Sánchez aplaza la renovación en Madrid y se lanza a por el control del PSOE andaluz

La dirección federal del PSOE ha convocado su ejecutiva este jueves por la tarde para analizar los pésimos resultados en la Comunidad de Madrid, pero también para activar las primarias en Andalucía y acabar con el liderazgo de Susana Díaz. Contra pronóstico, se incluyó en el último momento un nuevo punto en el orden del día, que opacará la lectura crítica interna ante los peores datos del PSOE en Madrid, fruto de una estrategia electoral dirigida desde Moncloa. “Querer tapar Madrid, que es gravísimo, con la cortina de Andalucía no les va a funcionar”, advirtieron fuentes de la ejecutiva andaluza. Y mientras Sánchez se lanza a por el control del PSOE andaluz, ha dado orden de aplazar la renovación en Madrid hasta después del congreso federal, en otoño.

Se prevé que las primarias andaluzas se celebren a mediados de junio. Los militantes elegirán, de forma anticipada, quién quieren que sea el candidato a la presidencia de la Junta cuando se convoquen las autonómicas. De momento, hay dos nombres sobre la mesa. Susana Díaz, la actual secretaria general del PSOE-A, que ya ha dejado claro que quiere continuar y volver a ser el cartel electoral. Se enfrentará al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que no ha confirmado oficialmente su candidatura, pero sí de forma oficiosa, y que es el candidato que cuenta con el apoyo de la dirección federal y de Sánchez. Precisamente, Espadas tiene un acto este jueves en Sevilla con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Se espera que oficialice, por fin, que optará a las primarias.

El congreso federal del PSOE se celebrará a mediados de octubre y después vendrán los cónclaves regionales. El de Andalucía tocaría a final de año, diciembre. Ahí se celebrarán primarias entre la militancia para decidir quién ocupa la secretaría general andaluza, que ahora mismo ostenta Susana Díaz. La fórmula elegida, solo para Andalucía, pasa por anticipar a ese proceso orgánico la elección del candidato a la Junta. El reglamento del partido, fruto de los estatutos del 39º congreso, abre esa puerta “con carácter excepcional” y “si las específicas circunstancias políticas así lo aconsejan” (artículo 227).

Evitar lo de Madrid

La debacle electoral de Madrid ha noqueado al PSOE, que en ningún momento, admiten en el núcleo duro del partido, calibró una caída en votos y diputados tan importante. Y menos, señalan, el sorpaso de Más Madrid. En caliente, todas las miradas se dirigieron al PSOE madrileño, que adelantó la reunión de su ejecutiva a la tarde del miércoles y que se saldó sin dimisiones, pese a que desde Ferraz le mostraron la puerta de salida al candidato, Ángel Gabilondo.

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Desde la dirección federal, argumentan que activarán las primarias andaluzas porque no se pueden permitir que les ocurra como en Madrid, donde el adelanto electoral les pilló sin haber definido el relevo del exministro Gabilondo. Creen que el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), podría adelantar también las andaluzas arrastrado por Génova y el ‘fenómeno Ayuso’, y alegan que no se pueden permitir llegar descabezados y sin el partido en forma, como sostienen que les ha ocurrido en Madrid. Moreno ha negado ese adelanto electoral.

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, telefoneó a Susana Díaz antes de hacerse pública la intención de Ferraz, adelantada por la SER, de activar la maquinaria de las primarias en Andalucía. Desde la ejecutiva de Pedro Sánchez, aseguran que Ábalos le trasladó sus intenciones. Desde el equipo de Díaz, insisten en que en esa llamada no le informó “en ningún caso” del plan de anticipar las primarias y aseguran que se enteraron por los medios de comunicación. Este mismo miércoles, la andaluza había escrito un mensaje a Pedro Sánchez para tratar de unificar la estrategia a seguir en Andalucía, pero no recibió respuesta.

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Para hoy jueves, Susana Díaz también había convocado una reunión extraordinaria de su ejecutiva regional. Lo hizo el martes a las 10 de la mañana, antes de conocerse los resultados del 4-M. Sí incluyó en el orden del día un punto claro, sobre el análisis de la situación política y la petición de un anticipo de primarias por parte de algunos dirigentes del PSOE andaluz, alineados con Espadas y Ferraz.

Hasta ahora, la secretaria general del PSOE-A y quienes están en su mismo barco no habían considerado oportuno un adelanto de las primarias para elegir candidato a la Junta de Andalucía. Aseguraban que no era necesario precipitar los plazos. Han sido los críticos de Díaz, que abogan por una renovación del partido cuanto antes, los que han agitado este debate, del que Ferraz, hasta el momento, se había mantenido al margen.

Un PSOE-A dividido

Primero fue el secretario general del PSOE de Jaén, Francisco Reyes, una de las agrupaciones más poderosas en Andalucía, el que abrió la votación en una ejecutiva provincial, pidiendo el adelanto de primarias. A partir de ahí, se produjo un reguero de pronunciamientos a favor de ese anticipo, agitando el posible adelanto electoral en Andalucía. El siguiente fue el alcalde de Sevilla y rival de Díaz, Juan Espadas. Las ejecutivas de Sevilla, Córdoba o Almería se pronunciaron en contra. En Málaga afloró una división total, aunque el secretario general se posicionó en contra también. Con Jaén se situaron Cádiz y Granada. En Huelva hay una gestora, alineada con Ferraz, que no es competente para pronunciarse. El partido está dividido, aunque quienes decidirán serán los 45.000 militantes que, según el censo, están llamados a las urnas. Tanto Díaz como Espadas habían comenzado ya su campaña.

Opinión

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Susana Díaz perdió las primarias para liderar el PSOE frente a Pedro Sánchez en mayo de 2017. Después de su fracaso, se replegó en Andalucía, donde renovó su liderazgo en el partido y convocó elecciones en diciembre de 2018. Los socialistas perdieron la Junta de Andalucía después de 37 años de gobiernos consecutivos sin alternancia política. La suma de PP, Cs y Vox llevó a las derechas al Gobierno. Ferraz trató de dar una salida a Díaz, desde las listas europeas a la presidencia del Senado, pero la andaluza siempre ha expresado su deseo de volver a presentarse, recordando que ella ganó las elecciones. Si sus adversarios dicen que está amortizada, ella defiende que es la mejor opción para recuperar la Junta. Este puede ser su asalto final si Pedro Sánchez le dobla de nuevo el pulso, esta vez en Andalucía. La batalla será dura y además pondrá en la palestra, tras la debacle de Madrid, el modelo de partido de Sánchez, con primarias donde la militancia elige, pero Ferraz dirige y pone o quita candidatos. Los militantes andaluces serán los que tengan la última palabra.