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"Hay que bajar el diapasón": los nuevos ministros huyen de la bronca por los pactos
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"No somos gallos de pelea"

"Hay que bajar el diapasón": los nuevos ministros huyen de la bronca por los pactos

El Ejecutivo toma nota del discurso de Sánchez en su investidura, a pesar de que está diseñado para el choque, y pone ahora el foco en la gestión para intentar pasar página del conflicto provocado por la amnistía

Foto: Sánchez, junto a las vicepresidentas y ministros del Ejecutivo. (Europa Press/Eduardo Parra)
Sánchez, junto a las vicepresidentas y ministros del Ejecutivo. (Europa Press/Eduardo Parra)

"Se equivocan los que piensan que venimos a ser gallos de pelea". La frase de uno de los nuevos ministros del Gobierno de Pedro Sánchez deja claro cuál es la orientación que el propio presidente ha imprimido a su nuevo equipo, aunque la remodelación sea parcial y el gabinete esté diseñado para una legislatura de choque. La idea que han trasladado, en público y en privado, durante los actos de toma de posesión se resume en la intención de "bajar el diapasón", reducir los decibelios de un debate marcado por la crispación que han provocado los distintos acuerdos de investidura, con la ley de amnistía como principal exponente de ese generador de ruido constante.

En el discurso de casi dos horas que Sánchez declamó en su debate de investidura, comenzó poniendo el "muro" a la ultraderecha para después desgranar el plan que quiere desplegar desde la Moncloa en los próximos cuatro años. Solo en la segunda mitad aludió al perdón general a los implicados en el procés, aunque el trámite parlamentario de la norma hará imposible apagar este debate en los próximos meses. No es casualidad tampoco que Ferraz haya diseñado un plan para explicar, a través del poder territorial del PSOE, la medida. Pero nada mejor para apagar el runrún de los acuerdos con nacionalistas e independentistas que poner en marcha el Gobierno.

El primer Consejo de Ministros será este miércoles y apenas se conocen detalles. No se sabe si habrá una primera medida estrella después de meses en funciones. Pero los actos de traspaso de carteras han servido para destilar esta apuesta. "Yo vengo a gestionar", decía otra de las nuevas caras del gabinete. Los cinco ministros que se estrenan en el ala socialista —Óscar Puente, Ángel Víctor Torres, Elma Saiz, Ana Redondo y Jordi Hereu— tienen experiencia previa manejando presupuestos. Hay dos exalcaldes de grandes capitales, como Barcelona y Valladolid, un expresidente autonómico y dos exconcejales, una de las cuales (Saiz) ha sido también consejera autonómica.

Puente y Hereu además manejarán dos carteras con presupuestos abultados. El ex regidor de Valladolid encabeza Transportes, el ministerio inversor por excelencia que, además, cuenta con una gran capilaridad en los territorios. "Ya ha recibido llamadas de dirigentes territoriales del partido", apuntan desde el entorno del político castellanoleonés. Será difícil despojarse del peso de los acuerdos, ya que de él también depende el traspaso de Rodalies o el desarrollo de las Cercanías en Galicia mientras hay territorios, como Extremadura, que no figuran en los pactos, pero también tienen reclamaciones en infraestructuras que pueden provocar agravios si el foco se queda en las comunidades con partidos nacionalistas.

Foto: Pedro Sánchez, en la comparecencia este lunes en la Moncloa en la que anunció su nuevo Gobierno. (EFE/José Manuel Álvarez)

El entorno de Puente recuerda también cómo su apuesta por la transformación de Valladolid en materia de movilidad fue clave y es ese el bagaje con el que llega al nuevo departamento. "En España se entiende que el desarrollo depende mucho de las infraestructuras", explican desde la cúpula del nuevo equipo de Transportes. Jordi Hereu también manejará un presupuesto relevante en Industria y tendrá influencia, por ejemplo, en el sector automovilístico, embarcado en un proceso de reestructuración muy relacionado con la gestión de los fondos europeos Next Generation. Y eso se traduce después en puestos de trabajo en las zonas de influencia de un sector muy relevante para el país.

Pero no solo en los departamentos con capacidad inversora ponen el foco en la importancia de gestionar y de apostar por el diálogo. Ángel Víctor Torres será el encargado de la coordinación con los gobiernos autonómicos en un momento complejo para el PSOE. El PP controla 11 de las 17 regiones del país y Génova ha dado orden de utilizar su poder territorial para erosionar al Ejecutivo. Pero el expresidente canario tiene en mente utilizar su capacidad de diálogo, puesta en práctica durante años en el poder gracias a pactos de diversos colores. "En Canarias nunca ha habido mayorías absolutas", dijo el martes en su toma de posesión en la Delegación del Gobierno en Madrid.

El nuevo ministro de Política Territorial llega desde un territorio donde la crispación está lejos de la que se vive en Madrid en los últimos días. "Allí puedes ir al supermercado sin problemas", explican desde su entorno, mientras que otros compañeros del PSOE han admitido que tienen dificultades para hacer su vida cotidiana. En las últimas semanas, se han sucedido los ataques a sedes socialistas, pero el principal foco de las protestas sigue estando en la calle Ferraz. En el Gobierno, esperan que la presión vaya cayendo y confían en ello después de que el lunes, por primera vez, no fuera necesario cortar el tráfico en torno a la sede socialista. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid explican que han pasado a otras fórmulas, como recorrer en coche la zona tocando el claxon o hacer ruido con motos.

No obstante, casi nadie quería acordarse demasiado de estos asuntos en una jornada que, con las excepciones de Ione Belarra e Irene Montero, está marcada por la celebración. Desde Pilar Alegría explicando cómo sienta en un pueblo de poco más de 1.000 habitantes que hagan ministra a una oriunda del lugar hasta el hijo de Félix Bolaños jugando con la cartera de su padre. O las bromas de María Jesús Montero con José Luis Escrivá por sus confusiones pasadas con atriles y vasos de agua. El Gobierno quiere pasar página y alejar el punto de mira de sus pactos, pero esa tarea ya comenzará hoy, tras la primera reunión en la Moncloa.

"Se equivocan los que piensan que venimos a ser gallos de pelea". La frase de uno de los nuevos ministros del Gobierno de Pedro Sánchez deja claro cuál es la orientación que el propio presidente ha imprimido a su nuevo equipo, aunque la remodelación sea parcial y el gabinete esté diseñado para una legislatura de choque. La idea que han trasladado, en público y en privado, durante los actos de toma de posesión se resume en la intención de "bajar el diapasón", reducir los decibelios de un debate marcado por la crispación que han provocado los distintos acuerdos de investidura, con la ley de amnistía como principal exponente de ese generador de ruido constante.

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