Marlaska bate el récord de longevidad en Interior abrasado y solo tras la crisis de Barbate
El asesinato de dos guardias civiles en Cádiz se vuelve contra el ministro por la falta de medios y se suma a una gestión jalonada de escándalos y censurada por los tribunales
El juez Fernando Grande-Marlaska se ha asegurado el título del ministro del Interior más longevo de la democracia. Bate al socialista José Barrionuevo en medio de una crisis profunda por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate (Cádiz). La tragedia se ha vuelto contra él por la falta de medios y el fracaso en la estrategia contra el narcotráfico en el sur de España. Policías y guardias están en pie de guerra y la viuda de uno de los fallecidos se negó a que el ministro le impusiera la condecoración al féretro de su marido. Esto se suma a una gestión que va camino de los seis años sin legado definido y jalonada de escándalos en los que Grande-Marlaska ha abrasado el prestigio que acumuló como magistrado de la Audiencia Nacional.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó en junio de 2018 su primer gabinete de ministros. Contaba con golpes de efecto y fichajes galácticos como el de Fernando Grande-Marlaska, quien siempre había hecho carrera en la Justicia al abrigo del bloque conservador. El primer sondeo del CIS que puso nota a los nuevos ministros situó al titular de Interior como el segundo mejor valorado por los españoles, con un 4,89, solo por detrás del astronauta Pedro Duque. Más de cinco años después, el último CIS que evaluó al gabinete en enero ubicó a Grande-Marlaska, con un 4,14, como el peor valorado junto al responsable de Transportes, Óscar Puente. Su figura está devastada.
Esta sensación no se produce solo a ojos de los españoles, sino que es compartida por las fuerzas de seguridad, a juzgar por el tono de los comunicados emitidos este fin de semana por los representantes de los policías y guardias civiles. Piden la "dimisión inmediata" de Grande-Marlaska, le culpan de la "pérdida de autoridad" en la calle a raíz del asesinato de los dos guardias civiles. Advierten de que este ministro "no está capacitado" para vencer al narco y hasta la fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, lanzó un mensaje que fue a parar directamente al tejado del Ministerio del Interior: "Que no vengan mañana al funeral si no nos dan los medios".
El Confidencial ha consultado en las últimas horas el estado de ánimo entre las fuerzas de seguridad. Lo sucedido en Barbate marca un antes y un después. Consideran que no se puede calificar como un accidente cuando era una situación que se venía denunciando desde hace tiempo. Así se expresaba en conversación con este periódico un veterano en la lucha contra el narcotráfico: "Morir de esa manera tan cruel e inútil. Creo que últimamente la Guardia Civil no está haciendo bien allí su trabajo. Falta personal, incentivos y medios. Hay que trabajar allí de otra manera. Son grupos organizados y contra ese tipo de delincuencia no sirven los métodos tradicionales de investigación". La sensación es de años de planes fracasados y ahora las explicaciones se vuelven contra la jefatura de Madrid, que diseña la estrategia desde junio de 2018.
Le perdí aprecio personal por su manera de gestionar las crisis. Tiene un punto de visceralidad que lo deshumaniza
Los migrantes muertos en la valla de Melilla, la relación con Marruecos, el retorno de los menores de Ceuta, el cambio en la política de inmigración, la continuación de las devoluciones en caliente y el uso de la llamada ley mordaza. El acercamiento total de los presos de ETA al País Vasco y Navarra, como siempre habían pedido, los contactos soterrados con el entorno de los terroristas por medio del jefe de Prisiones, el cese ilegal de un alto mando por no informar a sus superiores políticos de una investigación judicial que afectaba al Gobierno… La lista que esculpe su paso por Interior se sumerge en una batería de escándalos que le han costado la reprobación en el Congreso de los Diputados y la censura en los tribunales.
El Tribunal Supremo calificó de ilegal la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos al frente de la Comandancia de Madrid. Sus subordinados investigaban a las órdenes de un juzgado el papel desempeñado por el Ejecutivo al autorizar la manifestación feminista del 8 de marzo de 2020 a las puertas de la pandemia. Tal y como desveló este periódico, el cese se justificó por la ausencia de información por parte del coronel, algo que hubiera sido delito, al estar judicializadas las pesquisas. El fallo del alto tribunal no tuvo ninguna consecuencia ni provocó la asunción de responsabilidades.
Un alto mando de las fuerzas de seguridad, acostumbrado a tratar con el ministro, destaca su capacidad de trabajo: "Quedas con él para abordar una cuestión de 15 minutos y estás una hora y media". Sin embargo, valora así lo que entiende como los aspectos más negativos de Grande-Marlaska: "Le tengo respeto profesional, pero le perdí aprecio personal por la manera que tuvo de gestionar crisis como las que terminaron con Manuel Sánchez Corbí [jefe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil] y con Diego Pérez de los Cobos. No era necesario humillarlos así. Si has perdido la confianza o has tenido un problema con ellos, hay otras formas de cesarlos. Tiene un punto de visceralidad que le deshumaniza".
Son pocas las personas de su equipo que empezaron con él y continúan hoy a su lado. En unos casos, han ido saliendo por desavenencias, y en otros, por motivos personales que incluyen la huida de un ministerio que quema. La lista es larga. Una de ellas es la ex responsable de la Guardia Civil, María Gámez, también su antecesor en el cargo, Félix Azón. Este último era próximo a la ministra de Defensa, Margarita Robles, la enemiga íntima de Grande-Marlaska en el gabinete de Sánchez. También salieron la número dos del ministerio, la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella Gómez, o la jefa de gabinete ministerial, Rocío García. El responsable de Interior ha tenido ya tres directores de Comunicación.
Batir la marca esta semana
Son sus colaboradores los que tenían marcada en rojo la fecha de este miércoles 14 de febrero, casi como una conquista a pesar de todo. Cruzar la meta como el ministro con más días acumulados en la cartera de Interior. El adelanto electoral fijado por Pedro Sánchez para las generales en reacción a la victoria del PP en las autonómicas y municipales puso en peligro la marca ante la nada segura continuidad del juez al frente de Interior. Solo una repetición electoral le garantizaba batir la marca. Pero ha resistido contra viento y marea.
Sobre el recuerdo que dejará Grande-Marlaska al frente de Interior, uno de sus colaboradores consultados por este periódico opina que "los legados están marcados por los acontecimientos durante el mandato". Por citar algunos de los más recientes, Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo el final de ETA, Jorge Fernández Díaz está camino del banquillo de los acusados por usar la Policía al servicio del PP y Juan Ignacio Zoido tuvo el 1-O, pero no lo aprovechó para dejar huella. "¿Marlaska?, lo tendría que pensar, que no haya habido ningún escándalo similar a los de Fernández Díaz, viniendo de donde veníamos, no es poca cosa", opina este mando policial. En círculos socialistas, se explicó la llegada de Grande-Marlaska como un intento de poner distancia con aquella época. Se destacaba la figura de un juez prestigioso como un aval de legalidad, pero su gestión ha merecido otros reproches judiciales.
El Tribunal Supremo también consideró ilegal la devolución pactada con Marruecos de decenas de menores que habían entrado en la llegada masiva de personas a Ceuta en 2021. Por estos hechos fue investigada la delegada del Gobierno en la ciudad autónoma. En el juzgado, declaró que las autoridades locales consultaban los pasos a adoptar con el Ministerio del Interior. Los correos entre administraciones desvelados por este periódico acreditaron que el departamento de Grande-Marlaska autorizó y pilotó esa operación que puso en riesgo a los menores, según los jueces. El fallo tampoco motivó ninguna autocrítica por parte del ministro ni se depuraron responsabilidades en su equipo.
De nuevo la inmigración le costó una reprobación en las Cortes por su gestión de la tragedia de la valla de Melilla, donde en junio de 2022 murieron decenas de subsaharianos cuando trataban de alcanzar suelo europeo. A día de hoy, ni siquiera se sabe la cifra exacta de las personas que fallecieron tras una avalancha mortal provocada por las autoridades marroquíes. Ese día, se produjeron cientos de devoluciones en caliente desde España, como denunció el defensor del pueblo. Estos hechos confirmaron el viraje en la política migratoria de un Gobierno que se estrenó en esta materia acogiendo a los más de 600 migrantes rescatados en aguas del Mediterráneo por el buque Aquarius.
Marlaska pasó de presentarse en sociedad como "un técnico en un Gobierno socialista" a convertirse en un leal a las políticas del presidente Sánchez y hacer campaña por el PSOE. A pesar de todo, el líder del Ejecutivo le mantuvo en el puesto luego de revalidar el poder tras las elecciones generales del 23-J. La sensación general en el ministerio es que los ataques de la oposición por medio de este ministro ya están amortizados. No son pocos quienes en Interior daban por hecha su salida. Salvo sorpresa, ahora no se contempla internamente, desde luego no hasta una posible remodelación de Gobierno, y en todo caso tras las elecciones europeas de junio.
El juez Fernando Grande-Marlaska se ha asegurado el título del ministro del Interior más longevo de la democracia. Bate al socialista José Barrionuevo en medio de una crisis profunda por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate (Cádiz). La tragedia se ha vuelto contra él por la falta de medios y el fracaso en la estrategia contra el narcotráfico en el sur de España. Policías y guardias están en pie de guerra y la viuda de uno de los fallecidos se negó a que el ministro le impusiera la condecoración al féretro de su marido. Esto se suma a una gestión que va camino de los seis años sin legado definido y jalonada de escándalos en los que Grande-Marlaska ha abrasado el prestigio que acumuló como magistrado de la Audiencia Nacional.