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Barones del PP, en contra de pactar el CGPJ: "Es dar a Sánchez los comodines de la baraja"
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Ante le reunión del 12 de febrero

Barones del PP, en contra de pactar el CGPJ: "Es dar a Sánchez los comodines de la baraja"

Alertan de que la Moncloa aprovecharía una renovación para colocar a "jueces militantes" en los más de 90 puestos pendientes en pleno debate sobre la ley de amnistía

Foto: Reynders cita en Bruselas a Bolaños y González Pons para desbloquear el CGPJ.
Reynders cita en Bruselas a Bolaños y González Pons para desbloquear el CGPJ.
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En el PP siempre ha habido una mayoría favorable a aprovechar una "ventana de oportunidad" para pactar con el PSOE la reforma del Consejo General del Poder Judicial. Los deseos han chocado hasta ahora con la realidad. La última vez que hubo una posibilidad real de acuerdo se cruzó la necesidad de la Moncloa de reformar el delito de malversación para que ERC apoyase los presupuestos. Antes, fueron las exigencias de Pablo Iglesias de nombrar un juez afín o los pactos con Bildu. Muy lejana queda ya la filtración de que el magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, presidiría el máximo órgano de gobierno de los jueces. ¿Está el partido hoy con ánimo de cerrar definitivamente un acuerdo? La respuesta es no. Y antes de las elecciones gallegas del 18 de febrero, menos.

Los barones consultados por El Confidencial coinciden en que ahora sería "el peor momento" para dar luz verde al PSOE. "Hay que aparentar que queremos negociar, pero no podemos cerrar un acuerdo. Sería darle a Sánchez todos los comodines de la baraja", advierte un destacado dirigente territorial. Alberto Núñez Feijóo heredó de Pablo Casado la renovación del CGPJ como una asignatura incómoda. Lejos de encontrar un camino, la nueva cúpula popular se ha encontrado con un muro. A diferencia de lo que ocurría con el ex secretario general de los populares Teodoro García Egea, la relación entre el vicesecretario de Relaciones Institucionales, Esteban González Pons, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, es muy mala. De hecho, el socialista mantiene aún contacto con García Egea pese a haber dejado la primera línea de la política.

Las posturas han estado tan enfrentadas que esta semana hemos asistido a una reunión inédita. González Pons y Félix Bolaños se encontraban en Bruselas con el comisario de Justicia, Didier Reynders, como "mediador". De la reunión trascendió poco más que el emplazarse a un nuevo encuentro el 12 de febrero. Las declaraciones posteriores reflejaban pocos avances. Feijóo se mantiene, y no cederá, en que la renovación debe estar acompañada en paralelo por un cambio en la ley que permita a los jueces elegir a sus representantes.

La Moncloa, por su parte, tampoco ha dado síntomas de acercar posturas. Siguen defendiendo el actual sistema, en el que los 20 vocales son propuestos entre el Congreso y el Senado. De estos, 12 se eligen entre jueces y magistrados y los ocho restantes, entre juristas de reconocida competencia, según la Constitución. Los populares quieren acabar con la "injerencia política" con base en las recomendaciones de la Unión Europea. De ahí que fuesen los conservadores los que apostasen por contar con el comisario europeo como árbitro. Esta petición se ha interpretado como un síntoma de que Génova está dispuesta a desbloquear la situación.

La mala relación entre González Pons y Félix Bolaños complica el acuerdo para el CGPJ

En el partido, piden al jefe mantenerse firme. Avalan "sentarse siempre" para marcar distancia con la imagen "antisistema" de Vox, pero recuerdan que hay 90 nombramientos de jueces pendientes y que el Gobierno "colocará a sus amigos". Basan la acusación en el precedente del Tribunal Constitucional, donde Pedro Sánchez nombró al exministro de Justicia Juan Carlos Campo y a la ex directora general del Ministerio de Presidencia Laura Díez.

"Con el PSOE, no se puede ir ni a cobrar una herencia", sostienen desde los territorios, donde ponen el acento en que en estos momentos —en que el Gobierno negocia el redactado de la ley de amnistía para "satisfacer" a Carles Puigdemont— sería "un suicidio". En caso de que no se logre desencallar el CGPJ, el PSOE puede cambiar mediante ley orgánica la mayoría para elegir a los vocales y sacarlo adelante con sus socios de investidura. Bolaños ya descartó esta opción, que Podemos colocó en la pasada legislatura sobre la mesa. Desde el PP, consideran que sería "ir demasiado lejos" y se muestran convencidos de que Bruselas intervendría, como ocurrió con Polonia.

Foto: Reynders reúne a Bolaños y Pons en busca de un acuerdo del CGPJ. (Comisión Europea)

Entre los populares, cunde la desconfianza hacia Sánchez. "Hoy en día, el PSOE es un partido antisistema. Su único objetivo es colonizar las instituciones y desprestigiarlas", insisten al ser preguntados por la necesidad de acabar con la situación del CGPJ, cuyos miembros llevan desde diciembre de 2018 con el mandato caducado. Esta sensación la comparte buena parte de la judicatura, que no esconde su "profundo malestar" por la injerencia del Ejecutivo y las continuas críticas a su labor por parte de miembros del Consejo de Ministros.

El propio Sánchez ha coqueteado con el reproche a los jueces en sus últimas declaraciones, en las que defendió que el "independentismo catalán no es terrorismo y así lo van a concluir los tribunales". Cabe recordar que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha visto indicios de un delito de terrorismo contra el expresidente catalán por los altercados en el aeropuerto de El Prat llevados a cabo por el grupo Tsunami Democràtic que presuntamente estaría al servicio de Puigdemont, según las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se mostró muy pesimista en la entrevista concedida a este medio sobre las opciones con el PSOE. La baronesa destacó que solo es aceptable que los socialistas acepten cambiar el sistema de elección para que los jueces se elijan de manera independiente. Cualquier retroceso en sus exigencias por parte de Feijóo no se entendería en el partido. Génova tiene intención de mantenerse firme. "Si a Puigdemont le dan todo, ¿por qué nosotros tenemos que esperar menos?", reflexionan en la cúpula popular. El gallego no lo tiene fácil. Haga lo que haga, lloverán las críticas de los suyos o de los otros.

En el PP siempre ha habido una mayoría favorable a aprovechar una "ventana de oportunidad" para pactar con el PSOE la reforma del Consejo General del Poder Judicial. Los deseos han chocado hasta ahora con la realidad. La última vez que hubo una posibilidad real de acuerdo se cruzó la necesidad de la Moncloa de reformar el delito de malversación para que ERC apoyase los presupuestos. Antes, fueron las exigencias de Pablo Iglesias de nombrar un juez afín o los pactos con Bildu. Muy lejana queda ya la filtración de que el magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, presidiría el máximo órgano de gobierno de los jueces. ¿Está el partido hoy con ánimo de cerrar definitivamente un acuerdo? La respuesta es no. Y antes de las elecciones gallegas del 18 de febrero, menos.

Alberto Núñez Feijóo CGPJ Félix Bolaños
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