Una exvicepresidenta de la RFEF relata a la jueza de la Supercopa que Rubiales ocultó el pelotazo en Arabia

La ex vicepresidenta de Integridad de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ana Muñoz guardó silencio desde que dimitió en 2019. Su marcha se conoció justo después de la primera Supercopa de España en Arabia Saudí, pero esta directiva siempre pidió ser dueña de su silencio. Se lo advirtió a todo aquel que quisiera interpretarlo, incluso al propio presidente Luis Rubiales cuando desvinculó su marcha del pelotazo con Gerard Piqué y los árabes. Pero Ana Muñoz tomó la palabra este jueves y lo hizo ante la jueza que investiga las presuntas irregularidades de la Federación en el caso Supercopa Files, desvelado por El Confidencial. Y la exdirectiva detalló en sede judicial la opacidad que a su juicio rodeó aquel negocio, que incluyó una comisión de 24 millones, ahora bajo sospecha.

Es la primera persona en testificar en el juzgado por esta causa judicial, iniciada en junio del año pasado. Este diciembre está previsto que la jueza del caso, Delia Rodrigo, solicite una prórroga para seguir investigando. Se encuentra a la espera de recibir documentación, como una comisión rogatoria desde Andorra que arroje luz sobre el destino que siguieron los millones que se embolsó Piqué por mediar presuntamente entre Rubiales y los árabes. Ana Muñoz estaba citada como testigo a las 10:00 para dar cuenta de lo que ella vivió y durante más de dos horas estuvo contestando preguntas. Respondió a la Fiscalía, al resto de acusaciones y al abogado que defiende a Luis Rubiales.

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Según fuentes presentes en el interrogatorio, Muñoz explicó en varias ocasiones que no tuvo conocimiento de los detalles de la negociación entre Rubiales, Piqué y Arabia Saudí. Según ha narrado, el presidente y su abogado de confianza, Tomás González Cueto, la citaron el 26 de septiembre de 2019 y ahí le indicaron que el país árabe optaba a ser la sede de la Supercopa de España, pero que había otras opciones como Estados Unidos y Qatar. Según contó, ya en esa reunión ella avanzó su rechazo a un destino en el que no se respetan los derechos humanos. Lo que le contestó Rubiales es que Sergio Ramos —entonces capitán de la Selección— le había pedido un destino que no costase más de cinco horas en avión, según informan a El Confidencial fuentes presentes en el interrogatorio.

Muñoz dejó claro desde el principio que ella no asistiría a Arabia Saudí para no avalar la decisión con su presencia. Rubiales y Cueto le indicaron las ventajas económicas de la operación, pero nunca le mostraron el contrato, a pesar de que lo pidió. También dijo a la jueza que manifestó su oposición cuando se enteró de la participación de Piqué. Fue durante una junta celebrada en noviembre de 2019 y entonces el jugador todavía estaba en activo. La versión que ofreció Muñoz en el juzgado es que la Federación tiene potencial suficiente para negociar con cualquier institución sin necesidad de recurrir a intermediarios.

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Relató que a ella solo le mostraron tres folios escritos en inglés que ni siquiera contenían las cantidades económicas. En otro momento, dijo a la jueza que el ya ex secretario general de la RFEF Andreu Camps le afeó que hiciera preguntas inconvenientes. Según contó, cuando a ella le dijeron en septiembre por primera vez que Arabia Saudí era una opción, ya existía un compromiso firmado entre Rubiales y ese país sellado en el mes de abril. Ana Muñoz contestó también sobre el papel que jugaba el Comité de Ética de la Federación, integrado por tres personas ajenas a la entidad. Sus miembros también compartieron con ella la sensación de que su papel era irrelevante para la cúpula que encabezaba Luis Rubiales.

El Comité de Ética tampoco pudo ver el contrato con Arabia ni supo de la participación de Piqué, por lo que nunca pudo hacer un informe con el conocimiento real de los hechos. Cuando El Confidencial publicó las presuntas irregularidades de la operación de la Supercopa, Rubiales compareció en rueda de prensa y dijo que contaron con el aval del Comité de Ética. Los tres miembros de ese departamento terminaron dimitiendo varias semanas después de la disputa de la competición en Arabia.

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En un momento de su interrogatorio, una de las acusaciones personadas en el caso pidió permiso para mostrarle los contratos reales sellados entre la RFEF, la empresa de Piqué y Sela Sports, que es la firma pública que gestiona la compra de eventos deportivos para Arabia Saudí. Ana Muñoz confirmó en el juzgado que a ella nunca le habían mostrado esos documentos. Destacó a la magistrada que el contrato que materializó la relación entre la Federación, el exjugador culé y el país asiático tiene fecha del 11 de septiembre, semanas antes de la cita en la que Rubiales y su abogado le dijeron que había varios países interesados y Arabia solo era una opción.

Tampoco le informaron nunca de las reuniones que se llevaron a cabo en Barcelona y Londres para la venta de la competición. Muñoz expresó ante la investigadora y el fiscal que si hubiese tenido conocimiento entonces de los detalles, habría expresado sus dudas respecto al conflicto de intereses que provoca cerrar un acuerdo con comisiones con un jugador en activo.

Tal y como adelantó este periódico, Ana Muñoz desveló a la jueza en el interrogatorio que el principio del fin de su etapa en la Federación fue cuando Rubiales paró una sanción al jugador del Barça Sergio Busquets días antes de jugar un Clásico contra el Real Madrid. Añadió que se opuso a la presencia en la junta de la RFEF del directivo Andreu Subies, quien había sido detenido por corrupción, pero tampoco lo aceptaron. Se llegó a votar y fue la única que se mostró favorable a su marcha. Ahí comenzó a percibir que su nombramiento era una decisión cosmética, porque en la práctica sus decisiones no se tenían en cuenta. Este miércoles, durante más de dos horas, se lo contó todo a la jueza.