Óscar Puente, el preferido de Sánchez: lo intentó fichar tres veces y hablan todas las semanas

Óscar Puente no se ha atrevido con Pedro Sánchez lo que San Pedro hizo con Jesús. El apóstol negó tres veces al maestro y el ahora ministro no ha llegado a tanto porque a la tercera Sánchez consiguió que el exalcalde de Valladolid se enrolara en su Gobierno. El propio presidente lo contó el pasado lunes en la presentación de su libro en el Círculo de Bellas Artes, a la que Puente acudió junto con otros 13 miembros del Ejecutivo. Y allí bromeó con el titular de Transportes por sus prácticas tuiteras, que lo llevan a pulsar el botón de bloquear con más asiduidad que la que se presupone a un ministro. Otra muestra más de la complicidad que tienen Sánchez y Puente, la revelación de este nuevo gabinete a pesar de las polémicas que atesora.

"En esta tercera y última ocasión, las circunstancias eran diferentes", explican desde el entorno de Puente en referencia a esas resistencias del político vallisoletano por acudir a la llamada de Sánchez. La primera vez que el líder del PSOE se acordó de él a la hora de diseñar un Gobierno fue tras la moción de censura. "Entonces tenía un compromiso con Valladolid", apuntan estas fuentes, que concuerdan con lo que se dice del titular de Transportes en su tierra. "Ama Valladolid, es muy de allí; y cuando se implica en algo, no abandona", relata una persona que conoce al ministro de su época en política local.

Ya con el Gobierno de coalición con Unidas Podemos, hubo una segunda llamada "más explícita" desde Moncloa, pero Puente, que fue durante un par de años portavoz de la Ejecutiva federal del PSOE a la vez que regidor, volvió a elegir el bastón de mando a la cartera. Se ha publicado que los departamentos con los que Sánchez sedujo al ahora responsable de Transportes y Movilidad Sostenible fueron los de Cultura y Justicia, pero el entorno del ministro no confirma este detalle. Finalmente, ha asumido una tarea que conoce bien y que combina una alta dosis de política con la gestión que Puente conoce de su etapa como primer edil. Sus mandatos en Valladolid han estado marcados por las políticas de peatonalización, el impulso a los carriles bici y la implantación de zonas de bajas emisiones.

Nadie sabe a ciencia cierta a qué responde la predilección de Sánchez por Puente, pero sí se pueden hacer cábalas. Él mismo apuntó en la jornada de traspaso de carteras a esa experiencia de gestión. Y se afanó en alejar su imagen de "gallo de pelea", a pesar de que sus primeros pasos en el ministerio han abonado esa idea. El choque con Isabel Díaz Ayuso en redes sociales a cuenta de los problemas en el sistema de Cercanías en la capital dan buena cuenta, y el propio presidente lanzó un guiño a esa pugna en la presentación del libro. Hay quien piensa que lanzó un dardo al ministro cuando desveló que su cuenta de X, al contrario que la de Puente, está en manos de una community manager. "Pero Óscar lo hace muy bien", dijo el presidente.

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"Es auténtico y va a seguir siendo así; es valiente y arriesga, pero sabe hasta dónde puede llegar para no hacerle daño al partido", defienden en Valladolid tras ser cuestionados por los momentos más polémicos de Puente. No es casualidad que se haya convertido en uno de los tres ministros socialistas que mantienen el escaño, junto con Félix Bolaños y María Jesús Montero. El resto han renunciado al sillón para evitar que su agenda ministerial ponga en riesgo las mayorías en un Congreso con una aritmética endiablada. Es otra de las muestras de la confianza que tiene Sánchez en él, como cuando optó por Puente de forma sorpresiva para dar la réplica a Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida, a finales de septiembre.

Otra fuente que conoce a Puente tiene otra explicación para esa preferencia del presidente por el exalcalde de Valladolid. Y tiene que ver con el fracaso en las municipales que desalojaron al ahora ministro del Ayuntamiento de la ciudad castellanoleonesa. "Se dio cuenta de que solo con mensajes sobre la buena gestión no era suficiente; en las generales el tono fue más combativo y funcionó", explican desde el PSOE. Y Puente encaja en ese perfil, "aunque en el PP digan que es macarra", y sirve de parapeto al presidente del Gobierno, algo de lo que adoleció en la última etapa tras la salida del gabinete de figuras como las de Carmen Calvo o José Luis Ábalos.

Hay quien ve una razón estratégica en el ascenso de Óscar Puente al Consejo de Ministros, y es la búsqueda de un candidato en Castilla y León

Quienes lo conocen aseguran que Puente no es amigo de Pedro Sánchez, pero sí que mantienen una comunicación constante, con llamadas de teléfono semanales desde antes de que se integrase en el gabinete. "Es normal que el presidente lo quiera en su equipo, le echa muchas horas", expresan fuentes cercanas al ministro de Transportes, que también ensalzan la lealtad del vallisoletano, el buen uso de la "ironía" y la "pasión" que pone en sus desempeños. Hay que recordar que salió de forma abrupta de la portavocía federal del partido después de protagonizar varias polémicas, pero esa temporada en barbecho no desactivó las intenciones del jefe del Ejecutivo por contar con Puente en esta nueva etapa.

Hay quien ve una razón estratégica en el ascenso de Óscar Puente al Consejo de Ministros, y es la búsqueda de un candidato en Castilla y León después de los dos intentos infructuosos de Luis Tudanca. El titular de Transporte no ha hecho menciones al respecto y hay otra vallisoletana en el gabinete que también podría encajar en esta apuesta: la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Pero es una estrategia que no es extraña en Ferraz. Solo hay que mirar a Salvador Illa o Carolina Darias, que salieron del Gobierno para encabezar la lista del PSC a las catalanas y las municipales en Las Palmas de Gran Canaria. Y ahora Diana Morant se perfila como sustituta de Ximo Puig tras abrirse la sucesión en el PSPV.