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Las escuchas a los policías vinculados al narcotráfico salpican ya a siete agentes
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La trama de Big Boss

Las escuchas a los policías vinculados al narcotráfico salpican ya a siete agentes

Asuntos Internos incluye en sus informes conversaciones que señalan a la Brigada Central de Estupefacientes y la Unidad de Delincuencia contra la Droga y el Crimen Organizado con sede en Madrid

Foto: Una de las reuniones de la trama detectada por Asuntos Internos. (EC)
Una de las reuniones de la trama detectada por Asuntos Internos. (EC)
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La escuchas a la trama en la que hay dos mandos de la Policía Nacional detenidos por sus vínculos con el narcotráfico salpican ya a un total de siete funcionarios policiales y a la Unidad Central de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) con sede en Madrid. Así lo refleja la Unidad de Asuntos Internos en sus informes, elaborados a partir de horas de pinchazos telefónicos, vigilancias y grabaciones en el interior de vehículos de los investigados. Entre los funcionarios bajo el foco de las pesquisas se encuentra también la mujer del inspector jefe al que apodaban Big Boss, que ejercía como enlace en la embajada de España en Colombia.

Hasta ahora, el más alto responsable investigado es este mando llamado Juan Carlos Carrión, un histórico de la lucha contra el narcotráfico en Galicia que fue destinado como enlace de la Policía en Bogotá. Según la documentación del caso a la que ha tenido acceso El Confidencial, los narcotraficantes le apodaban Big Boss (‘Gran Jefe’) o Macmillan y de lo que se extrae de las pesquisas es que tenía un nivel de liderazgo sobre el resto. Fue detenido el mes pasado cuando disfrutaba de unos días de vacaciones en Vigo. Se encuentra en libertad provisional con la prohibición de abandonar el país.

Asuntos Internos acusa a la trama de permitir envíos de droga desde América Latina a España y una vez los narcotraficantes pagaban por la mercancía, organizaban operaciones policiales ‘ad hoc’ para intervenir el cargamento antes de que llegase a los compradores. Presentaban las incautaciones como controles rutinarios fortuitos, ajenos a su voluntad, para que los narcos no desconfiaran y les convencían para repetir la operación con mayores cantidades y, por tanto, más dinero. Les trasladaban que la Policía miraría para otro lado. Aunque sabían quienes eran los narcos, no les detenían.

Usaban el método conocido como “el gancho ciego” que consiste en meter la droga en el puerto de origen dentro de contenedores sin el conocimiento de la empresa de transportes. La mercancía se recupera luego antes de que salga del puerto o más tarde durante el traslado en carretera. La sospecha de los investigadores es que los policías implicados se enriquecían con las ganancias por medio de un confidente que actuaba como intermediario entre los narcos y los agentes.

placeholder Una de las vigilancias de Asuntos Internos a los investigados. (EC)
Una de las vigilancias de Asuntos Internos a los investigados. (EC)

Según Asuntos Internos, Big Boss le indicaba al intermediario las personas que le suministrarían la sustancia estupefaciente en Colombia y luego este colaborador se encargaba de introducirla en los barcos mercantes. Los informes incluyen fotografías de los encuentros clandestinos que mantenía este colaborador con el conocimiento de sus controladores policiales.

El segundo policía detenido es un inspector llamado José Guerrero. Era jefe de Grupo de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado en la Jefatura Superior de Policía Nacional de Murcia. Según las escuchas, estaba al tanto de la operativa y daba cobertura y protección al intermediario cuando se reunía con los narcotraficantes para negociar los envíos de droga y las cantidades de dinero.

Las escuchas al confidente revelan que este segundo policía le propuso hacer varios alijos y repartirse después de los beneficios de espaldas a Big Boss. Según sus cuentas, llegaron a calcular unas ganancias de un millón de euros siguiendo el citado modus operandi. No consta que finalmente lo llevaran a cabo.

Foto: El mando detenido con su uniforme de la Policía Nacional en un acto reciente en Bogotá. (Cedida)

Hubo tensiones entre los implicados por un envío que llegó a España el 5 de diciembre. Eran 150 kilos de cocaína, pero permanecieron inmovilizados durante semanas porque los narcotraficantes no querían pagar por adelantado tras un envío frustrado anterior. Big Boss, desde Colombia, impartió instrucciones claras: “No se hace nada si no hay plata por delante”.

"El león de Murcia"

El confidente, que era el encargado de tratar cara a cara con los narcos, se puso nervioso y pidió ayuda al segundo policía al que apodaba el león de Murcia. Asuntos Internos interceptó una de sus comunicaciones mantenida el 10 de diciembre en la que este intermediario manifestó su intención de acudir personalmente a hablar con el comisario al mando de la Brigada Provincial de la Policía Judicial en Murcia, al que citó por su nombre de pila. Los investigadores identifican a este tercer mando con su identidad completa en los informes. No consta por el momento más mandos detenidos o formalmente imputados que los dos primeros, pero las sospechas se expanden sobre otros nombre y unidades.

En la misma conversación, el confidente aludió a un cuarto responsable policial. Dijo que este comisario de Murcia podía desatascar la situación si llamaba “al comisario de Madrid”: “Mañana por la mañana yo voy a subir a Murcia a hablar con el comisario de allí, con E., a ver qué mierda es lo que pasa… estoy hablando hasta con el ‘colombiano’ (...) el comisario sí lo puede arreglar, puede llamar al comisario de Madrid y decir ‘escúchame, que aquí está en juego la vida de esta gente, así que déjate las tonterías’”, manifestó el confidente desde el interior de su coche en el que la Policía había instalado un aparato de escucha. Los investigadores no han logrado identificar a ese cuarto mando, comisario de Madrid.

En las escuchas a este confidente y colaborador de los policías detenidos se le oye comentar que el policía de Murcia va a ir a Madrid a reunirse con un inspector jefe al que sí cita y conoce por su nombre y apellido. Se trata del quinto funcionario policial señalado en las conversaciones. Asuntos Internos le identifica en sus informes como el responsable de la sección de cocaína de la Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO Central.

Foto: El jefe de la Udyco, Antonio Martínez Duarte, posa para El Confidencial. (J. I. R.)

El motivo del viaje a Madrid era buscar una solución y dar salida a los 150 kilos de cocaína retenidos por orden de Big Boss desde Colombia. De otras conversaciones del confidente se desprende que este inspector jefe destinado en la capital controla a otros “encubiertos” en Colombia.

Los aludidos trabajan en Canillas

Las actividades de esta trama afectan así a la Brigada Central de la UDYCO con sede en el complejo policial de Canillas, Madrid. Es el lugar donde se ubican los servicios centrales de la Policía Nacional en el distrito de Hortaleza. Antes del convulso envío de noviembre, se produjo otro en octubre con el mismo modus operandi y los mismos protagonistas. En este caso fueron 427 kilos de cocaína procedentes de Colombia. La mercancía la cargó el intermediario entre los días 16 y 25 de octubre y llegó al puerto de Algeciras el día 31.

Este cargamento fue incautado por el Grupo 42 de la UDYCO Central, según ha documentado Asuntos Internos. Los investigadores destacan en sus informes que el intermediario mantuvo antes una reunión con el Jefe del citado Grupo 42 en Madrid en fecha 26 de octubre. Con él ascienden a seis los funcionarios presuntamente al tanto de las actividades de la trama. Según sospechan los investigadores, le facilitó el número de contenedor donde iría alojada la droga.

Asuntos Internos introduce en uno de sus informes una conclusión: “Se llevó a cabo la aprehensión de la sustancia, pero sin producirse ninguna detención, a pesar de que, tanto los mandos de UDYCO Central, como el propio José Guerrero, jefe de UDYCO Murcia, eran conocedores de las identidades de los compradores de la sustancia”.

Foto: Una de las vigilancias de Asuntos Internos a los investigados. (EC)

La investigación también da por probado que miembros de la UDYCO Central dieron cobertura y protección a los encuentros entre el intermediario y los narcotraficantes albaneses en establecimientos de Murcia. “Se reseña que, las citas que fueron cubiertas por UDYCO (Central y Murcia), han sido documentadas por esta Fuerza Instructora en respectivas Actas de Vigilancia”, dice uno de los informes remitidos al Juzgado.

Esta investigación depende de un Juzgado de Murcia y gira en torno a los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, delito contra la salud pública, cohecho (aceptar dinero o bienes siendo funcionario público), blanqueo de capitales, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos por compartir de manera presuntamente ilegal datos confidenciales. En caso de acabar condenados, se enfrentan a penas elevadas de cárcel.

Las pesquisas se amplían además sobre los familiares de los dos policías detenidos porque usaban coches facilitados por el intermediario. Asuntos Internos ha detectado a la mujer de Big Boss realizando búsquedas en archivos policiales para cuestiones personales relacionadas con uno de los vehículos un mes antes de que la trama se lo entregara a su marido. Esta mujer, según destacan los investigadores, está destinada en la Unidad Provincial de Inteligencia de Pontevedra con lo que se amplían a siete los funcionarios policiales incluidos por los investigadores en sus informes.

La escuchas a la trama en la que hay dos mandos de la Policía Nacional detenidos por sus vínculos con el narcotráfico salpican ya a un total de siete funcionarios policiales y a la Unidad Central de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) con sede en Madrid. Así lo refleja la Unidad de Asuntos Internos en sus informes, elaborados a partir de horas de pinchazos telefónicos, vigilancias y grabaciones en el interior de vehículos de los investigados. Entre los funcionarios bajo el foco de las pesquisas se encuentra también la mujer del inspector jefe al que apodaban Big Boss, que ejercía como enlace en la embajada de España en Colombia.

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