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El avispero de Vox en Murcia: lío judicial y peleas en uno de los feudos de Abascal
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Tensión en el partido

El avispero de Vox en Murcia: lío judicial y peleas en uno de los feudos de Abascal

Una sentencia obliga al partido a readmitir a los tres diputados que fueron expulsados y que impidieron la moción de censura contra López Miras entre insultos y reproches cruzados: "Las ratas y los traidores jamás serán de Vox"

Foto: Santiago Abascal, durante un acto en Murcia. (EFE/Marcial Guillén)
Santiago Abascal, durante un acto en Murcia. (EFE/Marcial Guillén)
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La Región de Murcia es uno de los principales feudos de Vox. En las elecciones de noviembre de 2019 fue la fuerza más votada y el último Observatorio Electoral de El Confidencial apunta a que el liderazgo se mantiene y ya está en el 32% del electorado. La situación del partido en este territorio, sin embargo, dista mucho de la imagen de unión y estabilidad que se podría imaginar, sumido desde hace tiempo en una pelea a cara de perro con todos los ingredientes de la intriga política: división, mentiras, juegos de poder, denuncias y, sobre todo, un lío judicial que esta misma semana ha enredado aún más el culebrón. Una sentencia obliga a la formación a readmitir a los tres diputados que fueron expulsados hace un año y medio, lo que deja sin efecto la elección de la actual dirección regional, afín a Santiago Abascal, y abre una especie de vacío de poder en la comunidad. Lejos de solucionar el problema, el fallo ahonda en la bronca interna.

La resolución del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cartagena ha aumentado, si cabe, la tensión en el partido, con dos bandos completamente enfrentados y sin un horizonte claro de paz. Juan José Liarte, uno de los diputados laminados, relata a El Confidencial su alivio por la sentencia, que según él ha restituido en parte el "descrédito personal y profesional" que supuso la expulsión y lanza un mensaje a la dirección nacional para que recapacite. "Se ha demostrado que el expediente que nos abrieron fue en base a una mentira. Lo lógico es que el partido nos llame ahora. Nosotros tenemos voluntad de hablar", sostiene Liarte. Pero la realidad es que, vista la reacción inmediata de Vox Murcia, la llamada no se producirá: "Las ratas jamás serán de Vox".

Foto: El candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal. (EFE)

La frase, publicada en redes sociales, resume cuál es la temperatura tras conocerse la sentencia, aunque, para conocer el conflicto, hay que remontarse casi dos años atrás, cuando los diputados que ahora han ganado la primera batalla en los tribunales fueron fulminados de su condición de afiliados. El propio Liarte, Francisco Carrera y María Isabel Campuzano dejaron de ser parte del partido tras una polémica resolución del Comité de Garantías, en junio de 2020, aunque extrañamente continuaron con su actividad en el Parlamento bajo las mismas siglas junto a otro compañero.

placeholder Juan José Liarte, durante un pleno en el Parlamento de Murcia.
Juan José Liarte, durante un pleno en el Parlamento de Murcia.

La formación tomó la decisión tras el despido de cuatro trabajadores por parte del grupo parlamentario liderado por el portavoz Liarte, que además eliminó de sus cuentas a dirigentes nacionales. Los diputados aseguraron entonces que previamente habían enviado una carta a Abascal en la que señalaban que estos empleados no cumplían con su labor y actuaban como "comisarios políticos", habida cuenta de que cobraban un sueldo público, pero no atendían sus obligaciones en la Cámara de Murcia. La dirección nacional, sin embargo, consideró que habían maniobrado a sus espaldas y, tras una denuncia interna, procedió a su expulsión.

Financiación irregular

Vox Murcia, entonces controlado por una gestora, ya era un avispero sin visos de solución. Solo unos días antes de la resolución del Comité de Garantías, Liarte presentó en el juzgado una denuncia por presunta financiación irregular que todavía sigue pendiente y, por supuesto, sin cicatrizar. Pero lo más raro es que, al margen de los tribunales, la formación funcionó en todo momento como una especie de bicefalia, con el grupo parlamentario, por un lado, y el partido, por otro, como dos órganos independientes. Tanto que, en contra del criterio de la dirección, los tres diputados díscolos impidieron la moción de censura contra Fernando López Miras e incluso uno de ellos, Campuzano, asumió la Consejería de Educación y Cultura en el Gobierno regional. Los críticos han sido un apoyo fundamental para el PP.

Foto: El portavoz de Vox junto al consejero de Hacienda y Fernando López Miras. (EFE)

La dualidad se confirmó definitivamente en septiembre del mismo año 2020, cuando el que era presidente de la gestora impuesta por Abascal fue proclamado líder del partido al ser el único de los cuatro aspirantes que reunió los avales exigidos. También entre acusaciones de irregularidades, José Ángel Antelo, exjugador de baloncesto del UCAM Murcia, tomó oficialmente el control en plena guerra interna. Pero nada cambió y los enredos judiciales continuaron. El propio Antelo reaccionó a las acusaciones de Liarte y el pasado mes de abril acudieron al juzgado a un acto de conciliación previo a una demanda por calumnias que acabó sin acuerdo.

El enfrentamiento ha seguido abierto hasta ahora, cuando la decisión del juez plantea una suerte de vacío de poder y un futuro incierto. La sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, da la razón en primera instancia a los tres diputados y declara nulas tanto la resolución del Comité de Garantías como todas las que deriven de esa situación, por lo que la elección de Antelo como presidente tampoco tiene validez. El tribunal concluye que se vulneraron sus derechos de asociación y participación pública, por lo que exige que recuperen la condición de miembros de Vox a todos los efectos: "Obligando al demandado a reintegrar a los demandantes en su condición de afiliados del partido con todos los cargos y derechos que tenían antes de la resolución de expulsión". No obstante, el fallo no es definitivo y cabe recurso.

placeholder José Ángel Antelo, en un acto de Vox. (EFE/Marcial Guillén)
José Ángel Antelo, en un acto de Vox. (EFE/Marcial Guillén)

Desde Vox ya han anunciado que recurrirán la sentencia. La respuesta, no obstante, varía si se pregunta a la dirección nacional del partido o si se hace lo propio con la dirección en Murcia. En el equipo de Abascal son más cautos y explican a El Confidencial que no harán ninguna declaración hasta que la vicesecretaria jurídica de la formación, Marta Castro, analice el escrito y decida cómo actuar. El entorno de Antelo, en cambio, es mucho más beligerante. "Los lacayos de López Miras, las ratas y los traidores jamás serán de Vox", señalaron en su reacción en las redes sociales, donde también exigen un adelanto electoral.

Foto: Santiago Abascal, líder de Vox. (EFE/Emilio Naranjo) Opinión
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Liarte, que asegura que el grupo parlamentario ha seguido "los principios y el programa" de Vox en todo momento, detalla que pedirán la ejecución provisional de la sentencia. Al margen de conocer el desenlace, insiste en que el fallo puede ser un punto de inflexión para una tregua en el partido. "El gran ganador de este pleito puede ser Vox. Es una oportunidad para corregir errores que lastran el futuro y restablecer la concordia. Nosotros no tenemos ningún problema, lo tenemos con algunas personas", subraya el portavoz del grupo parlamentario a El Confidencial, en clara alusión a Antelo. Fuentes consultadas detallan que la situación a corto plazo será la misma y, al margen del enredo interno, el funcionamiento de la formación en Murcia y en el Parlamento no cambiará.

Primera fuerza en Murcia

El mayor temor en este momento es que la guerra interna afecte de alguna manera a los extraordinarios números de Santiago Abascal en Murcia. La última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial lo sitúa de nuevo como primera fuerza, con el 32% de los votos, lo que se traduciría en cuatro de los 10 escaños que se reparten en la región para el Congreso de los Diputados. El PP obtendría tres, el PSOE dos y Unidas Podemos uno.

En los comicios de noviembre de 2019, su irrupción ya fue notable. Si en las elecciones de abril fue el cuarto partido, solo unos meses después se elevó al primer puesto, con casi 200.000 papeletas, por encima de Pablo Casado (188.870) y Pedro Sánchez (176.426), que pasó de ser el más votado al tercer lugar. La incógnita es si a nivel regional mantendrán el tirón ante López Miras, especialmente por el lastre que supone todo este culebrón.

La Región de Murcia es uno de los principales feudos de Vox. En las elecciones de noviembre de 2019 fue la fuerza más votada y el último Observatorio Electoral de El Confidencial apunta a que el liderazgo se mantiene y ya está en el 32% del electorado. La situación del partido en este territorio, sin embargo, dista mucho de la imagen de unión y estabilidad que se podría imaginar, sumido desde hace tiempo en una pelea a cara de perro con todos los ingredientes de la intriga política: división, mentiras, juegos de poder, denuncias y, sobre todo, un lío judicial que esta misma semana ha enredado aún más el culebrón. Una sentencia obliga a la formación a readmitir a los tres diputados que fueron expulsados hace un año y medio, lo que deja sin efecto la elección de la actual dirección regional, afín a Santiago Abascal, y abre una especie de vacío de poder en la comunidad. Lejos de solucionar el problema, el fallo ahonda en la bronca interna.

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