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Los militares crujen con los salarios: "Quién va a conducir, quién va a pilotar, quién va a disparar"
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un inédito frente de asociaciones militares

Los militares crujen con los salarios: "Quién va a conducir, quién va a pilotar, quién va a disparar"

"Denunciamos el abandono del Gobierno a los militares y sus familias y exigimos que pase de su salario emocional basado en felicitaciones y palmaditas en la espalda a los hechos concretos y tangibles", piden las asociaciones de militares profesionales

Foto: Un soldado toma fotos de un caza de la Fuerza Aérea española en 2023. (Reuters/Borja Suárez)
Un soldado toma fotos de un caza de la Fuerza Aérea española en 2023. (Reuters/Borja Suárez)
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Fue un comunicado fuera de lo habitual. Las cinco asociaciones de militares profesionales que se sientan en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas —incluyendo por primera vez la que representa a los oficiales— han formado un inédito frente común con un solo objetivo: subir los salarios de los militares. Para ello, en un texto duro y directo, estas agrupaciones dicen que la situación ha llegado al límite. "La situación se hace intolerable, los salarios del personal militar son una vergüenza".

Las cinco asociaciones (Asfaspro, AUME, ATME, UMT y Aprofas) han sido tajantes en su llamamiento: se necesita abordar el asunto de forma "seria e inaplazable", lamentan la "falta de respeto" e "inacción" del Ministerio de Defensa y "la farsa" en la que se ha convertido la mesa de negociación laboral. Exigen un pleno extraordinario del Consejo de Personal (Coperfas). Según el reglamento, esta petición en bloque obliga al ministerio a convocar la reunión; pero ese mismo reglamento no especifica los tiempos para hacerlo.

"Nos siguen ignorando y menospreciando, su inacción nos hace perder cada día más poder adquisitivo y calidad de vida. Nuestra profesión es de alto riesgo y merece un reconocimiento justo, pero para el ministerio somos invisibles y prescindibles", se han lamentado en el comunicado conjunto publicado esta semana.

¿Y qué piden, exactamente, los militares? Las reivindicaciones tradicionales de las asociaciones son variadas y diversas, y difieren en algunos de los objetivos. Pero el prioritario y común a todas, y por el que se ha conseguido esta unidad entre siglas, son las retribuciones, prácticamente congeladas pese a los informes y negociaciones. El salario básico de tropa y marinería, sin complementos, está en unos 1.140 euros mensuales, prácticamente el salario mínimo interprofesional (SMI).

La propuesta incluida en la comisión de trabajo entre asociaciones y la secretaría permanente contempla una subida progresiva en varios años de unos 400 euros promedio (entre 300-500 euros, dependiendo de la categoría) lo que llevaría la factura de la subida, calculan, a unos 220 millones de euros anuales (dependiendo de las condiciones finales).

"Los salarios son una vergüenza para unos funcionarios dispuestos, literalmente, a dar la vida por su país. Seguimos siendo los funcionarios peor pagados de toda la administración. Y esta vez se han unido los oficiales por primera vez, porque también ven la enorme brecha entre sus salarios y el de sus pares en la Policía o la Guardia Civil pese a tener el mismo rango y el mismo trabajo: defender España. No es justo", comenta Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME).

La lucha por llegar a fin de mes

Para los militares profesionales, la sensación de abandono se ve multiplicada en los últimos dos años por el aumento sostenido en el presupuesto del Ministerio de Defensa, incluyendo un alza récord del 25% el año pasado. Además, tanto la ministra Margarita Robles, como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han reiterado públicamente su compromiso con la OTAN de llevar la inversión en defensa hasta el 2% del PIB para 2029. Para este 2024, Robles adelantó en una reciente comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso que se podría llegar al 1,3% desde el 1,24% del año pasado (cuando se impulsaron planes de adquisición de armamento y equipos por más de 15.000 millones de euros). Allí habló de programas militares y de misiones en el exterior, pero ni una palabra de salarios.

"Ahora se están negociando los presupuestos y queremos saber si van a llevar alguna subida para el personal. Es el momento de presionar. No podemos entender que gastando miles de millones en nuevos equipos, que nos parece fantástico, no se pueda destinar algo al recurso humano. Estamos casi en salario mínimo en los empleos más básicos", considera Iván Alcántara, de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME). "Esto no es solo cuestión de derechos, es cuesitón de llegar a fin de mes. Sobre todo en los salarios inferiores".

El Ministerio de Defensa destinó en 2022 unos 5.000 millones de euros de su presupuesto (algo más de la mitad) a los gastos de personal, incluyendo incentivos de rendimiento (180 millones al año) y prestaciones (345 millones). El grueso de este monto (un 84%) va para funcionarios de carrera, mientras que el resto se distribuye entre altos cargos (1,1 millones al año), personal eventual y otros vínculos laborales. Según las estadísticas de Defensa, la mitad de los 4.200 millones para salarios de funcionarios de carrera corresponden a la retribución básica y la otra mitad a retribuciones complementarias (por destino, por labor específica, por residencia, etc).

En total, al cierre de 2022 (últimas cifras actualizadas de los anuarios estadísticos de Defensa), las Fuerzas Armadas sumaban 53.347 militares de carrera en activo, con una edad media de 43,3 años (1.245 efectivos más que en 2020 y casi 10.000 más que hace una década). Más de la mitad, casi 30.000, son del Ejército de Tierra; seguidos por unos 11.300 en el Ejército del Aire y del Espacio y unos 9.600 en la Armada. Además, unos 2.900 en los cuerpos comunes. A estos se suman otros 17.231 que están en reserva especial, excedencia o servicios especiales.

De los militares en activo, 12.984 corresponden a la escala de oficiales, 25.866 a la de suboficiales y 13.968 a la de tropa. La principal provincia de destino activo es Madrid (una con los niveles de vida más elevados de España), con 15.000 efectivos, seguida de Cádiz, con 4.800; Zaragoza, con 3.600; Murcia, con 2.900 y Sevilla, con casi 2.600.

Un foro sumario

El enfrentamiento de las asociaciones con Defensa se ha ido enconando durante la pasada legislatura. Pese a tener un informe que analiza las retribuciones y el respaldo del Observatorio de la Vida Militar, los uniformados no han logrado muchas mejoras en una legislatura donde el gasto en defensa se ha ido incrementando, pero no en materia de personal. En paralelo, la inflación y las alzas en los tipos de interés han impactado significativamente en la calidad de vida de soldados. Sin embargo, el Coperfas, el único foro de interlocución de las asociaciones con el Ministerio de Defensa para temas de personal, no parece avanzar en ninguna de sus iniciativas.

"El Coperfas se reúne cuatro veces al año y a todos los consejos llevamos el tema retributivo. Sin embargo, no llegan al pleno porque no pasan ni la preparatoria y derivan ese tema a una comisión específica de retribuciones. Allí no hay votación, ni nada; ni una mesa de diálogo. Las asociaciones llevamos todo tipo de propuestas relacionadas con el personal y normalmente dicen que no con cualquier argumento. Lo único que podemos hacer es presentar reparos ante el mismo consejo. Es decir, son juez y parte", resume Alcántara. "La ministra lleva sin ir al menos dos años. Creímos en el consejo de diciembre, siendo el primero de la legislatura, habría una señal. Pero no, tampoco apareció. No hubo optimismo".

Foto: Soldados españoles, de maniobras en Letonia. (EFE)

Lamentan el agravio comparativo, tanto con el resto de funcionarios como, específicamente, con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado bajo tutela del Ministerio de Interior, que se ha comprometido a mejorar los salarios de policías y guardias civiles, así como los cuerpos autonómicos, como los Mossos d’Esquadra y la Policía Foral de Navarra. Y también no disponer de ninguna medida de presión. Las asociaciones saben tienen poco (o ningún) margen de maniobra. No pueden dar charlas informativas en bases y cuarteles para presionar, y además, los militares no tienen derecho a sindicarse ni a la huelga. Además, una parte significativa del salario militar (hasta un tercio) se basa en el llamado complemento de dedicación especial, un bonus arbitrario y subjetivo que depende de los mandos superiores.

"Tan solo podemos manifestarnos, seguir hablando con los partidos y llevar nuestro mensaje a la ciudadanía para que nos apoye", asegura Gómez. "Si quisieran (el Gobierno), tienen los votos para ir al Congreso. Tenemos un apoyo mayoritario. Nos reunimos con los partidos antes de las elecciones y casi todos llevaban las mejoras de la tropa en sus programas", agrega.

No más palmaditas, por favor

La lista de peticiones de las asociaciones es variada. Casi todas, con distintos matices, se centran en una actualización de la ley de derechos y deberes (que lleva siete años estancadas), una nueva ley de la carrera militar y el problema de la temporalidad, ya que los militares de tropa y marinería no pueden continuar en las Fuerzas Armadas después de los 45 años (salen, además, sin una convalidación de sus estudios o habilidades adquiridas durante su carrera militar). Esta situación pone una presión constante a la capacidad de reclutamiento de las Fuerzas Armadas (muy vinculada, por otra parte, al ciclo económico).

En medio de estas tensiones, el Ministerio de Defensa se lanzó en enero una de las mayores convocatorias de plazas para tropa y marinería para casi 4.000 efectivos, el doble de lo que venía siendo habitual. Las asociaciones advierten que cada vez va a ser más difícil cubrir esas vacantes si no se actualizan las condiciones de los soldados profesionales.

Foto: Foro Desafíos Defensa 2024. (El Confidencial)

"Incluso algunas academias de oficiales y suboficiales tienen problemas para llenar los cursos. Y el sector privado está drenando constantemente personal, porque con estas condiciones no se puede competir. Por muchos equipos que compren, los militares ven el futuro negro", expone el dirigente de ATME. "Y entonces quién va a conducir esos blindados, quién va a pilotar esos aviones, quién va a disparar esos fusiles".

Mientras tanto, el peso e influencia del sector defensa no para de crecer. La industria está en los primeros compases de un ciclo alcista que se prolongará varios años mientras las Fuerzas Armadas aumentan sus maniobras y ejercicios nacionales e internacionales ante un panorama de creciente incertidumbre geopolítica. Y para los soldados, de incertidumbre laboral.

"Denunciamos el abandono del Gobierno a los militares y sus familias y le exigimos que pase de su salario emocional basado en felicitaciones, palmaditas en la espalda y palabras huecas a los hechos concretos y tangibles", piden las asociaciones.

Fue un comunicado fuera de lo habitual. Las cinco asociaciones de militares profesionales que se sientan en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas —incluyendo por primera vez la que representa a los oficiales— han formado un inédito frente común con un solo objetivo: subir los salarios de los militares. Para ello, en un texto duro y directo, estas agrupaciones dicen que la situación ha llegado al límite. "La situación se hace intolerable, los salarios del personal militar son una vergüenza".

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