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Sánchez da a Espadas el escaparate del Senado para plantar cara a Moreno en 2026
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Lo compatibilizará con la oposición andaluza

Sánchez da a Espadas el escaparate del Senado para plantar cara a Moreno en 2026

El cambio en la portavocía de la Cámara Alta completa la renovación del Gobierno y supone un premio a la fidelidad del andaluz. Tendrá más visibilidad frente a la estrategia del PP

Foto: Juan Espadas, en el Senado, tras su intervención en la Comisión General de las Comunidades Autónomas. (Europa Press/Fernando Sánchez)
Juan Espadas, en el Senado, tras su intervención en la Comisión General de las Comunidades Autónomas. (Europa Press/Fernando Sánchez)
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En los dos años y medio que Juan Espadas lleva como jefe del PSOE andaluz, hay una queja que es recurrente en su círculo más cercano. La dificultad que tiene para hacer llegar sus mensajes en medio de la luna de miel que viven Juanma Morenocon algún matiz— y los votantes andaluces. La mayoría absoluta que el barón popular logró en junio de 2022 profundizó en esa herida. Pero ahora ya no tendrá ese problema. O al menos lo paliará. El dirigente socialista será a partir de ahora el portavoz de su partido en el Senado, el campo de batalla donde el PP pretende aprovechar su mayoría absoluta y su poder territorial contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Y ese es el escaparate que pretende utilizar la formación para que Espadas coja vuelo y pueda plantar cara a Moreno en las elecciones autonómicas de 2026.

En el mensaje que ha enviado a los miembros del grupo parlamentario socialista en el Parlamento andaluz, el propio Espadas avanzó que su objetivo será "recuperar la confianza de los andaluces y el Gobierno de la Junta en 2026". "A ello dedicaré todo mi esfuerzo", reza el escrito, remitido poco después de conocerse el nombramiento en la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal celebrada este lunes en Madrid. Fuentes socialistas explican que ese es también el objetivo marcado por Pedro Sánchez en este momento, reforzar al líder de la federación más numerosa del partido para que tenga posibilidades de recuperar la Junta en las próximas autonómicas, para las que todavía faltan dos años y medio.

La sorpresa fue la reacción inicial, ya que solo unos pocos dirigentes estaban avisados del movimiento. Después llegó el mensaje del propio Espadas, que reconoce el foco que tendrá en el Senado por esa estrategia del PP de hacerle oposición a Sánchez. Y luego aparecieron las dudas. "Ser portavoz en el Senado no es ser senador, esto va de organizar las comisiones y estar pendiente de los temas", ilustra una fuente socialista. En el entorno del líder del PSOE andaluz, son conscientes de esta dificultad y de que Juanma Moreno la aprovechará para intentar erosionar la figura del líder de la oposición en la comunidad. También hay dudas sobre si el perfil de Espadas —moderado, con buen manejo en la gestión— es el mejor para el combate que se espera en la Cámara Alta. "Pero había que mover el tablero", justifica un dirigente del partido.

"Esto es como cuando en un partido de fútbol vas perdiendo 3-0 al descanso; hay que hacer cambios", abunda esta fuente, que además anticipa cambios en el organigrama del PSOE andaluz. Los movimientos en San Vicente —sede del partido en la comunidad— eran "necesarios", pero ahora la "coyuntura" de la elección de Espadas en el Senado obliga a acelerarlos. No está claro hacia dónde irán esos cambios, pero son obligados por la exigencia que tendrá la combinación de sus tareas en Madrid con la oposición en Andalucía desde el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento regional.

Foto: El secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, muestra un gráfico con la evolución del apoyo electoral desde que es secretario general. (EFE/José Manuel Vidal)

La decisión de Sánchez cuenta con el aval de los secretarios provinciales del PSOE andaluz, explica una fuente del partido, lo que aleja, por el momento, la tentación de mover la silla a Espadas, a pesar del runrún sobre su posible salida. No se puede obviar, no obstante, el horizonte de las elecciones europeas y la posibilidad de que el líder del PSOE andaluz fuera en la lista a Bruselas. El traje de eurodiputado le sienta bien, pero solo quedan cinco meses para la conformación de la candidatura y ese periodo se antoja corto para que el plan de Sánchez de elevar a Espadas dé sus frutos.

El exalcalde de Sevilla dejó el bastón de mando de la capital andaluza para disputar a Moreno la Junta y, sobre todo, desalojar a Susana Díaz del poder con la bendición de Sánchez, pero no se ha consolidado al frente del partido. Ahora intentará hacerlo con una mayor exposición mediática. "Está claro que necesitábamos algo distinto y esto lo es; tendrá foco nacional", señala un miembro de la dirección de Espadas. Desde Ferraz, explican que el objetivo es darle a Espadas la "proyección y el apoyo" que necesita para tener opciones en las próximas elecciones, aún lejanas. Ese intervalo de dos años y medio permite a Sánchez dar tiempo al político sevillano, aunque a nadie escapa que todavía habría tiempo para buscar una alternativa si la estrategia del Senado tampoco funciona.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, junto al secretario general del PSOE Andalucía, Juan Espadas, en un mitin reciente en Málaga. (EFE/Álvaro Cabrera)

Desde el PSOE andaluz, cuentan que el nombramiento se ha venido fraguando en los últimos días y forma parte del mismo paquete que la reestructuración del Gobierno tras la reelección de Sánchez. El nuevo gabinete cuenta con las mismas referencias andaluzas que había hasta ahora, María Jesús Montero, aunque elevada a vicepresidenta cuarta, y Luis Planas. Ambos estaban en el Ejecutivo que salió de la moción de censura de 2018, pero son cuota Sánchez y no una representación del PSOE andaluz, por más que estén plenamente identificados con la mayor federación del partido.

Premio a Espadas

"Es una forma de reconocer la fidelidad", apunta una fuente del PSOE andaluz, en referencia al apoyo mostrado por Espadas a Sánchez y sus decisiones, por más que haya cuadros y dirigentes de la federación que admiten que la amnistía no es un plato de buen gusto. "Todo por la gobernabilidad", resumía hace unas semanas un socialista con experiencia en la vida orgánica del partido. La apuesta de largo plazo de la Moncloa pasaba —y pasa— por esa agenda de la pacificación en Cataluña y la guinda final que esperan es la llegada de Salvador Illa a la Generalitat.

El foco hacia Cataluña ha provocado una cierta sensación de desatención en Andalucía. Y en el PSOE andaluz defienden que el resultado del partido en la comunidad más poblada del país, mejor del esperado, fue clave para que Sánchez lograse el resultado del 23-J, que le ha permitido aguantar y volver a ser presidente del Gobierno. La llegada de Espadas al Senado en sustitución de Eva Granados, una dirigente del PSC, es simbólica, pero las fuentes consultadas descartan que se trate de una compensación a la mayor federación del partido, donde milita uno de cada cuatro afiliados del PSOE. Eso sí, en San Vicente celebran la designación como "una buena noticia".

En los dos años y medio que Juan Espadas lleva como jefe del PSOE andaluz, hay una queja que es recurrente en su círculo más cercano. La dificultad que tiene para hacer llegar sus mensajes en medio de la luna de miel que viven Juanma Morenocon algún matiz— y los votantes andaluces. La mayoría absoluta que el barón popular logró en junio de 2022 profundizó en esa herida. Pero ahora ya no tendrá ese problema. O al menos lo paliará. El dirigente socialista será a partir de ahora el portavoz de su partido en el Senado, el campo de batalla donde el PP pretende aprovechar su mayoría absoluta y su poder territorial contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Y ese es el escaparate que pretende utilizar la formación para que Espadas coja vuelo y pueda plantar cara a Moreno en las elecciones autonómicas de 2026.

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