Vox busca dos diputados para someter a referéndum la reforma del artículo 49 de la Constitución

Vox busca a dos diputados para un movimiento inédito. La formación ultraconservadora quiere que la reforma del artículo 49 de la Constitución, pactada entre el PP y el PSOE y aprobada en las Cortes, se someta a referéndum. Así lo anunció este sábado Santiago Abascal durante la Asamblea General del partido celebrada en Madrid. "Que no se reforme por la puerta de atrás en el Parlamento, sino que se lleve a un referéndum constitucional, vinculante, para saber si los españoles quieren consagrar la desigualdad entre los hombres y las mujeres", dijo Abascal, que renovó su liderazgo por aclamación para cuatro años más.

El punto de partida de Vox es el apartado tercero del artículo 167 de la Constitución, que prevé esta iniciativa. "Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras".

El requisito no es demasiado exigente. La décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras se traduce en 35 diputados en el caso del Congreso y de 26 en el Senado. Y Vox acaricia este umbral. La formación ultraconservadora cuenta con 33 asientos, por lo que solo necesitaría dos más para cumplir su objetivo. Fuentes de la formación explican a este diario que la iniciativa se registrará este lunes, aunque las negociaciones no han comenzado en ningún caso y no ha habido contactos.

Las opciones de éxito son más limitadas. El pacto con el PSOE o el PP está descartado, habida cuenta de que ya han pactado una intervención exprés y limpia sobre la Constitución para eliminar el término "disminuido", aparcando sus diferencias de forma puntual. Más difícil todavía es atraer a cualquiera de los representantes de Sumar o Podemos. Y aún más en el caso de los nacionalistas o independentistas, ya que los estatutos de Vox prohíben expresamente cualquier acuerdo con estas fuerzas. La opción más plausible es incorporar a los dos diputados que suman UPN y Coalición Canaria. Ningún partido con representación se ha pronunciado al respecto.

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En el grupo parlamentario de Vox evitan entrar en detalles sobre su estrategia y señalan que todo está abierto. Las fuentes consultadas explican que este movimiento no es igual que una moción de censura, que requiere una acción conjunta, sino que basta con adherirse a la moción a lo largo de 15 días. Es decir, que Abascal y los suyos registrarán sus 33 firmas y posteriormente puede hacerlo quien lo quiera.

La propuesta de Vox, que no remite al artículo en cuestión, sino a la forma de proceder, es compleja y entraña algunos riesgos. En primer lugar, porque supone reabrir el debate en torno a la Constitución y allanar el terreno para ponerla en cuestión. Es decir, dar todavía más munición a los independentistas y nacionalistas en un momento muy delicado. Y segundo, porque podría sentar un precedente para futuras ocasiones: cada modificación alienta el fantasma de la consulta.

Ni el PSOE ni el PP eran ajenos a esta cuestión cuando abordaron la reforma exprés y quirúrgica de la Carta Magna. Es una cuestión con muchas aristas que nadie se ha atrevido a abordar en 45 años de vigencia de la norma. Esta posibilidad, de hecho, levantó muchas reticencias cuando se habló sobre la sucesión a la Corona. Los únicos cambios en el texto hasta la fecha, sobre los artículos 13.2 y 135, se acataron y nadie impulsó un referéndum. En este momento, dada la unanimidad en las votaciones, tampoco parece probable que ocurra.

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Vox, sin embargo, defiende que una reforma de la Constitución tiene que someterse a consulta. No tanto por el artículo en cuestión, sino porque se trata de una actuación de gran calado. "Hemos ido a muchas elecciones, pero se nos ha preguntado muy poco y han tomado decisiones una tras otra sobre las que deberíamos haber sido consultados", declaró Abascal durante la Asamblea General, celebrada en Madrid.

Lo cierto es que la formación ultraconservadora ya centró su estrategia en esta cuestión. El último macroevento político celebrado por Vox, en octubre de 2022, presentó el programa España Decide, que apelaba al artículo 97 de la Constitución para someter a referéndum cuestiones trascendentales para los españoles, como la inmigración ilegal, la soberanía energética o la educación, entre otros. Un intento por aflorar la "España real" que vuelve a escena en un momento complejo para la formación, ávido de recuperar el foco y en pugna directa con el PP ante el nuevo ciclo electoral.