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Sanchéz y Feijóo: no tan alejados sobre Palestina, más distantes sobre Marruecos
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El líder del PP adopta el lenguaje de Sumar

Sanchéz y Feijóo: no tan alejados sobre Palestina, más distantes sobre Marruecos

El debate en el Congreso puso de relieve que Gobierno y oposición solo discrepan sobre cuándo reconocer el Estado de Palestina y no aclaró nada sobre la turbiedad en la relación con Marruecos

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d, de espaldas), se dirige al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno. (EFE/Javier Lizón)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d, de espaldas), se dirige al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno. (EFE/Javier Lizón)
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Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no están, en el fondo, tan alejados sobre la necesidad de reconocer al Estado de Palestina. Discrepan, sobre todo, sobre el momento de hacerlo y con quién dar ese paso. Sobre Marruecos sus divergencias son, en cambio, más profundas. El presidente del PP fue atrevido en sus reproches cuando dejó caer que su adversario socialista se sometía a “dictadores”; una alusión, entre otros, al rey Mohamed VI, al que no llegó a nombrar. Le echó incluso en cara a Sánchez que hubiera abandonado a los saharauis, adoptando casi el lenguaje de Sumar.

El líder de la oposición conservadora reprocha, sobre todo, al presidente del Gobierno su opacidad en la relación con el vecino del sur desde que hace algo más de dos años dio un giro a la política exterior española y se alineó con la propuesta del soberano alauí para resolver el conflicto del Sáhara Occidental.

Estas son, quizás, dos de las principales conclusiones que se pueden extraer de la comparecencia en el pleno del Congreso, este miércoles, del jefe del Gobierno para dar explicaciones sobre su política exterior, aunque en las cinco horas de debate afloraron otros muchos temas.

“España está preparada para reconocer al Estado palestino”, afirmó Sánchez y desgranó además los motivos por los que había que hacerlo ahora. “Es lo justo, lo demanda la mayoría social y está en interés de Europa”, recalcó, un continente al que él trata de movilizar. Aunque no lo dijo, cree que tal decisión colectiva presionaría a Israel y le obligaría a sentarse en una mesa de negociación.

Apoyamos la solución de dos Estados”, respondió Feijóo, recordando que ya la respaldaron en 2014 cuando votaron en el Congreso, junto al PSOE, una proposición no de ley a favor del reconocimiento del Estado palestino. Ahora bien, para dar ese paso hay “que contar con suficiente masa crítica de países con peso” en la UE, insistió, y no es el caso. Tal iniciativa debe ser además el resultado de “un proceso negociador” que hoy en día no está en curso.

Sánchez mostró además una sensibilidad por la tragedia humanitaria en Gaza, donde los muertos rebasan los 33.000, de la que careció Feijóo en sus intervenciones. El presidente hizo varias veces hincapié en que “la respuesta desproporcionada de Israel [en Gaza] está echando por tierra décadas de derecho humanitario y amenaza con desestabilizar Oriente Medio y el mundo”. Su contrincante no criticó a Israel.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Raúl Caro)
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Feijóo sí se desmarcó, sin embargo, del expresidente José María Aznar, convertido en unos de los principales defensores de Israel. La semana pasada se preguntó qué “es un Estado palestino” antes de contestarse a sí menos que “eso no existe”. Por tanto, el reconocimiento no ha lugar.

Sánchez no dio explicaciones sobre su famosa carta, de marzo de 2022, al monarca alauí ni el incumplimiento, por Rabat, de todo lo pactado con su Gobierno en la primavera de ese año. Reiteró lugares comunes sobre el dinamismo del comercio bilateral, como si hubiese empezado con su llegada al Gobierno, o la “excelente cooperación” en materia migratoria, pese a que el número de inmigrantes irregulares que llegaron a España, procedentes de Marruecos, aumentó en 2023.

Feijóo volvió a preguntarse “lo que había en los móviles” de miembros del Gobierno, incluido el presidente, espiados con Pegasus por Marruecos para que se cambiara “el criterio sobre Sáhara Occidental y arruinará así una relación bilateral con Argelia”. Dejó caer que quizás en esos dispositivos había no solo asuntos de Estado sino “asuntos personales clasificados”.

Foto: Pedro Sánchez con Mohamed VI en la reunión que tuvieron en abril de 2022. (EFE/Mariscal)

Hizo hincapié en la doble vara de medir de Sánchez en términos parecidos a los empleados, a veces, por diputados de Sumar. “¿No resulta un poco hipócrita darse golpes en el pecho por Palestina mientras ha dejado usted a los saharauis abandonados?”, le preguntó al jefe del Gobierno refiriéndose de nuevo a su carta al rey.

En redes sociales, los afines al Frente Polisario mostraron aprecio por la insistencia de Feijóo en preguntar a Sánchez por el Sáhara sin obtener respuesta. “El PP lo vuelve a intentar. ¿Responderá ahora?”, destacaba el grupo Saharawis Today, afín a la diputada Tesh Sidi de Sumar.

Después de hablar del venezolano Nicolás Maduro y de Marruecos, Feijóo acusó al presidente del Gobierno de ser “sumiso” con los “dictadores vivos” y “valiente” con los “dictadores muertos”. Los muertos son Francisco Franco y quizás José Antonio Primo de Rivera, que no llegó a gobernar. Los vivos solo pueden ser los jefes de Estado de Venezuela y de Marruecos. De nuevo, el lenguaje de Feijóo sorprende. Yolanda Díaz, lideresa de Sumar, ya describió hace un año a Marruecos, en La Sexta, como “dictadura”.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no están, en el fondo, tan alejados sobre la necesidad de reconocer al Estado de Palestina. Discrepan, sobre todo, sobre el momento de hacerlo y con quién dar ese paso. Sobre Marruecos sus divergencias son, en cambio, más profundas. El presidente del PP fue atrevido en sus reproches cuando dejó caer que su adversario socialista se sometía a “dictadores”; una alusión, entre otros, al rey Mohamed VI, al que no llegó a nombrar. Le echó incluso en cara a Sánchez que hubiera abandonado a los saharauis, adoptando casi el lenguaje de Sumar.

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