Del Gobierno 'bonito' al Gobierno 'gris': dos ministros aprobados y mayoría de desconocidos

El primer equipo del que Pedro Sánchez se rodeó al llegar a la Moncloa, después de la moción de censura, se le llamó el Gobierno bonito. Un astronauta, un presentador de televisión, un juez estrella y un expresidente del Parlamento Europeo daban brillo a un gabinete que apenas duró año y medio. De aquel Ejecutivo sobreviven varios miembros, entre ellos el juez estrella, Fernando Grande-Marlaska, que es el peor valorado de todos los ministros según el barómetro del CIS de enero, donde recibe un 4,14 de puntuación. En el otro extremo está otra magistrada, Margarita Robles, que logra un 5,34 en su ministerio de Defensa. Solo ella y el titular de Cultura, Ernest Urtasun, que tiene un cinco raspado, aprueban en las notas del sondeo de José Félix Tezanos hecho público este miércoles.

La encuesta desvela el alto desconocimiento que tienen la mayoría de los miembros del actual Ejecutivo. Solo siete de los 22 presentan una ratio de conocimiento superior al 50%, muchos procedentes de ese primer Gobierno, como es el caso de Grande-Marlaska (84,7%) y Robles (79,8%). También entran en ese club José Luis Escrivá, conocido por el 68,5% de los encuestados; María Jesús Montero, para el 83,7%, y Teresa Ribera, 63,4%. Además de los titulares de Transformación Digital y las dos vicepresidentas, también se suman Félix Bolaños (69,5%) y Yolanda Díaz (95,3%). Y en el lado opuesto está Luis Planas, que forma parte del Ejecutivo desde el primer día y todavía está en un 42,9% de conocimiento.

Yolanda Díaz está en el Gobierno desde la primera coalición del PSOE con Unidas Podemos y fue designada el 13 de enero de 2020. Félix Bolaños entró en la remodelación que Sánchez puso en marcha en el verano de 2021 y lo hizo en sustitución de Carmen Calvo, que entonces era vicepresidenta primera y titular de Presidencia. En ese primer Ejecutivo, con Pablo Iglesias de vicepresidente, hasta 15 miembros del Gobierno superaban el umbral del 50% del conocimiento. Sí es cierto que el barómetro del CIS tardó varios meses en preguntar por el nivel de conocimiento y valoración del gabinete, en octubre de ese año. Y la pandemia ayudó, por ejemplo, a que un desconocido como Salvador Illa fuera reconocible para el 85,4% de los ciudadanos.

Pero después la crisis de gobierno de julio de 2021, el número de ministros con un alto nivel de conocimiento también era elevado. En ese momento, 13 de los 22 miembros del gabinete superaban el 50% de conocimiento. Félix Bolaños entró en la Moncloa siendo reconocible para el 54,4% de los participantes en el sondeo y la sustituta de Pablo Iglesias, Ione Belarra, ya había rebasado ese nivel (57,7%). No ocurrió lo mismo con Raquel Sánchez, Diana Morant o Isabel Rodríguez, que eran prácticas desconocidas para la sociedad. Y Morant y Rodríguez, que siguen hoy en el equipo de Sánchez, no han mejorado sustancialmente sus números.

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También son llamativas las diferencias que se han producido en los cambios de ministerios entre la primera coalición y la segunda. El grado de conocimiento de Óscar Puente (48,2%) es muy inferior al de José Luis Ábalos (74,8%) en octubre de 2020, a pesar de la relevancia que ha adquirido el exalcalde de Valladolid. También es muy distinto el grado de conocimiento de Elma Saiz de su predecesor, José Luis Escrivá. La navarra es reconocible para el 9,7% de la población, mientras el ahora titular de Transición Digital ya recogía el 65,6% en octubre de 2020.

Y hay un factor a tener en cuenta en el equipo de ministros elegido por el socio minoritario. Los ministros que Unidas Podemos designó en enero de 2020 eran figuras políticas que tenían un recorrido previo, a excepción de Manuel Castells. El profesor tenía un dato superior al 40%, pero el resto de miembros recibía números muy superiores. Iglesias era el más destacado (96,6%), pero Alberto Garzón (86,9%) e Irene Montero (86,3%) no se quedaban lejos. En una posición intermedia estaba ya entonces Yolanda Díaz, con un 67,7%.

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Los actuales miembros del Consejo de Ministros designados por Sumar tienen niveles de conocimiento mucho más bajos. La ministra de Sanidad, Mónica García, es la que presenta mejores registros y es conocida por el 43,7% de la población después de encabezar durante dos años la oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. La sigue Ernest Urtasun, con una carrera previa en política catalana y después en el Parlamento Europeo, logrando un 22,3% de conocimiento. Pablo Bustinduy, titular de Derechos Sociales y que también fue dirigente de Podemos en el pasado, tiene un 16,5%; algo superior al 13,7% de Sira Rego, procedente también de la Eurocámara y ministra de Juventud e Infancia.

En el ala magenta del Gobierno hay también algunos datos llamativos si se atiende a la valoración y no solo al conocimiento de los ministros. Hay dos miembros del Ejecutivo designados por Sumar que son mejor valorados por los votantes del PSOE que por los de la propia coalición. Es el caso de Mónica García, que logra un 6,66% de quienes optaron por el PSOE en las generales y un 6,56% por Sumar. Y lo mismo le ocurre a Sira Rego, que recibe un 6,12% entre los votantes socialistas del 23-J frente al 6,06% que le dan quienes apoyaron a la formación de izquierdas.

Este fenómeno no ocurría durante la anterior coalición, lo que da pistas de las dificultades que pasa la izquierda del PSOE en estos momentos. Hay que tener en cuenta que dentro de los votantes de Sumar que han participado en la encuesta hay personas afines a Podemos que ahora, solo un par de meses después de la formación del Gobierno, no se sienten representados por la coalición que encabeza Yolanda Díaz.