La Policía detiene a cinco implicados en el incendio de la discoteca de Murcia que mató a 13 personas

El incendio que el pasado 1 de octubre mató a 13 personas en unas discotecas de Murcia va teniendo consecuencias para sus presuntos culpables. La Policía ha detenido en las últimas semanas al menos a cinco personas por su implicación en los hechos y se esperan más arrestos en los próximos días, según avanzan a El Confidencial fuentes de la investigación. Estas actuaciones se producen a tenor del informe final de los hechos, que apunta a un error humano al manipular una máquina de frío en el local de ocio y a los malos sistema de evacuación como causas de la tragedia.

El pasado 10 de noviembre se conoció el arresto de los dos primeros, uno de ellos, el responsable de la discoteca, Daniel R. R. La segunda persona, arrestada a principios de este mes, es un individuo de 43 años que era el encargado de poner en marcha una máquina de frío en el establecimiento. Son unos artefactos que emiten una pirotecnia muy usada en los recintos de ocio para dar ambiente. El problema en este caso es que, a juicio de la Policía, ese fue el detonante del desastre posterior.

El resto de detenciones ha tenido lugar la semana pasada. Se trata del organizador de la fiesta, Carlos R. R., y la jefa del turno de noche de la discoteca Teatre, Eva María M. A. El quinto detenido hasta ahora es el responsable mercantil de la discoteca Teatre, Juan I. R. Este último es un conocido empresario de la zona dedicado al negocio del ocio. Otro de sus locales en Murcia, ubicado en la localidad de San Pedro de Pinatar, ardió en 2019 y siguió funcionando sin licencia. La tragedia de octubre sirvió para conocer que las discotecas donde se produjo el incendio tampoco tenían todos los permisos en regla. A pesar de ello, entre los objetivos policiales no se encuentra de momento ningún funcionario municipal.

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Tanto la discoteca Teatre como la sala contigua, llamada La Fonda Milagros, tenían que haber cesado su actividad hace más de un año y dejar de operar, ya que había una orden de ejecución de cierre que el local no cumplió. Ambos funcionaron "sin autorización desde la orden de cese de la actividad" que dictó el anterior Gobierno socialista, en enero de 2022. Correspondía a los servicios de inspección comprobar si se había llevado a cabo el cierre de los locales, y el Ayuntamiento de Murcia confirmó que la mercantil nunca obtuvo tampoco los permisos municipales para dividir su establecimiento en dos locales, Teatre y La Fonda.

El informe final del caso

Los trabajos de la Policía no han terminado y la nómina de detenidos se ampliará en los próximos días, según prevén los investigadores. La Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Murcia entregó hace días su informe final al juzgado que investiga las 13 muertes. Los investigadores han logrado establecer un relato de hechos sobre lo sucedido esa noche. El detonante fue el mal uso de la citada máquina de frío. La Policía habla abiertamente de una manipulación imprudente.

Eso provocó un incendio en la discoteca Teatre que se expandió a la sala contigua, La Fonda de los Milagros. Era en ese segundo establecimiento donde estaban los fallecidos. A pesar del incendio, la Policía cree que la catástrofe en vidas humanas no habría sido de tal magnitud de no ser por el fallido plan de emergencia. Los investigadores dan por probado que se incumplieron las medidas de alerta y evacuación y eso tuvo un impacto directo en el resultado final.

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En los primeros días tras el incendio, el abogado de la sala Fonda Milagros, Francisco Adán, negó que sobre el local pesara una orden de cese de actividad, en contra de lo afirmado por el ayuntamiento. Anticipó también que el fuego que originó el incendio se produjo en la discoteca anexa, Teatre, como acredita la Policía. Teatre era la discoteca original. Fue inaugurada hace unos 20 años con una decoración que simulaba un teatro clásico, con todas las estancias forradas con madera. Hace poco, un tercio de la superficie inicial se segregó para crear La Fonda, orientada al público latino. Aunque eran negocios distintos, se ubicaban dentro de la misma nave industrial y compartían los recubrimientos de material inflamable. Era prácticamente imposible que el fuego no pasara de una discoteca a otra.