Vox compromete la estabilidad del Gobierno en Baleares por la cuestión lingüística

Vox ya ha dejado claro en Baleares que la cuestión lingüística es una línea roja infranqueable. Y también que marcará el futuro del Gobierno de Marga Prohens. La estabilidad del Ejecutivo autonómico está comprometida apenas tres meses después de la investidura de la dirigente del PP, tras quedar en el aire los presupuestos del próximo año. La formación ultraconservadora votó este martes en contra del techo de gasto planteado por los populares para armar las cuentas de 2024, paso previo para su elaboración, enrabietada porque no apoyaron antes su propuesta para la libre elección de lengua en los colegios.

El Govern vivió su primera jornada crítica. El PP registró el lunes una serie de enmiendas al texto de Vox sobre la lengua, pero horas después presentaron algunas correcciones. Las modificaciones no entraron finalmente en el debate del Parlament, por lo que los populares se abstuvieron en la votación y la propuesta fue rechazada. El resultado provocó una respuesta airada de la formación ultraconservadora, que aprovechó la ocasión para marcar territorio ante sus socios y recordar, una vez más, que la cruzada contra la imposición del catalán es el eje de la legislatura en las islas.

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La cuestión lingüística es el principal caballo de batalla en Baleares. Los de Santiago Abascal ya han elevado el tono con cuestiones como la libre elección del idioma en los colegios, la llamada oficina lingüística y la exigencia de que el catalán no sea un requisito para los empleados públicos. El pasado mes de septiembre, de hecho, ya hubo un encontronazo significativo entre las dos formaciones de la derecha, cuando Vox presentó una propuesta para la creación de una oficina de libertad lingüística creada para blindar el uso del castellano en la Administración autonómica, con multas de hasta 100.000 euros. La medida no gustó al PP, que no había sido informado y exigió su retirada. La reclamación, no obstante, no ha sido atendida todavía.

La tensión era latente y este martes vivió un nuevo episodio. Vox ha comprometido la estabilidad del Gobierno de Prohens con un movimiento similar al que hizo en Andalucía antes del adelanto electoral de 2022 o en la Comunidad de Madrid y la capital. La formación ha bloqueado los presupuestos al tumbar el techo de gasto planteado por el PP, que ya ha advertido del peligro de esta situación. La portavoz adjunta del partido en el Parlament, Marga Durán, instó a su socio a "recapacitar" y decidir "si quiere estar con el Govern del cambio o votando con la izquierda". “Hemos sido coherentes, hemos demostrado la voluntad de cumplir los acuerdos de investidura, pero Vox quiere ir mucho más lejos y ya dijimos que tal y como se había presentado no podíamos votar a favor de su iniciativa”, dijo después del revuelo, tras advertir de que el techo de gasto es una cuestión clave para la aprobación de las cuentas.

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Vox, por su parte, confía en que el lío con sus enmiendas se quede en eso y el PP vote a favor cuando pueda presentar sus modificaciones al texto original. Y aunque evitó un mensaje beligerante o incendiario, sí recordó que sus votos son fundamentales para la viabilidad del Ejecutivo. "Tenemos un acuerdo de investidura con Prohens y esperamos que se sigan cumpliendo todos los puntos del acuerdo a lo largo de toda la legislatura", dijo la portavoz en la Cámara autonómica, Idoia Ribas. Fuentes de la formación apuntan que los próximos días continuarán negociando para sacar adelante un acuerdo sobre la libre elección de la lengua y, si se diera el caso, para aprobar los presupuestos del próximo año.

La cuestión lingüística

Vox ha hecho de la lengua su eje de acción en las islas. Fue el elemento que blindó en el acuerdo que suscribió con el PP para investir a Prohens y ha intentado marcar el paso a los populares con la presentación de múltiples propuestas y con declaraciones más o menos afortunadas, como, por ejemplo, cuando cargó contra el Estatut de Baleares por reconocer que el catalán es una lengua "propia" de las islas. "Es una construcción perversa y ficticia", criticó Ribas.

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Lo cierto es que el origen del conflicto que se ha saldado con el bloqueo de las cuentas no ha sido una cuestión de fondo, las dos formaciones acordaron que implantarían la libre elección de idioma en las aulas del archipiélago y el PP no se ha desmarcado de eso, sino de forma.

La formación ultraconservadora exigía en su proposición no de ley que el Govern implantase el curso que viene la libertad de elección de lengua en todos los niveles de Infantil y Primaria, es decir, hasta los 12 años. El PP, sin embargo, planteó que la medida debía desarrollarse de forma gradual, por las implicaciones que puede suponer dividir una clase en función del idioma elegido por los padres para matricular a sus hijos. Por eso, los populares propusieron una primera implantación hasta los ocho años, para después progresivamente abarcar más cursos.

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Es lo mismo que persigue Vox con la reclamación constante de eliminar la obligatoriedad del catalán en la función pública ―ya se ha aprobado en la Sanidad en un intento, entre otras cuestiones, de garantizar las plantillas de sanitarios en las islas―. Los populares comparten el espíritu de la medida, pero Prohens ya advirtió de que habrá que estudiar caso por caso, porque no es lo mismo un funcionario que atiende al público que otro que no lo hace. La dirigente reclamó un "bilingüismo cordial" y censuró a los partidos que buscan "hacer de la lengua un elemento de confrontación". El mensaje se podía interpretar como un aviso a las formaciones de izquierda y a Vox.

Ahora, la situación está en punto muerto. Los 25 diputados del PP están atados de pies y manos ante cualquier iniciativa si no incorpora los ocho parlamentarios de Vox. En Baleares, el acuerdo se limitó a un pacto programático, con los de Abascal presidiendo la Cámara regional y sin entrar en el Ejecutivo. “Hemos sido coherentes, hemos demostrado la voluntad de cumplir los acuerdos de investidura, pero Vox quiere ir mucho más lejos y ya dijimos que tal y como se había presentado no podíamos votar a favor de su iniciativa”, añadió Durán.