Sánchez desembarca en las andaluzas y alimenta el miedo a un pacto entre PP y Vox
El presidente ha sacado pecho de la reforma laboral, la subida del salario mínimo y la reforma de las pensiones, mientras que considera que la derecha se mueve por intereses partidistas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desembarcado en la precampaña de las elecciones andaluzas, donde algunas encuestas vaticinan un nuevo naufragio electoral del PSOE frente a la derecha, con un mensaje claro: no es lo mismo que gobierne la izquierda a que lo hagan la derecha y la ultraderecha. Sánchez, además, ha sacado pecho al presumir de las medidas estrella del Ejecutivo en esta legislatura y ha apelado a la movilización de su electorado para frenar a PP y Vox, a los que ha acusado de moverse por "intereses partidistas" y de ejercer una "política malsana".
"Lo que no es bueno para Europa, no puede ser una solución para Andalucía", ha apuntado Sánchez, aludiendo a "los amigos de Putin", durante su intervención al cierre de un acto de precampaña en Torredelcampo (Jaén). Allí, el líder del Ejecutivo ha dado el pistoletazo de salida a la precampaña y ha escenificado su respaldo al candidato socialista en Andalucía, Juan Espadas. "Somos los únicos que tenemos partido, que tenemos proyecto y al mejor candidato, que va a ser presidente de la Junta", ha reiterado Sánchez.
El presidente del Gobierno ha reconocido que la economía ha desplazado al Covid-19 como la principal preocupación de los españoles, marcando el terreno de juego del ciclo electoral que se abre en España a partir de estas autonómicas andaluzas. Por eso, no ha dudado en repasar los grandes hitos económicos aprobados por la coalición con Unidas Podemos como garantía de gestión de cara a acabar con el mandato del popular Juanma Moreno.
"Hoy tenemos 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, uno de cada dos contratos que se firman son indefinidos gracias a la reforma laboral del Gobierno y el salario mínimo interprofesional es de 1000 euros al mes", ha enumerado el mandatario socialista, que también ha ensalzado el valor del tope al gas aprobado ayer por el Consejo de Ministros tras una dura negociación con Bruselas.
"Hemos trabajado en todos los frentes para tener la excepción ibérica", ha celebrado Sánchez, que ha vaticinado un impacto positivo de la medida que podría rebajar "entre un 15% y un 30% a 30 millones de hogares" la cuantía de la factura eléctrica. Asimismo, el presidente ha ensalzado otras de las principales medidas económicas aprobadas desde el comienzo de la invasión de Ucrania, como la rebaja de 20 céntimos por litro en los carburantes, "los 1.000 millones" para apoyar al sector de los transportes, o la "reducción" de impuestos en la tarifa de la luz.
El presidente del Ejecutivo ha cargado contra el candidato andaluz del PP, Moreno Bonilla, acusándole de esconder las siglas de su partido y de inacción."En un mundo en el que se está dando una transformación vertiginosa, dejar a Andalucía como está es dejarla en punto muerto", ha aseverado un Sánchez, que también ha pedido a los andaluces no "conformarse con lo que ya hay".
Por su parte, el candidato ha centrado gran parte de su discurso en la movilización de su electorado de cara a un 19-J en el que las encuestas no vaticinan unos resultados demasiado optimistas para el PSOE, que ahora mismo aspiraría a repetir los resultados de los últimos comicios: fueron 33 escaños. "Hay partido y lo vamos a ganar", ha repetido Espadas en su intervención.
Espadas ha incidido especialmente en el voto femenino, recordando a Clara Campoamor, y pidiendo la confianza de las andaluzas para su proyecto, ya que tienen "mucho que decir" en la próxima cita electoral, azuzando el miedo a un Gobierno bipartito del PP y Vox. También ha querido hacer un llamamiento a un voto joven que, según ha incidido, tiene la oportunidad de elegir entre "derechos, o la carencia de ellos".
Feijóo rebaja el tono
Desde Galicia, el presidente del PP ha dado la réplica a Sánchez rebajando la tensión con los socialistas, remarcando que su salto a Madrid se produce para "ser útil a una España fragmentada" por el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. "Cordialidad política, lingüística y respeto a las instituciones. Es lo que me voy a llevar a la política nacional. El cumplimiento de la Constitución y del Estatuto no pueden ser negociables", ha manifestado.
Feijóo, que ha asistido al nombramiento de Alfonso Rueda como su sucesor al frente de la Xunta de Galicia, ha insistido en que su adiós a la política gallega se produce por la necesidad de cumplir con su deber. "Esta cordialidad democrática que respiramos en Galicia sería bueno exportarla para el conjunto del país", ha concluido.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desembarcado en la precampaña de las elecciones andaluzas, donde algunas encuestas vaticinan un nuevo naufragio electoral del PSOE frente a la derecha, con un mensaje claro: no es lo mismo que gobierne la izquierda a que lo hagan la derecha y la ultraderecha. Sánchez, además, ha sacado pecho al presumir de las medidas estrella del Ejecutivo en esta legislatura y ha apelado a la movilización de su electorado para frenar a PP y Vox, a los que ha acusado de moverse por "intereses partidistas" y de ejercer una "política malsana".
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