Vox presiona desde las CCAA para restringir las importaciones de Marruecos tras la alerta de las fresas

Vox aplica a rajatabla su agenda en defensa del campo en plena oleada de protestas del sector. Y la alerta por hepatitis en un lote de fresas procedentes de Marruecos ha irrumpido como una oportunidad de oro para ondear esta bandera. La formación ultraconservadora quiere restringir las importaciones agrícolas del país magrebí y sitúa los Gobiernos autonómicos donde gobierna con el PP como el primer escalón de la ofensiva. Los de Santiago Abascal impulsan una especie de política preventiva generalizada y exigen reforzar los controles alimentarios del resto de productos marroquíes y priorizar a los agricultores españoles. Incluso hablan de suspender el marco de colaboración entre la UE y Rabat, aunque es una competencia exclusivamente comunitaria.

El Sistema de Alerta Rápida de Alimentos de la UE (RASFF por sus siglas en inglés) avisó el pasado lunes, 4 de marzo, de un lote de fresas marroquíes, que entró por Algeciras e iba a ser distribuido en Sevilla, infectado con hepatitis A. Las autoridades españolas procedieron a su retirada y, de momento, no hay constancia de que haya ningún afectado u otro paquete con el mismo problema. El producto se interceptó a tiempo en la frontera y no llegó a los consumidores.

La reacción de Vox ha sido inmediata. El partido liderado por Abascal, que lleva meses en una cruzada contra la Agenda 2030 y denunciando la competencia desleal que sufren los agricultores nacionales respecto a los extranjeros, señala el episodio como una potencial crisis sanitaria. La formación defiende poner en cuarentena todo lo que tenga que ver con las importaciones desde Marruecos.

La estrategia plantea, en el marco de las competencias autonómicas, reforzar los controles alimentarios y asegurar que el resto de productos hortofrutícolas importados son aptos para el consumo, aunque no existe ninguna otra alerta en ese sentido. También perseguir el fraude en el reetiquetado y lanzar campañas promocionales del género local. Fuentes de la formación explican que estas acciones se trasladarán próximamente a los consejos de gobierno de Castilla y León, Extremadura, Aragón, Murcia y Valencia, donde conviven con el PP, para ejecutarlas de forma inmediata.

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Vox, además, presentará proposiciones no de ley en todos los parlamentos autonómicos para instar a los diferentes Gobiernos a hacer lo propio "ante la gravedad de las notificaciones sanitarias que alertan de la presencia de hepatitis A". Ya se ha hecho en Andalucía y la Comunidad de Madrid, con el trasfondo de la pelea política entre Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo por acaparar el voto del campo y capitalizar las protestas.

La formación ultraconservadora apunta también a un imposible que tiene mucho que ver con el mensaje que defiende en Bruselas con sus aliados del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), donde están otras figuras como Giorgia Meloni. Vox defiende suprimir las importaciones agrícolas de Marruecos y plantea exigir a Pedro Sánchez desde las comunidades autónomas que el Gobierno inste a la Comisión Europea a suspender "inmediatamente" el Acuerdo Agrícola entre Marruecos y la UE "debido al enorme perjuicio económico y sanitario que dicho acuerdo causa a la producción agroalimentaria española y comunitaria y a todos los españoles". También bloquear los fondos europeos destinados a financiar el sector agrícola del país magrebí.

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El plan de Vox en los ejecutivos regionales es extensible a la Administración central, con la pretensión de que refuerce las inspecciones alimentarias bajo su competencia y eleve la inversión en los presupuestos generales para ayudar a los productores locales.

El PP no tiene constancia de la iniciativa de Vox. Los populares, en principio, comparten la necesidad de fortalecer la vigilancia, pero en ningún caso plantean cualquier ruptura de la UE con Marruecos. El mensaje es similar en todos los territorios consultados, ya sea donde gobiernan con mayoría absoluta o en coalición con los ultraconservadores. En Extremadura dejan bien claro que la relación comercial es una cuestión que trasciende de sus competencias, y reconocen la gravedad del episodio. "El Gobierno tiene que reforzar los controles en la frontera para evitar el riesgo a la salud de los consumidores", indican desde el Ejecutivo de María Guardiola.

En Murcia tampoco creen que romper las relaciones con Marruecos aporte algo, aunque comparten la preocupación. "Abogamos por más controles en frontera y cláusulas espejo para que los productores trabajen en igualdad de condiciones y los productos tengan las mismas garantías sanitarias", señalan las fuentes consultadas.

Exactamente, lo mismo que en la Comunidad de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso no necesita los votos de Vox: "No creemos que esa sea la solución. Apostamos por incrementar los controles, sanciones ejemplares y trabajar en Europa para establecer las cláusulas espejo y exigir así las mismas condiciones de seguridad alimentaria, condiciones laborales y prácticas medioambientales para los productos importados".