El PP consagra a Feijóo como "líder de la resistencia" y busca prolongar la tensión social

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"Esto es una equivocación". La frase que pronunció Alberto Núñez Feijóo cuando estrechó la mano a Pedro Sánchez tras sacar adelante su investidura marcó oficialmente el inicio de su nueva etapa como líder de una oposición "dura" ante una legislatura "convulsa" por el encaje nacionalista. El dirigente popular se declaró "orgulloso" de ponerse al frente del bloque contrario al Gobierno, pero el partido debe enjuagar aún el "desánimo" de afrontar otro mandato socialista. El PP se prepara para una etapa "a cara de perro", en el que el perfil 'de Estado' quedará relegado por una ruptura total de los puentes con el PSOE. La formación se encomienda a Feijóo como la "única persona" capaz de "liderar la resistencia". Al menos, de momento.

El de la oposición no es un sitio precisamente cómodo para un político acostumbrado a las mayorías absolutas, y que desembarcó en Madrid por la práctica certeza de que volvería a llevar al PP a la Moncloa. Esa idea se mantuvo a flote durante más de un año, hasta los días previos al 23-J. El golpe de las urnas dejó al partido desorientado. Algunos cargos no se lo creyeron hasta que vieron a Francina Armengol ratificar la victoria de Sánchez el pasado jueves. "¿Cómo hemos llegado hasta aquí?", se preguntaban con cierto asombro. Pero el momento de "asumir la oposición" ha llegado, y la estrategia que diseñe la dirección de Génova se estima clave para garantizar a Feijóo una nueva oportunidad con las urnas. Sea en meses, o en años.

El líder popular tendrá oportunidad de exhibir ese nuevo perfil este mismo sábado, durante una nueva movilización contra la amnistía en Madrid. La convocatoria surge de organizaciones civiles, pero tanto Feijóo como Abascal estarán presentes en la madrileña plaza de Cibeles junto a su guardia pretoriana. Génova busca prolongar la tensión en la calle como vía de presión al nuevo Ejecutivo de coalición, marcado desde el minuto uno por sus polémicos tratos con Junts.

El PP quiere distanciarse de la hoja de ruta de Vox, marcada por las incendiarias protestas en Ferraz, y liderar una oposición "cívica" en la que cree que se encuentra la mayoría social y "constitucionalista" del país. Los de Santiago Abascal siguen adelante con su "noviembre nacional" apoyando todas las movilizaciones contra Sánchez, legales o no, pero llaman a continuar la marcha por Gran Vía hasta Ferraz para que ese malestar social vuelva a desembocar en la sede de los socialistas, donde los disturbios continúan noche tras noche.

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Aunque sabe que no podrá mantener a la opinión pública movilizada eternamente, el PP se ha tomado en serio la convocatoria de este sábado para tratar de igualar el hito que logró hace solo una semana, cuando rebosó la Puerta del Sol y aledaños con centenares de miles de personas —cerca de un millón según el PP, y 80.000 según la Delegación del Gobierno— y ha ordenado fletar autobuses desde las direcciones regionales para evitar que se apague ese clamor social. Este mismo sábado, Otegi ha convocado una manifestación en Bilbao para reivindicar la nación vasca y abrir "el debate territorial". El antídoto, inciden los populares, es responder colgando de nuevo el cartel de 'completo' en Madrid.

Feijóo estará de nuevo escoltado por diferentes presientes autonómicos, entre ellos Isabel Díaz Ayuso, lo que implica una doble lectura de puertas para adentro. El líder del partido tiene oportunidad de exhibir unidad interna pese al "fracaso" de la investidura y blindar su liderazgo en los años que se alargue su oposición a Sánchez. Este viernes, Mariano Rajoy trazó el camino a seguir y verbalizó un apoyo cerrado a Feijóo que expresa el sentir interno sobre el papel que debe desempeñar el dirigente gallego. "El PP es el mejor instrumento para dar respuesta política a esta situación y liderar la resistencia cívica al desafío planteado. Y Feijóo es la persona más preparada intelectual y políticamente para derribar ese muro de sectarismo. Es un líder indiscutible", sentenció.

Pese al resultado y la falta de apoyos para lograr una investidura, el líder popular "ha culminado dos meses muy positivos para su liderazgo"

Diferentes dirigentes del partido coinciden en el diagnóstico y apuntan que, pese a la derrota frente a Sánchez, Feijóo sale "reforzado" de todo este proceso y no existe contestación respecto a su idoneidad para el cargo de líder de la oposición. Pese al resultado y la falta de apoyos para lograr una investidura, el líder popular "ha culminado dos meses muy positivos para su liderazgo", inciden fuentes de la dirección popular, donde resaltan que el tono "contundente" que empleó el dirigente frente a Sánchez en el Congreso marcará la nueva etapa. "Debemos ser conscientes del momento en que nos encontramos. El PP debe ocupar un buen papel de oposición total y frontal para poder seguir representando a esa mayoría constitucional", inciden.

Remodelación inminente

Génova ha dilatado durante meses la remodelación interna que prometió el propio Alberto Núñez Feijóo para preparar orgánicamente la nueva etapa. Pero despejada la incógnita de la gobernabilidad de Sánchez, el tiempo apremia y el partido urge ya a su líder a que ejecute los cambios para pasar definitivamente página y, de paso, barrer la inquietud que se ha instalado en las filas populares a cuenta del hermetismo del gallego. "No lo va a consultar con nadie", inciden en su entorno.

En el entorno de Feijóo aseguran que, como mínimo, habrá que esperar hasta finales de la próxima semana para comenzar a aterrizar los nuevos nombres de la estructura de Génova, donde tiene especial relevancia los dirigentes que elija en las portavocías de Congreso y Senado, que servirán de altavoz para la oposición a Sánchez. El líder popular pide "sosiego" a un PP, como poco, nervioso por el encaje de bolillos que el mandatario gallego tiene en mente, y no descarta incluir en puestos de mando a dirigentes ajenos a las siglas del partido procedentes, por ejemplo, del think tank que inauguró el pasado mes de mayo.

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A. B. Ramos P. Gómez

La impermeabilidad de Feijóo en cuestiones orgánicas dificulta las quinielas internas, fuentes de la dirección apuntan a que, al menos en el caso del Congreso, el líder del PP elegirá a un portavoz "duro" para encauzar su intención de hacer oposición a Sánchez desde las trincheras. En este caso, Cuca Gamarra perdería la portavocía parlamentaria, pero también podría permanecer al frente de la secretaría general del partido como recompensa a los servicios prestados. Pero todas las fuentes coinciden. "Solo Feijóo sabe lo que va a pasar".