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El "derecho a decidir" y los ataques de Vox rompen la armonía en la reforma constitucional
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ACUERDO PSOE-PP

El "derecho a decidir" y los ataques de Vox rompen la armonía en la reforma constitucional

La toma en consideración de la modificación del artículo 49 de la Constitución ha contado con una amplia mayoría de 315 síes, aunque los de Abascal se han desmarcado optando por la abstención

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, durante la toma en consideración de la reforma de la Constitución. (EFE/Kiko Huesca)
El líder de Vox, Santiago Abascal, durante la toma en consideración de la reforma de la Constitución. (EFE/Kiko Huesca)

Se esperaba un debate de guante blanco para dar luz verde a una "causa justa". Tanto PSOE como PP pidieron desde la tribuna alejar el histórico compromiso del sector de la discapacidad de la refriega política. En términos generales, sí fue un debate sosegado. Pero el ruego no terminó de calar y entraron en juego algunos factores disruptivos que empañaron en cierta medida la armonía que, por una vez, parecía respirarse en el Congreso. Mientras algunos de los socios del Ejecutivo han aprovechado la apertura del texto constitucional para reivindicar el "derecho a decidir", Vox ha optado por romper la unanimidad de la Cámara y acusar a Sánchez y Feijóo de utilizar a las personas discapacitadas "como mercancía" para "teatralizar una supuesta normalidad institucional" que, en su opinión, no existe.

La toma en consideración ha salido adelante, finalmente, con 315 votos a favor, 33 abstenciones —las de Vox— y ningún voto en contra. Los de Abascal han optado por el 'no' en el punto que abordaba la tramitación urgente de la iniciativa, mientras que el PNV, en este caso, se ha situado en la abstención. Las objeciones de algunas fuerzas parlamentarias no ha evitado que la reforma salga adelante por el consenso entre PSOE y PP. Se abre ahora un plazo de presentación de enmiendas y el próximo jueves 18 de enero la Cámara Baja dará luz de forma definitiva a una reforma guardada durante años en un cajón: la eliminación de la Carta Magna del término "disminuido" y su sustitución por "personas con discapacidad".

El PP ha dado máxima prioridad a la iniciativa y fue el propio Alberto Núñez Feijóo quien subió a la tribuna para defender el acuerdo con el PSOE. El líder del PP agradeció la "negociación honesta" que había existido con los socialistas pese al clima de máxima desconfianza entre los dos grandes partidos a cuenta de las cesiones al independentismo. "Estamos y estaremos dispuestos a recurrir al acuerdo cuando responde a una demanda real y justa", incidía el líder popular, que ha remachado que si existiese esa "voluntad" por parte del PSOE, la reforma constitucional "no sería un oasis en el desierto de la crispación que algunos han elegido".

El PSOE, por su parte, ha utilizado también un tono conciliador con la oposición para evitar desviar el foco de lo importante y de la deuda histórica de la política con el sector de la discapacidad. Primero intervino el diputado socialista Emilio Sáez Cruz, que pronunció un emotivo discurso resaltando que, por su discapacidad, se le ha denominado a lo largo de los años como "minusválido" e, incluso, "subnormal". "Aunque no lo elijamos, un adjetivo nos define", lamentaba. El turno de intervención del PSOE lo ha cerrado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños que, de forma excepcional, ha incluido al PP en la lista de agradecimientos. "Debemos entendernos en lo que es indiscutible", apelaba.

La petición llegó a medias a algunos de los socios parlamentarios de Sánchez. Todos los grupos del bloque de investidura anunciaron, sin excepción, su voto a favor. Pero aprovecharon sus intervenciones para reclamar al Gobierno que amplíe la reforma constitucional a otros supuestos, como el que afecta al "derecho a decidir". Fue el caso del portavoz del PNV, Mikel Legarda, que censuró que PSOE y PP decidiesen de forma unilateral los preceptos que querían reformar de la Constitución y proponiendo "al resto" del arco parlamentario "una especie de contrato de adhesión".

"La crítica no es tanto en lo que se propone, sino en lo que se omite. No haber entablado conversación con el resto de grupos para abordar otros asuntos susceptibles de reforma", censuraba. No en vano, los jeltzales han introducido varias enmiendas a la reforma para abordar el "derecho a decidir del pueblo vasco", y se abstuvieron en la tramitación por la vía de urgencia de la iniciativa por el "poco tiempo" para abrir otros debates respecto a la Carta Magna.

EH Bildu, por su parte, afeó al PNV que hubiese colado una enmienda en un asunto tan relevante socialmente como el compromiso con el sector de la discapacidad, pero su portavoz, Mertxe Aizpurua, reclamó también a Sánchez "no quedarnos sólo en este cambio" y abordar cuanto antes "el debate sobre la plurinacionalidad del Estado", un asunto posible, dijo, "cuando existe voluntad política".

Por su parte, la representante de Junts, Marta Madrenas, defendió la reforma porque "ninguna sociedad digna puede permitir que las personas con discapacidad puedan ver la vida a través de una ventana", pero abordó, no obstante, la necesidad de "eliminar" muchos elementos "decrépitos" de la Constitución. "Sé que el tema es el que es, pero conviene hablar también del tabú de no tocar la Constitución porque el paso del tiempo impacta sobre las leyes y sobre su urgencia", lanzó también el diputado de ERC, Francesc Álvaro Vidal, que usó también un tono conciliador y llamó a "felicitarnos" por el avance histórico que "creará una sociedad más empática y civilizada".

La intervención de Vox fue la más dura de todas. La diputada Lourdes Méndez-Monasterio lanzó duras críticas contra el acuerdo entre PSOE y PP y, especialmente, contra Feijóo, por actuar de forma "hipócrita" y censurar la "humillación" de Sánchez al Estado una semana y a la siguiente "pactar una reforma con Sánchez". "¿A ustedes les parece digno utilizar a las personas con discapacidad para sus fines partidistas? ¿O utilizar como mercancía a las personas con discapacidad para teatralizar una supuesta normalidad institucional con esta reforma?", criticaba.

A la salida del pleno, y tras consumar su abstención, el propio Santiago Abascal se lanzó directamente contra Alberto Núñez Feijóo. “Es absolutamente imposible explicar el golpe a la Constitución que da Sánchez cuando el partido que se dice líder de la oposición pacta reformar la Constitución con Sánchez", lanzó.

Se esperaba un debate de guante blanco para dar luz verde a una "causa justa". Tanto PSOE como PP pidieron desde la tribuna alejar el histórico compromiso del sector de la discapacidad de la refriega política. En términos generales, sí fue un debate sosegado. Pero el ruego no terminó de calar y entraron en juego algunos factores disruptivos que empañaron en cierta medida la armonía que, por una vez, parecía respirarse en el Congreso. Mientras algunos de los socios del Ejecutivo han aprovechado la apertura del texto constitucional para reivindicar el "derecho a decidir", Vox ha optado por romper la unanimidad de la Cámara y acusar a Sánchez y Feijóo de utilizar a las personas discapacitadas "como mercancía" para "teatralizar una supuesta normalidad institucional" que, en su opinión, no existe.

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