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El final del 'sargento Polilla': una murga, amenazas y un triple accidente mortal
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TRES AÑOS DESPUÉS DE SU ÚLTIMA CONDENA

El final del 'sargento Polilla': una murga, amenazas y un triple accidente mortal

La historia de degradación del polémico mando de la Guardia Civil de Málaga llega a su fin con su expulsión oficial del cuerpo siete años después de su primer cese y tras ser condenado por provocar, ebrio y drogado, una colisión con tres muertos

Foto: El 'sargento Polilla', tras su detención por provocar el accidente en el que murieron tres personas. (EFE/Daniel Pérez)
El 'sargento Polilla', tras su detención por provocar el accidente en el que murieron tres personas. (EFE/Daniel Pérez)

'C’est fini'. Siete años después de que trascendieran sus desmanes, y entrara en una espiral de degradación que se llevó por delante la vida de tres turistas en un accidente, Miguel C.L., más conocido en el pueblo malagueño de Tolox como ‘el sargento Polilla’, ha dejado de ser miembro de la Guardia Civil. El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa (BOD) publicaba el pasado 26 de abril que, desde el 29 de marzo, este polémico miembro del cuerpo oficialmente pierde la condición de guardia civil y militar de carrera” tras concluir un expediente interno al que sucesivamente se han ido añadiendo episodios graves.

La directora general del Instituto Armado, María Gámez, firmaba el 18 de abril una resolución de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la que acordaba la baja definitiva del sargento primero, que se encontraba “en situación de servicio activo, pendiente de asignación de destino y encuadrado a efectos de régimen interior en la Comandancia de Sevilla”. Según el documento, al que ha tenido acceso El Confidencial, “la pérdida de la condición de guardia civil no supondrá, en ningún caso, el pase del afectado a retiro”, y precisa que “el tiempo de servicios cumplido le será considerado a efectos de la determinación, en su momento, de la pensión que le corresponda”.

Foto: El sargento de la Guardia Civil detenido por provocar el accidente. (EFE)

La ministra decreta una expulsión que se adopta con base en el artículo 95.1.d del Régimen del Personal de la Guardia Civil, que especifica que es consecuencia de una “sanción disciplinaria de separación del servicio”.

El texto habla de “sanción” en singular, aunque en el caso del ‘sargento Polilla’ debería multiplicarse para dar cabida a su larga lista de desmanes. Su salto al ‘estrellato’ mediático podría considerarse anecdótico, pero es un reflejo de su forma caciquil de desenvolverse por la vida. Corría el verano de 2013 y Tolox se acicalaba para celebrar una nueva edición de San Roque, una fiesta con más de un siglo y medio en la que destaca la ‘cohetá’, una tradición en la que los vecinos del pueblo lanzan cohetes durante la procesión del santo.

Hasta ese año, los fuegos artificiales se podían escuchar por todo el recorrido, pero entonces el citado mando de la Benemérita decidió establecer tres zonas en las que se podían explosionar: la plaza del ayuntamiento, la calle Ancha y la plaza Alta. Esta decisión derivó en una cascada de denuncias por alteración del orden público a quienes se saltaron esta directriz y, por ejemplo, lanzaron petardos a la salida de la iglesia. Las reclamaciones que se presentaron en la Comandancia de Málaga y la Subdelegación del Gobierno no prosperaron y se instauró un malestar en la población que estallaría dos años después.

La murga 'Sin tetas no hay para el guiso' decidió protestar contra el nuevo estatus instaurado por Miguel C.L. con una letra que desató las iras del guardia civil. La coplilla se titulaba 'Mi sargento' y rápidamente se popularizó entre los vecinos del municipio:

“Mi sargento / a la orden mi sargento / el que manda por supuesto / hasta en el alcalde / hasta en el alcalde.

El que aplica un libro entero / de normas y reglamentos / el que nunca entiende / el que no comprende / nuestros sentimientos.

Se deja aconsejar, por uno o dos / y encima de Tolox, vaya pasión / aplicando unas leyes, que él mismo se ha ‘inventao’ / que al mismo duque de Ahumada, deja ‘pasmao’.

El día San Roque / otra vez el día San Roque / volvieron tus civilones / malos modos y empujones.

Nunca olvides, que hay ‘nacíos’ por aquí / en cada casa, más de un guardia civil / y en más de una, más galones que los tuyos / que cualquier día, te rebajan el orgullo”.

El protagonista de la letra vio en ella una afrenta y volcó su malestar contra uno de los componentes de la murga, que se vio obligado a denunciarlo. El ‘sargento Polilla’ se presentó en su vivienda y lo amenazó y agredió delante de su familia.

El polémico mando acumula al menos tres condenas por distintos delitos graves

Estos hechos concluyeron en una sentencia que el agente conocería en un nuevo destino. Porque a principios de junio de 2015 trascendía que había sido trasladado y dejaba de dirigir el puesto de Tolox. Y no solo por el incidente con los vecinos, sino también por una investigación interna que acabaría en condena y que fue un triste presagio de la gran tragedia que iba a protagonizar en el verano de 2017.

Ebrio y drogado

Todo se remonta a mayo de 2014, Miguel C.L. circulaba con su vehículo por la carretera A-4053, que une las localidades malagueñas de Alhaurín el Grande y Fuengirola, cuando colisionó violentamente contra otros turismos. El fallo del Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga recogía que, una vez que fue auxiliado para salir de su vehículo, “causante del accidente”, y que había dado varias vueltas de campana, “no cesó de efectuar llamadas telefónicas desde su teléfono móvil”. Se encontraba “muy agitado y deambulante” y “en modo alguno colaboró” con el médico que lo auxiliaba. Aunque fue advertido por un policía de que no se podía marchar del lugar hasta que llegaran los funcionarios del equipo de Atestados, cruzó al otro lado de la calzada, se introdujo en un vehículo y “se fugó del lugar con el propósito de evitar la práctica de la prueba de detección alcohólica y de drogas”. No obstante, a pesar de que después se negó a someterse al test de alcoholemia, eran “evidentes” los síntomas de que se encontraba bajo los efectos de esta sustancia.

La autoridad judicial consideró probado que el sargento primero provocó el siniestro al circular “a velocidad excesiva” y bajo los efectos de bebidas alcohólicas, por lo que lo condenó a un año y medio de prisión por un delito contra la seguridad vial.

Foto: Equipos de emergencias acuden al lugar del accidente en la A-5. (Emergencias 112)

El ‘sargento Polilla’ construía con sus actos una imagen de oveja negra que culminaría con un trágico episodio sucedido tres años más tarde en el municipio de Torremolinos. Un suceso que lo llevaría a prisión. El 28 de junio de 2017, circulando a 149 kilómetros por hora por una vía limitada a 100, invadió el carril derecho, impactó con un primer vehículo y después se desvió para chocar con un taxi que iba por otra carretera. Sus cinco ocupantes salieron despedidos cuando comenzó a dar vueltas de campana. Tres de ellos fallecieron, y otras nueve personas implicadas en el accidente resultaron heridas de diversa consideración. Algunas de las víctimas eran miembros de una misma familia que se había desplazado a la Costa del Sol para pasar sus vacaciones.

El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga consideró probado que Miguel C.L. había ingerido bebidas alcohólicas y una alta dosis de cocaína antes de ponerse al volante. Fue considerado autor de tres delitos de muerte por impudencia grave y otros nueve de lesiones imprudentes que sumaron un total de cuatro años de cárcel, a lo que se unía la prohibición de conducir vehículos a motor durante cinco años y el pago de una indemnización que rozaba los 1,5 millones de euros.

Esta resolución se conoció en marzo de 2019. Han tenido que pasar otros tres años para que la expulsión del ‘sargento Polilla’ sea oficial. Durante este tiempo, ha formado parte de la Comandancia de Sevilla “en situación de servicio activo”.

'C’est fini'. Siete años después de que trascendieran sus desmanes, y entrara en una espiral de degradación que se llevó por delante la vida de tres turistas en un accidente, Miguel C.L., más conocido en el pueblo malagueño de Tolox como ‘el sargento Polilla’, ha dejado de ser miembro de la Guardia Civil. El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa (BOD) publicaba el pasado 26 de abril que, desde el 29 de marzo, este polémico miembro del cuerpo oficialmente pierde la condición de guardia civil y militar de carrera” tras concluir un expediente interno al que sucesivamente se han ido añadiendo episodios graves.

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