Gabilondo se resiste a dimitir mientras el PSOE busca salidas a la crisis en Madrid

Las miras están puestas en Ángel Gabilondo, aunque no solo en él. El tres veces candidato del PSOE a gobernar la Comunidad de Madrid tiene muy difícil levantarse tras tocar suelo en las elecciones de este 4 de mayo, en las que fue sorpasado en votos por una formación con dos años de historia como Más Madrid. Fuentes del entorno del exministro de Educación advierten de que sus planes pasan por tomar posesión de acta de diputado el próximo 8 de junio y seguir trabajando en la Asamblea como ha hecho hasta la fecha. "No se plantea dimitir", enfatizan estas fuentes. Entre las filas socialistas algunas fuentes reclaman a su portavoz que dé un paso al lado, pero también que haya una reflexión a nivel nacional tras la fallida campaña trazada desde Moncloa.

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La ejecutiva del PSOE madrileño se reúne por vía telemática en la tarde de este miércoles con el único objetivo de evaluar los daños sufridos en los comicios, en los que pulverizaron su suelo del 25% para caer por debajo del 17. El pésimo resultado logrado, en el que se dejaron 275.000 sufragios en un contexto de altísima participación, no tuvo consecuencias directas en un primer momento, algo que sí sucedió en el caso de Unidas Podemos en la misma noche electoral con el anuncio de Pablo Iglesias de que deja la política. Gabilondo venía de meses de críticas internas por su oposición a Díaz Ayuso, calificada como blanda por algunos de sus compañeros, y tras haberse parado su salto para convertirse en defensor del pueblo.

Fuentes socialistas a nivel nacional explicaban que la idea del partido es abordar la coyuntura con pausa y escuchando a las distintas voces, pero otras fuentes del partido en la región apuntaban antes de la reunión de la ejecutiva que la continuación de Gabilondo no puede ser una opción y que tendría que ser el primer cambio a realizar para iniciar un profundo proceso de renovación. "Ni siquiera lideramos la oposición, nadie lo entendería", aseveran estas fuentes, que se muestran convencidas de que se tomarán "decisiones" de aquí al mes de junio, cuando se constituya la cámara regional. Otras fuentes dan por hecho que el exministro terminará dimitiendo.

Pero la renuncia de Gabilondo no es la única que se solicita. En la ejecutiva de este miércoles, según informan fuentes de la formación, algunos de los presentes han abogado también por la celebración de un congreso extraordinario con el que llevar a cabo la renovación de la cúpula regional que dirige José Manuel Franco como secretario general, un cargo que ya estaba entre los que podría ser renovado a final de año. El jefe de los socialistas madrileños ha defendido durante su intervención que se deben adoptar decisiones, pero con cabeza y sin dar pasos en falso, esquivando una posible dimisión. Fuentes socialistas abogan directamente por el adiós de quien hasta hace unas semanas era delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid y que ahora ocupa la presidencia del Consejo Superior de Deportes.

Tras la celebración de la ejecutiva, el PSOE-M ha informado de que continuarán con el análisis tras reconocer un "pésimo resultado" y que han acordado "comenzar a trabajar para lograr una transición ordenada en el Congreso regional de final de año".

La mayor autonomía para la federación madrileña es uno de los reclamos más señalados por las fuentes consultadas, que apuntan a las responsabilidades en los grandes escalafones del partido. Entre las filas del PSOE madrileño no ha caído del todo bien la manera en la que Ferraz ha dirigido la campaña, ya que desde un comienzo apostó por aceptar los comicios en clave nacional, comprando el marco a Isabel Díaz Ayuso para distanciarse posteriormente conforme avanzaba la contienda y los sondeos auguraban un descalabro.

El equipo de Pedro Sánchez en Moncloa ha sido el encargado de sentar las bases estratégicas en todo momento. Por un lado, con la confección de las listas, en las que se incluyeron a nuevos perfiles como Irene Lozano y Hana Jalloul, secretarias de Estado, dejando perplejos a algún dirigente de la formación. Pero también con las tácticas esbozadas, incidiendo primero en su perfil centrista para captar votos de Ciudadanos y reculando finalmente para redirigir la contienda a una disyuntiva entre el fascismo o la democracia.

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La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, marcó este miércoles distancias con los resultados del 4-M al enmarcarlos en unas elecciones "territoriales" y al hablar en todo momento de una derrota "del PSOE de Madrid", tratando de delegar toda responsabilidad en la lista y la federación concernidas. Eso sí, llamó a la "autocrítica" tras una debacle "sin ambages". Desde Ferraz, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, valoró una posible salida de Gabilondo, del que dijo que es una persona "lo suficientemente madura" como "para tomar su propia decisión".

Desde Izquierda Socialista de Madrid, corriente dentro de la militancia del PSOE, han emitido un comunicado en el que piden la dimisión en bloque de la ejecutiva, el nombramiento de una gestora y la renuncia de Gabilondo para llevar a cabo un cambio "radical" en la forma de gestión orgánica tras " la pérdida sistemática de autonomía del Partido Socialista de Madrid no sólo respecto a la dirección federal, sino directamente ante la Moncloa", de la que aseguran que ha ido tomando decisiones sin evaluar las singularidades de la región. Citan la proclamación de Pepu Hernández como candidato al Ayuntamiento de Madrid, el solapamiento de los cargos institucionales y orgánicos en la figura de José Manuel Franco y la estrategia marcada para Gabilondo en campaña.