículos que los transportaban y que supuestamente “ofrecían información relevante” —número de efectivos, turnos...— sobre el despliegue del Instituto Armado. Con estos datos, se planificaban los envíos de droga.

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En las distintas fases en las que se ha desarrollado el caso también fueron arrestados un policía nacional destinado en Ceuta, al que se investiga por revelación de secretos, un auxiliar administrativo de Aduanas y un expolicía local.

Como informó este periódico, hay quienes consideran esta investigación una de las más importantes llevadas a cabo en el país contra el narcotráfico. “Probablemente en la que más droga se ha intervenido”, remarcaron. Se han incautado más de 83.680 kilos de resina de hachís, así como 9,76 toneladas de clorhidrato de cocaína. Aunque los investigadores han logrado imputar a los detenidos su participación en la introducción de otros aproximadamente 67.275 y 6.200 kilogramos de ambas sustancias, respectivamente. Por lo que las cantidades de una y otra droga superarían las 150 y casi 16 toneladas de peso. La estimación del valor de estos alijos ronda los 525 millones de euros —algo más de 170, el hachís, y 350, la cocaína—.