El PP andaluz pide a Génova negociar la dirección de Sevilla sin "imposiciones"

El conflicto interno está muy enconado en Andalucía. Génova ha maniobrado en las últimas horas para intentar una lista de integración, pero las formas en que lo han hecho no han gustado a la dirección del PP en la comunidad autónoma, pues interpreta que se trata de una "imposición", afirman fuentes conocedoras del proceso a El Confidencial. Insisten en que hay que negociar y que el acuerdo es posible.

Esta es la respuesta del Partido Popular de Andalucía ante la oferta que ha llegado este lunes desde Génova. Ya el domingo hubo mensajes, recados, para que el candidato de la ejecutiva de Juan Manuel Moreno en Sevilla, el alcalde de Carmona, Juan Ávila, no llegara a presentar sus avales y se retirara. Se hicieron oídos sordos y Ávila fue hacia adelante con la mitad de apoyos que la actual presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, que tiene el aval de la dirección nacional.

Este lunes, la oferta ya ha sido formal. Según supo este periódico de fuentes de la dirección nacional, la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, telefoneó a la secretaria general del PP andaluz, Loles López, para insistirle en que se entierre el hacha de guerra en el congreso provincial de Sevilla. Génova pide que se retire Juan Ávila como candidato en primarias y se integre en la candidatura de la actual presidenta en un puesto conforme a su peso atendiendo a los avales presentados. “Queremos un congreso de unidad y consenso en torno a Virginia Pérez, que se cierren filas y, después de ver los avales presentados, lo lógico es que Ávila se integre en la nueva dirección”, apuntan desde la ejecutiva de Pablo Casado.

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Desde el PP andaluz aseguran que esta no es la manera de negociar nada. Critican a Génova que plantee "imposiciones". La única forma de arreglar el conflicto, apuntan, es negociar.

Sombras de irregularidades

Juan Ávila, al presentar sus avales, dejó claro en una nota que en realidad no significan nada y que lo que sirve son los votos depositados en urna de los militantes. Desde esta candidatura, insisten además en sembrar sombras de dudas sobre el procedimiento, alertando de presuntas irregularidades, de un juego ventajista por parte de la actual presidenta y asegurando que ganarán el próximo 27 de marzo. O el guion da un giro radical o, de momento, todo indica que no habrá acuerdo.

Los congresos provinciales están aireando graves diferencias entre la dirección andaluza y la ejecutiva de Pablo Casado. Se mezclan muchos asuntos, entre otros, crece la inquietud en Génova por las declaraciones de Luis Bárcenas ante el juez señalando el cobro de sobresueldos a la cúpula del partido en aquellos momentos. Bárcenas volvió a señalar este lunes a Mariano Rajoy, Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas, Federico Trillo y Rodrigo Rato como algunos de los ministros que cobraron sobresueldos, según la declaración del extesorero del PP en la Audiencia Nacional dentro de la pieza sobre las obras de reforma de la sede del PP con cargo a la caja B del partido.

En la dirección nacional, preocupa la presencia de Arenas en el Senado por Bárcenas

Desde la dirección nacional, subrayan que solo Arenas sigue en activo y en un cargo público, y lamentan que esto sea así. Recuerdan además que fue designado senador por la comunidad autónoma por indicación de la ejecutiva andaluza de Juan Manuel Moreno y "en contra del criterio de la dirección nacional". Los estatutos del partido señalan que la ejecutiva nacional podría haber tumbado esa propuesta de Andalucía. Muchos lamentan ahora no haberlo hecho y temen las consecuencias. En la dirección de Casado, están además convencidos de que Arenas es responsable en gran parte del pulso abierto por la ejecutiva andaluza y, sobre todo, de lo que está ocurriendo en Sevilla.

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El malestar no se aplaca. En Málaga, la dirección nacional observa los movimientos de su presidente provincial, Elías Bendodo, que debe convocar una junta directiva para formalizar lo que ya lanzó el domingo en su congreso provincial y que se leyó en clave de órdago o desafío. Bendodo, pese a tener la advertencia por escrito de la vicesecretaria de Organización sobre incompatibilidades, insistió en proponer como su número dos en el partido a Patricia Navarro, actual secretaria general y delegada de la Junta en Málaga, cargo incompatible con las responsabilidades orgánicas según los estatutos del partido. Desde Madrid, recuerdan que fue precisamente el PP de Málaga el que elevó una enmienda para incorporar en el congreso de 2017 ese régimen de incompatibilidades.

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En el PP de Málaga, de momento, hay cierre de filas alrededor de Bendodo. Nadie planea impugnar su cargo como presidente por ser incompatible con los estatutos, ya que es además consejero de Presidencia en la Junta de Andalucía. Incluso sus detractores se muestran convencidos de que Bendodo será capaz de llegar a un acuerdo con la ejecutiva de Casado y firmará la paz con Teodoro García Egea. El líder malagueño sí tiene dispensa de la dirección nacional para compatibilizar esos cargos. No obstante, recuerdan que si alguien impugnara su caso, llegaría a la comisión de derechos y garantías y posiblemente sería difícil saltarse la incompatibilidad.