‘Chivatos’ para alertar de fugas de agua en tiempos de sequía

A pesar de que las lluvias de los últimos días hayan aliviado temporalmente la situación, no se puede obviar que la sequía es un mal que acecha constantemente a la comunidad andaluza. No hace ni tres semanas cuando las administraciones comenzaron a sopesar la posibilidad de establecer restricciones a la población. Precisamente, el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, recordaba este miércoles que el agua “es un bien escaso” que necesita “más control” y por eso esta institución ha puesto en marcha un curioso estudio en la red de suministro de 77 municipios para tratar de detectar fugas y conocer el consumo real.

El proyecto, definido como “el más ambicioso de la historia de la provincia para analizar redes municipales”, consiste en la instalación de 240 equipos de medición en 800 kilómetros de tuberías que transcurren por localidades de menos de 20.000 habitantes.

Salado ha avanzado que se han iniciado los trabajos en una veintena de pueblos donde las primeras mediciones han arrojado datos singulares. Según ha detallado, hay municipios con una facturación que oscila entre 130 y 250 litros por habitante y día; sin embargo, el volumen de agua consumida, “el real”, podría incluso superar los 800 litros por habitante y día.

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El resultado de este estudio, que estará terminado a finales de agosto, será muy útil para los ayuntamientos. Una vez que se tengan los datos, la Diputación tiene previsto establecer programas específicos dentro del Plan Provincial de Asistencia y Cooperación para que los ayuntamientos puedan paliar esta situación. “El objetivo es que cada gota de agua se utilice con eficacia, reducir el consumo y las fugas y prevenir los fraudes”, ha apuntado el presidente de la institución.

El plan de análisis de redes municipales y detección de pérdidas opera de la siguiente forma: a cada municipio, según tamaño e industria consumidora de recursos hídricos durante la noche, se le estima un consumo máximo de agua. Si el gasto nocturno fuese mayor, se podría atribuir a una posible fuga, por lo que se procedería a su búsqueda y detección. Para ello, se utilizan pre-localizadores sensibles al nivel y dispersión del ruido para posicionarla. Una vez hallado su entorno, se usa un geófono que la ubica con precisión y los ayuntamientos procederán a su reparación. Los contadores utilizados para observar el consumo nocturno continuarán instalados para identificar nuevas fugas en un futuro.

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Con este trabajo, además de localizar pérdidas por roturas puntuales en la red, se podrán definir aquellos tramos y sectores en los que por su antigüedad y obsolescencia de las tuberías, sería necesaria su renovación.

Tras este primer trabajo de la red en baja se planteará un nuevo estudio que analice la red de conducción de agua en alta, desde el punto de captación del recurso hídrico hasta los depósitos.

Salado ha indicado que este plan es fundamental para avanzar hacia una provincia más sostenible y más respetuosa con los recursos naturales. Además, ayudará a paliar los problemas de abastecimiento. En este sentido, ha afirmado que Málaga requiere importantes inversiones hídricas: “De ello depende nuestra economía, tanto el sector agrícola y ganadero como el turístico, que requiere de una planificación que tenga en cuenta los recursos disponibles a medio y largo plazo”.