Ana Julia Quezada se derrumbó al escuchar sus insultos a Gabriel: "Un pez... mis cojones"
Los micrófonos de la Guardia Civil captaron las últimas palabras de la asesina de Gabriel antes de ser detenida, mientras intentaba transportar el cuerpo sin vida del menor
Ana Julia Quezada se derrumbó en sede judicial al escuchar sus insultos a Gabriel minutos antes de ser detenida. Un micrófono dispuesto por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil captó las palabras de la autora confesa del asesinato mientras trasladaba el cuerpo sin vida en el maletero de su coche: "¿Dónde lo puedo llevar yo? ¿No quieren un pez? Les voy a hacer un pez... mis cojones".
Tal y como revela La Sexta, el juez recuperó esta grabación e inclusó llegó a verbalizarla para que Ana Julia se reconociera a sí misma:
—¿Eso que se ha oído, usted lo reconoce como su voz? —pregunta el magistrado.
—No, la verdad que no.
—No la reconoce. Sin embargo, es de un dispositivo de grabación que estaba puesto en su coche, y por lo tanto la que sale ahí es usted —insiste.
—No lo entiendo bien —se justifica más tarde la acusada, para luego echarse a llorar y pedir al juez que dejara de reproducir sus expresiones—. No, eso es muy cruel —solloza finalmente.
También declaró en el juicio la hija de Ana Julia, cuya principal revelación fue que el mismo día en que su madre mató a Gabriel contactó con ella por teléfono: "Me llamó el mismo día a las 12 en punto y me dijo: 'Nena, ha desaparecido Gabrielillo", confiesa, al tiempo que ruega por medios para que no vuelva a intentar telefonearla de ahora en adelante.
Ana Julia, que se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza, declaró por primera vez sobre los hechos que se le imputan durante más de hora y media después de que fuera detenida en la entrada a un garaje comunitario en la Puebla de Vícar, a más de 75 kilómetros de la pedanía de Las Hortichuelas, al volante de un turismo en el que transportaba el cuerpo sin vida y semidesnudo del niño, oculto en el maletero.
Ana Julia Quezada se derrumbó en sede judicial al escuchar sus insultos a Gabriel minutos antes de ser detenida. Un micrófono dispuesto por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil captó las palabras de la autora confesa del asesinato mientras trasladaba el cuerpo sin vida en el maletero de su coche: "¿Dónde lo puedo llevar yo? ¿No quieren un pez? Les voy a hacer un pez... mis cojones".