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Abascal se impone sin oposición, pero no tapona la herida en los territorios
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Crisis en el partido

Abascal se impone sin oposición, pero no tapona la herida en los territorios

El líder de la formación ultraconservadora pierde el control en Baleares 48 horas después de negar la crisis en la asamblea general del partido y acusar a los medios de mentir. El goteo de dimisiones es constante desde hace meses

Foto: Santiago Abascal, durante la asamblea general de Vox. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
Santiago Abascal, durante la asamblea general de Vox. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
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Santiago Abascal dedicó buena parte de su discurso durante la asamblea general del partido, celebrada este sábado, en negar las tensiones internas en Vox. El líder de la formación ultraconservadora, que blindó su liderazgo a la búlgara, sin oposición y sin votación de los afiliados, acusó a los medios de comunicación de mentir y contar una "película de ciencia ficción" sobre los problemas en el partido. Pero apenas 48 horas después, desayunó con el estallido de una crisis en Baleares. Cinco diputados rebeldes tomaron el control del grupo parlamentario y expulsaron de forma unilateral a Patricia de las Heras, la mujer de confianza de Abascal en las islas, y a Gabriel Le Senne, presidente de la Cámara balear y también afín a la dirección nacional.

El partido lleva meses afanado en negar la fractura interna. La puesta en escena del sábado insistía en la misma dirección. El mensaje fue de cierre de filas en torno a Abascal, que por primera vez ha incluido en la ejecutiva a una nutrida representación autonómica, y de cohesión frente a los intentos externos de desestabilización a las puertas del nuevo ciclo electoral. "¿Dónde está el candidato que se iba a presentar? ¿Dónde está la corriente interna? ¿Qué idea ha dejado de ser defendida por Vox?", dijo el líder de la formación durante el mitin, tras poner en la diana a los periodistas. Pero el recorrido ha sido corto. La herida supura aún por los territorios.

El problema ha quedado al descubierto en Baleares. Vox ha perdido el control del grupo parlamentario y con ello cualquier capacidad de influencia en el Gobierno de Marga Prohens. El PP ya no depende de la formación ultraconservadora en las islas y no tendrá que negociar con ellos ninguna propuesta o iniciativa. A la presidenta popular, con 25 escaños en el Parlament, le basta con apoyarse en los cinco diputados críticos con Abascal para llegar a los 30 que marcan la mayoría absoluta.

Fuentes de la dirección nacional reconocen que no les ha pillado por sorpresa. La tensión en Baleares no era cosa de un día y la asamblea general del partido era una oportunidad para hurgar en la herida. El secretario general, Ignacio Garriga, anunció la expulsión de los díscolos y enmarcó el movimiento en su "ambición personal" para hacerse con el control en las islas. Un episodio calcado al que ya se vivió en Murcia en el ecuador de la legislatura pasada, cuando tres diputados críticos con Abascal rompieron con la cúpula e impidieron una moción de censura contra el Gobierno del PP.

Foto: Patricia de las Heras. (EFE/Javier Lizón)

El inicio de la legislatura ha resucitado viejos fantasmas. Vox lleva meses intentando achicar agua para taponar la herida, pero el runrún sobre la crisis interna ha sido una constante. El fiasco en las elecciones del 23-J fue la antesala de un goteo de salidas. La renuncia de Iván Espinosa de los Monteros, una de las principales figuras de la formación, provocó un terremoto sin precedentes y puso de manifiesto el choque entre las corrientes de Vox, con un enfrentamiento entre el ala más liberal y la considerada más ultra y conservadora.

Javier Ortega-Smith, ex secretario general del partido, expuso sin disimulo la situación. "Siento mucho tu dimisión y mucho más las razones que la provocan. Has luchado sin descanso desde la fundación de Vox con lealtad, con generosidad y con sacrificio. Aunque algunos no han sabido reconocértelo, la inmensa mayoría tenemos una impagable deuda de patriotismo contigo. Seguiremos luchando por los mismos principios y valores por los que juntos pusimos en marcha este proyecto al servicio de España y de la libertad. Siempre a tu lado. GRACIAS", dijo en X (antes Twitter). Su crítica no fue aislada y diputados del Congreso apartados, como Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso, considerados liberales, denunciaron públicamente la "deriva" del partido.

Todas las miradas apuntaban al eurodiputado Jorge Buxadé, cerebro de la campaña electoral del 28 de mayo y responsable del giro ideológico de Vox, según las diferentes fuentes consultadas. El dirigente, como la dirección nacional, niega la mayor. "Es una gran mentira", declaró a El Confidencial en plena tormenta, tras cuestionar el mensaje de los críticos, a quienes acusó de actuar por despecho. Pero lo cierto es que las salidas no han acabado y el goteo es constante desde hace meses.

Después de Espinosa de los Monteros, han abandonado otros dirigentes como Juan José Aizcorbe, gerente de la formación, o más recientemente Carla Toscano, muy cercana a Ortega-Smith. Y mientras el partido quitaba hierro a las dimisiones, en los territorios pasaba lo mismo. La única consejera de Vox en el Gobierno de Extremadura, en coalición con el PP, anunció su salida por "discrepancias" con la dirección nacional. Camino Limia se marchó con un mensaje en clave en redes sociales, donde hablaba de "traidores" y "cobardía".

Santiago Abascal e Ignacio Garriga apelaron el sábado a la "unidad" y la "cohesión", pero el mensaje se ha diluido como un azucarillo en 48 horas. El sector crítico con la cúpula ha dado un golpe de mano que deja a Vox fuera de juego. De las Heras y Le Senne, paradójicamente, pasarán al grupo de no adscritos y los díscolos conservarán las siglas de Vox pese a su expulsión. Los dos funcionarán como un grupo independiente de las órdenes de la dirección, sin posibilidad de influencia.

Foto: La consejera que ha dimitido, Camino Limia. (EFE/Jairo Morales)

Los diputados rebeldes (Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades), que únicamente han aludido a motivos "internos", pasan a ser un interlocutor más de Marga Prohens. El PP no ha tomado partido públicamente, pero a nadie se le escapa que la situación ahora es más cómoda para ellos, ya que cuentan con otras vías de negociación alternativa y quedan a salvo de una posible estrategia de Vox orquestada desde Madrid. "La relación es buena con las dos facciones y entendemos que con independencia de como resuelvan esta situación interna no afectará a la gobernabilidad. Nosotros seguiremos cumpliendo el acuerdo de investidura que tenemos, con el que entendemos están implicados los ocho diputados iniciales", señalaron este lunes.

Santiago Abascal dedicó buena parte de su discurso durante la asamblea general del partido, celebrada este sábado, en negar las tensiones internas en Vox. El líder de la formación ultraconservadora, que blindó su liderazgo a la búlgara, sin oposición y sin votación de los afiliados, acusó a los medios de comunicación de mentir y contar una "película de ciencia ficción" sobre los problemas en el partido. Pero apenas 48 horas después, desayunó con el estallido de una crisis en Baleares. Cinco diputados rebeldes tomaron el control del grupo parlamentario y expulsaron de forma unilateral a Patricia de las Heras, la mujer de confianza de Abascal en las islas, y a Gabriel Le Senne, presidente de la Cámara balear y también afín a la dirección nacional.

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