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Picasso: la marca infinita de una ciudad

Museo, casa natal, paseo marítimo, colegio, instituto, terminal de aeropuerto... Málaga exprime al artista más internacional del siglo XX, hijo del XIX, y con más marketing del XXI

Foto: La estatuta de Picasso preside la Plaza de la Merced de Málaga. Detrás se observa la Casa-Natal del artista, donde nació en octubre de 1881. (Agustín Rivera)
La estatuta de Picasso preside la Plaza de la Merced de Málaga. Detrás se observa la Casa-Natal del artista, donde nació en octubre de 1881. (Agustín Rivera)

Sin la poda que los acuchilló poco tiempo después, los árboles de la Plaza de la Merced formaban un bosque animado. Aquella tarde del 24 de octubre de 1981 se convirtió en una epifanía para los habitantes de una ciudad de aluvión. Te podías fotografiar con vestuario de finales del siglo XIX. Fue allí, junto a su casa natal, donde se podría situar el origen de Picasso como marca infinita de Málaga.

El alcalde Pedro Aparicio supo ver la importancia capital de asociar la incipiente urbe que despertaba con la figura del pintor universal, una imagen icónica, trascendental e intensa del siglo XX, que nació en el siglo XIX, y cuya tela de araña se sigue extendiendo sin visos de parón en el siglo XXI.

Foto: Málaga. (Unsplash)

Aparicio rescató a Eugenio Chicano de Verona, donde vivía, para que capitaneara desde 1988 la Fundación Picasso, sita en la casa natal. Chicano, un maestro del pop-art, consiguió que Picasso se identificara con Málaga. “Pintor francés” o “pintor catalán” rezaban muchas monografías de autor al que se le calculan más de 20.000 obras en más de 80 años de producción artística.

En Málaga hay un Paseo Marítimo que se llama Pablo Ruiz Picasso que empieza en el barrio de la Malagueta y se extiende hasta Pedregalejo. Hay unos jardines inaugurados en septiembre de 1977 con el apellido del pintor que acogen el 'Homenaje a Picasso', una de las obras capitales de Miguel Berrocal, también malagueño, que al igual que Chicano residía en Verona. Berrocal falleció en 2006. Chicano, en 2019. El legado de ambos continúa. Este último tiene ahora una muestra de su obra en la sala de exposiciones de la fundación que dirigió.

'Ciudad-Picasso' de López Cuenca

Y en Málaga existe, además de la Fundación Picasso Museo Casa Natal, el MPM (Museo Picasso Málaga), el más visitado de Andalucía (770.000 personas lo hicieron el año pasado); un colegio de primaria; un instituto; la paloma de la paz que ideó es el símbolo de la UMA; una autoescuela; un chiringuito; más bares; una escuela de español... y una terminal del Aeropuerto, la 2 (y no el aeródromo en sí, como de modo erróneo se ha malinterpretado con asiduidad) también se denominan así. En suma, un sinfín de negocios y de infraestructuras creadas a rebufo de la imagen del pintor.

Rogelio López Cuenca (Nerja, 1959) es quien mejor ha estudiado el fenómeno de la ‘picassización’ de Málaga. Lo ha formulado desde un punto de vista crítico dentro de un proyecto titulado ‘Ciudad Picasso’ y expuesto en la prestigiosa Galería Juana de Aizpuru. “Cualquier empresa, pues —y, por supuesto, la ciudad post política—, la ciudad entendida como empresa que impone el capitalismo neoliberal, vería en su vinculación con la marca Picasso una oportunidad única de potenciar su valor y rentabilidad, basada en el ‘cobranding’, es decir, en un pacto cuya premisa básica sea establecer una asociación basada en la relación ganar–ganar”.

placeholder El artista y crítico de arte Rogelio López Cuenca. (EFE)
El artista y crítico de arte Rogelio López Cuenca. (EFE)

López Cuenca no solo ha asociado a Málaga con la Picassomanía de la ciudad andaluza. Barcelona, centro de ebullición creativa del joven Picasso, también lo ha asumido como propio. Así lo reflejó el pintor en una exposición en el Museo Picasso de la calle Montcada titulada ‘The prodigal son’: “La marca Picasso produce enormes dividendos económicos en el mundo entero. En la pugna entre ciudades por erigirse como la más picassiana (esto es, optar a las ganancias que reporta el hecho de vincularse a Picasso 'as a global brand') no puede dejar de encontrarse (entre Málaga y Mougins, Perpiñán o París o A Coruña) Barcelona. Barcelona como potente metonimia de Cataluña toda”.

Rafael Inglada conoce en profundidad la infancia de Picasso. Es el biógrafo de su etapa en Málaga (con diez años se trasladó a La Coruña). Inglada se muestra “convencidísimo” de la banalización de su figura. “Se ha utilizado el nombre de Picasso demasiado, para vender un producto, y algunas veces incorrectamente, el nombre del pintor. También es verdad que es la figura más internacional que ha tenido a lo largo de su historia y eso significa que Málaga no lo olvida”.

Ya en 1998 existían más de 700 marcas Picasso “ilegales” en toda clase de productos y servicios. Entre la utilización legal figura el Citröen Picasso

Olivier Widmaier Picasso, nieto del pintor, hijo de Maya Picasso —que era hija de Marie-Thérèse Walter, compañera del artista desde 1927 y hasta 1944—, detalla en ‘Retratos de familia’ (2003) cómo ya en 1998 existían más de 700 marcas Picasso “ilegales” en toda clase de productos y servicios. Entre la utilización legal figura la marca del vehículo Citröen Picasso, que generó un cierto consenso en la familia del pintor en cuanto a su uso comercial. Los 'royalties' también son generosos.

La identificación de Málaga con Picasso ha producido algunos contratiempos en los últimos meses. Picasso Administration, radicada en París, es la empresa familiar que controla los derechos del artista. Dictamina hasta el más mínimo detalle de cualquier folleto, catálogo o producto de merchandising. En España, es Vegap quien controla los asuntos referentes a los derechos de propiedad intelectual del artista. El proyecto anteriormente denominado Picasso Towers se tuvo que rebautizar como Málaga Towers al no haber llegado a un acuerdo con la compañía de los Picasso.

placeholder Rafael Inglada, Isabel Picasso y Francisco de la Torre. (EFE)
Rafael Inglada, Isabel Picasso y Francisco de la Torre. (EFE)

¿Queda familia vinculada a Pablo Ruiz Picasso en Málaga? Su bisabuelo materno, Tommaso Picasso, procedía de la localidad de Sori (Génova)y se trasladó a España alrededor de 1807. No quedan familiares directos. Miguel Picasso, de 53 años, ha publicado discos y CD de música electrónica. También es DJ. Ahora regenta junto a su pareja una pizzería en la zona de Pueblo Blanco de Torremolinos. El segundo apellido de su abuela era Picasso. El abuelo de su abuela, esto es, su tatarabuelo, y Pablo Ruiz Picasso eran primos. Cuando empezó su carrera musical dejó de ser Miguel Moreno y se transformó en Miguel Picasso.

“El apellido Picasso me ha ayudado en marketing. Como he difundido mis producciones a escala internacional, no es lo mismo apellidarse Rodríguez que Picasso, que es conocido y se memoriza rápido”, relata Miguel Picasso, que se crio en la zona de la Plaza de la Merced, un entorno donde han aparecido restos arqueológicos en el solar de los antiguos cines Astoria y Victoria y se plantea en el espacio un monumento a Picasso. Algunas voces ya contemplan el traslado a este lugar de la escultura de Berrocal. “Cuando era pequeño era muy diferente la asociación de Málaga con Picasso. Yo soy del barrio y he visto cómo la ciudad se ha ido poco a poco enorgulleciendo de la figura de Picasso. Ahora es una de las señas de identidad más grandes de la ciudad”, cuenta el creador musical.

Lejanía entre ciudades andaluzas

José Lebrero lleva desde 2009 al frente del MPM, creado en 2003 en el antiguo Museo de Bellas Artes. Para muchos el empuje de Málaga, que le ha llevado a situarse en el escalafón de una de las ciudades más punteras de España en los últimos 15 años, parte de la inauguración de este centro. El museo lo impulsa la Junta de Andalucía que hasta este año contaba con un 50% de financiación pública. La otra mitad procede de fondos propios vía patrocinios y entradas.

Lebrero procede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, situado en la isla de la Cartuja de la capital andaluza. “La configuración social y casi psicológica colectiva de Andalucía aleja mucho a unas ciudades de otras. Málaga hace 11 años, desde Sevilla, se veía muy lejos y se asociaba con la Costa del Sol y la playa, aunque es evidente que sonaba la asociación de Picasso y Málaga y que al trabajar en el sector del arte se sabía de la existencia del museo”.

placeholder Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista malagueño y el director artístico del Museo Picasso Málaga, José Lebrero, en 2016. (EFE)
Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista malagueño y el director artístico del Museo Picasso Málaga, José Lebrero, en 2016. (EFE)

Admite el director del MPM que la situación en oferta cultural y la situación turística hace 11 años no era, ni de lejos, la que después ha sido y se ha convertido promocionándose como "ciudad de los museos". “La gentifricación del centro y comercialización de la ciudad, no la conocía al detalle, pero era de suponer que existía”, explica. Echa en falta Lebrero una “articulación inteligente, organizada, audaz de las fuerzas locales respecto a lo cultural”. ¿En qué consistiría? Una mesa compartida en la que se incluyera un plan tanto a corto como a medio plazo en la que se pudiera ganar velocidad en la recuperación económica.

"Hay que pensar qué hacer. No es suficiente con regalar bonos turísticos y ofrecen comidas gratuitas para que los restaurantes cierren más tarde"

El museo apenas contabiliza menos del 30% de los visitantes que logró en 2019 y ahora se mira más a lo local que a lo internacional para intentar aumentar ese cuota de malagueños que recibe el museo: apenas el 20% del total, un porcentaje que tampoco varía mucho del de otros recintos similares.

“Estamos en un nuevo momento y a lo mejor resulta que tenemos un campo de trabajo de Málaga con el mundo para mirar, escuchar, compartir y buscar la inteligencia para ver cómo salimos de esta, saber qué hacer. Regalando bonos turísticos y comidas gratuitas para que los restaurantes cierren más tarde y puedan sobrevivir, sí; pero creo que no es suficiente. Tanto que hablamos de sostenibilidad y el 2030… utilicemos el 2030 en la parte cultural como una urgencia porque esta ciudad ha creado una gran dependencia del turismo”.

placeholder Niños de Primaria del Colegio Picasso de Málaga, delante del mural en homenaje al pintor. (Agustín Rivera)
Niños de Primaria del Colegio Picasso de Málaga, delante del mural en homenaje al pintor. (Agustín Rivera)

En la provincia de Málaga hay nueve centros educativos que llevan el nombre de Pablo Picasso y uno el de la nuera del pintor, Christine Picasso, como reconocimiento a su participación en la creación del Museo Picasso de Málaga. Un centro de Educación Infantil tiene el nombre de Pequeño Picasso.

Son las 12 de la mañana y en el despacho de José Alfonso Cantos, director del CEPR Pablo Ruiz Picasso de Málaga desde hace 13 años, se oyen a la perfección las campanas de la vecina Iglesia de la Amargura, junto a la calle Hilera. Cada octubre celebran el cumpleaños del pintor con una tarta, con un premio al dibujo mejor hecho y con murales donde los niños de primaria (hay 450 matriculados) trazan composiciones de colores optimistas.

Deconstrucción figurativa

Ningún miembro de la familia Picasso ha visitado el centro, conocido por su conservatorio elemental y por ganar todos los años el certamen ‘Con la música a otra parte’. “Este colegio lo gana siempre”, dice Cantos, orgulloso de enseñar los mosaicos que recibe el centro como galardón.

El dibujo y las plásticas también son claves. Por las tardes imparten clases complementarias de pintura. A los niños les hace gracia la deconstrucción figurativa de buena parte de la obra picassiana. Se ríen cuando ven a un músico con media cabeza o con un brazo aquí o allá.

Los menores relacionan al pintor con algo positivo, con la creatividad, con una desbordante imaginación. “Málaga vivía de espaldas a Picasso hasta que se hace una marca de la ciudad y eso es positivo al 100%”, afirma el director del colegio. Varios menores posan, de espaldas, frente a un mural que ellos mismos han elaborado. Sonríen, cómplices, con mascarilla. La ilusión se percibe en sus ojos.

placeholder La directora del Instituto Picasso, junto a una reproducción del artista, en el interior del centro. (Agustín Rivera)
La directora del Instituto Picasso, junto a una reproducción del artista, en el interior del centro. (Agustín Rivera)

María Reyes López, de 42 años, dirige desde 2014 el Instituto Picasso. Situado en la barriada de Nueva Málaga, en la zona norte de la ciudad. El instituto se creó el mismo año que ella nació (1978) y funciona a pleno rendimiento desde abril de 1979. Estuvo a punto de llamarse Instituto Al-Andalus y su primera denominación fue Instituto de Bachillerato número 3 Málaga. El actual nombre data de 1980.

A diario suelen confundir el colegio con el instituto. “No, aquí no hay ningún alumno con ese nombre”, responde la directora cuando recibe una llamada de teléfono equivocada. Hay una reproducción del Guernica en la fachada central del edificio, también en el muro que da acceso al centro educativo, justo cuando empieza la calle concejal José María Martín Carpena, el edil asesinado por ETA en esta misma barriada en el año 2000.

Foto: Cubo del Pompidou Málaga, icono de la Málaga contemporánea. (A. R.)

“Picasso se mueve; Picasso se transforma” es el lema del instituto. “Al principio no entendía mucho su arte, pero ahora sí. Picasso es muy importante para nosotros y para la ciudad. Nos ha hecho crecer en el mapa”, explica López. Los hay como Jesús Caño, de 59 años, trabajador por cuenta ajena que admitiendo que Picasso era “un genio”, remarca su “reverso maligno”. Continúa Caño: “Aquí se ha ensalzado y magnificado la figura de Picasso, pero fue accidental que naciera aquí porque toda su carrera artística fue en Barcelona y Francia. Me parece excesivo que tenga tanto, no hizo nada por Málaga; más hicieron los romanos y los fenicios por Málaga que el señor Picasso”.

placeholder Susana Sánchez y Ana Ballesteros, junto a la estatua de Picasso. (Agustín Rivera)
Susana Sánchez y Ana Ballesteros, junto a la estatua de Picasso. (Agustín Rivera)

La fotógrafa Ana Ballesteros, de 47 años, y Susana Sánchez , profesora de Educación Infantil, de 50, se toman un jugoso postre sentadas en la Plaza la Merced muy pocos minutos antes de las tres de la tarde del pasado martes. “Vale que es un emblema, pero hay mucha gente de la cultura que también se debería potenciar más”, señala Ballesteros. Sánchez: “Es lógico y normal que una figura como Picasso se potencie en Málaga. Es merecido y hay otros países que hacen lo mismo, pero se debería reivindicar la cultura actual”. La hija de la profesora, de 19 años, sabe que fue un pintor malagueño, pero “ella sabe poco de su obra y vida”. “Debería hablarse más de quién fue”.

Las amigas abandonan el postre y posan delante de la estatua del pintor. Detrás aparece su casa natal y la imagen de Picasso parece recordar aquellos tiempos de la intensa arboleda de la Plaza de la Merced, el bosque animado que fue. El pintor de la marca infinita de Málaga.

Sin la poda que los acuchilló poco tiempo después, los árboles de la Plaza de la Merced formaban un bosque animado. Aquella tarde del 24 de octubre de 1981 se convirtió en una epifanía para los habitantes de una ciudad de aluvión. Te podías fotografiar con vestuario de finales del siglo XIX. Fue allí, junto a su casa natal, donde se podría situar el origen de Picasso como marca infinita de Málaga.

Pablo Picasso Málaga
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