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Bronca y ladridos en Estrasburgo: Sánchez se lanza contra el PP Europeo para defender la amnistía
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Debate tenso y difícil de manejar

Bronca y ladridos en Estrasburgo: Sánchez se lanza contra el PP Europeo para defender la amnistía

Sánchez defiende la amnistía respondiendo directamente a Puigdemont y contraataca a los populares, especialmente a su líder, el alemán Manfred Weber

Foto: El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate en la Eurocámara. (EFE/EPA/Roland Wittek)
El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate en la Eurocámara. (EFE/EPA/Roland Wittek)
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Ha sido una sesión de ladridos. Animales, porque un perro guía ha comenzado a ladrar tras unas de las intervenciones y ha tenido que abandonar el hemiciclo, y humanos, porque los decibelios han subido mucho en un debate tenso, bronco y difícil de manejar. Con abucheos, señalamientos y palabras gruesas. Una sesión que debía servir para analizar junto con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, los hitos de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea que termina el 31 de diciembre, pero que ha acabado centrándose en la ley de amnistía.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha pasado la mayoría de la mañana encajando críticas de todos los frentes, desde los ultraconservadores, conservadores y liberales, refiriéndose sobre todo a la amnistía, como desde la bancada más izquierdista, pidiendo al líder socialista más ambición en la cuestión de Palestina e Israel. Incluso en algunos momentos, desde Los Verdes, familia política en la que está integrada Esquerra Republicana, ha recibido críticas el presidente del Gobierno, que, sin embargo, ha contado con el respaldo total de la familia socialdemócrata.

La sesión ha sido tensa hasta el punto de que la presidenta, Roberta Metsola, se ha visto obligada al final del debate a pedir que los miembros de la Cámara que respetaran “la dignidad” de la Cámara mientras Sánchez respondía a los eurodiputados que habían intervenido entre los abucheos de la bancada derechista y gritos de “Go home!”. Ha sido, además, la primera vez que públicamente Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat y líder de Junts per Catalunya, se ha dirigido en persona a Sánchez desde que huyó de España en 2017, lanzándole una advertencia sobre las consecuencias de incumplir las promesas alcanzadas en el marco de la investidura. Sin embargo, no hubo saludo ni choque de manos entre Puigdemont y Sánchez.

El gran choque ha sido entre el presidente del Gobierno y el líder del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber, que juega un papel fundamental en la estrategia de la internacionalización que lanzó Génova para oponerse a la amnistía. “No se puede prometer que no se dará una amnistía hasta tres días antes de las elecciones. Y luego darla. No se puede estar cinco años en el poder diciendo que una amnistía no es constitucional. Y luego darla. Es obvio: se trata de usted, de su carrera, y no de España o Europa”, le ha criticado Weber.

Foto: Carles Puigdemont comparece frente a Pedro Sánchez en el Parlamento Europeo esta mañana. (EFE/Ronald Wittek)

Sánchez ha armado su contraofensiva sobre una idea: España es un Estado de derecho y la extrema derecha “es la verdadera amenaza para la democracia y el proyecto europeo” y, por extensión, también lo son los partidos conservadores tradicionales que mantienen un “idilio” con los ultras. Por eso, el presidente del Gobierno ha centrado su respuesta en Weber, al que ha lanzado numerosas preguntas sobre si apoya las políticas de Vox. “¿Saben que están censurando conciertos, películas y obras de teatro a la vez que están recuperando nombres en las calles de nuestras ciudades de insignes personas vinculadas al régimen franquista? ¿Ese sería también su plan para Alemania, señor Weber, devolverle a las calles y plazas de Berlín el nombre de los líderes del Tercer Reich?”, ha respondido Sánchez en uno de los momentos más tensos del debate.

Sánchez ha asegurado que durante el debate se han expresado críticas “erróneas y maliciosas” y ha criticado que el Partido Popular siga bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), lo que considera un caso de “lawfare”. Dolors Montserrat, de los populares españoles, ha sido una de las voces más duras contra Sánchez durante la mañana ante lo que ha calificado de “infamia suprema”. “¿De verdad cree que unos meses más en la Moncloa compensan? (...) España no se rinde, de España no se ríe nadie, porque somos una gran nación, y por eso seguiremos diciendo no sin descanso a la amnistía. Es vender la dignidad de España por siete votos para gobernar: impunidad por poder”, ha asegurado Montserrat.

Unos ladridos se cuelan en la Eurocámara y desatan las risas.

Jorge Buxadé, eurodiputado de Vox, ha hablado por los Conservadores y Reformistas (ECR), ha hecho uno de los discursos más duros y tensos en la Eurocámara, señalando a Puigdemont, así como a los eurodiputados independentistas catalanes Toni Comín y Clara Ponsatí. “Su narcisismo ha arruinado la Presidencia española”, ha explicado el eurodiputado español, que ha asegurado que “carece de legitimidad”. “Para usted, lo que ayer era inconstitucional e ilegal, hoy es necesario” para pactar con “saqueadores y prófugos de la Justicia”, ha explicado Buxadé. Por su parte, Adrián Vázquez, de Ciudadanos, miembro de la familia de los liberales y una de las voces más activas contra la amnistía en Bruselas, ha acusado a Sánchez de hacer “lo que hace siempre, explicarnos unas prioridades que no son verdad porque las prioridades de verdad no las puede explicar”.

Objetivos de la presidencia

En su discurso, Sánchez ha recordado algunos de los principales puntos de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, recordando las prioridades que se marcó al inicio del semestre, como eran la reindustrialización de Europa y avanzar hacia la autonomía estratégica abierta, la transición ecológica, una “mayor justicia social y económica” y, por último, lograr una mayor unidad europea. También ha repasado los principales dosieres sobre los que se están trabajando, como, por ejemplo, el Pacto Migratorio, la reforma de las reglas fiscales o las ya concluidas negociaciones de inteligencia artificial.

Además, Sánchez, poco antes de que comience el Consejo Europeo en el que se discutirán, entre otros asuntos, la situación en Oriente Medio, ha hablado sobre la situación de Palestina. “Ha llegado la hora de abandonar el silencio y pronunciarse con la misma claridad y unidad sobre lo que está ocurriendo en Israel y Palestina. Si queremos que el mundo nos respete como un actor geopolítico consecuente y relevante, si queremos que nuestros ciudadanos se sientan orgullosos de nuestras acciones y vean que los valores europeos no son solo palabras, debemos hablar alto, claro y con una sola voz”.

Ha sido una sesión de ladridos. Animales, porque un perro guía ha comenzado a ladrar tras unas de las intervenciones y ha tenido que abandonar el hemiciclo, y humanos, porque los decibelios han subido mucho en un debate tenso, bronco y difícil de manejar. Con abucheos, señalamientos y palabras gruesas. Una sesión que debía servir para analizar junto con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, los hitos de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea que termina el 31 de diciembre, pero que ha acabado centrándose en la ley de amnistía.

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