La clase media colombiana se enamora de España

Después de diez horas sobrevolando el atlántico, Camilo Novoa, de 32 años, acaba de desembarcar en el aeropuerto de Madrid Barajas con dos maletas en cada mano y el vértigo que produce empezar una nueva vida. Novoa es médico y consiguió trabajo en un centro de salud en Tarragona. Asegura que no migra porque Colombia no le dé oportunidades: "El problema es la cantidad de horas que dedico al trabajo por un salario muy bajo que se paga con una moneda cada vez más devaluada".

Migrar nunca es fácil, pero si pudieran, la mitad de los colombianos se irían de su país, según un estudio de la empresa de análisis Gallup realizado entre 1.200 ciudadanos. En una lista de 13 países de América Latina, el sondeo mostró que Colombia es el país donde la gente tiene más ganas de emigrar, seguido de República Dominicana (48%), Ecuador (47%) y Honduras (45%).

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Muchos ya lo han hecho. Solo en los primeros meses del año, salieron 507.000 colombianos, mientras que en 2022 hicieron lo propio en total unos 547.000, según el último reporte del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC). Esta cifra para los expertos es alarmante por razones muy diversas: la falta de oportunidades, la devaluación del peso o el miedo a las reformas del Gobierno de Gustavo Petro son algunas de las respuestas que dan los migrantes que están a punto de emprender su viaje.

El principal destino de los colombianos que salen del país en busca de una nueva vida es Estados Unidos y España. "Siempre será más fácil adaptarse a España que a Estados Unidos para un colombiano por su lengua y su cultura", asegura el director del CERAC, Jorge Restrepo.

Natalia Cabrera, de 28 años, llegó a Madrid en enero persiguiendo un sueño que tenía desde hace muchos años: migrar y crear una vida en España como publicista. "Decidí que Colombia no era mi lugar porque no me estaba dando el crecimiento profesional que quería", asegura esta bogotana que llevaba años viendo cómo muchos de sus referentes están triunfando en Madrid.

"No es una migración por necesidad, como se puede dar en una población mayor, sino que está en busca de mejor calidad de vida"

Así como Cabrera, otros 37.700 colombianos llegaron a España durante el segundo trimestre de 2023, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Realmente, el crecimiento poblacional de España se debe al incremento de inmigrantes. El INE ha publicado este martes que la población residente en España ha marcado "un máximo de la serie histórica": el 1 de julio llegó a 48.345.223, lo que supone un crecimiento de 537.611 personas en el segundo trimestre de 2023. Están llegando sobre todo colombianos. Su contribución casi dobla al siguiente, marroquíes (21.500) y españoles retornados o que acaban de lograr la nacionalidad (19.900).

En este momento, Álvaro Gómez, de 30 años, está haciendo las maletas para viajar a Madrid con su pareja en busca de una mejor calidad de vida. "Voy a probar unos años a ver cómo nos va", asegura el politólogo. Para Gómez, su deseo de migrar está motivado por la seguridad, el transporte y la sanidad de una ciudad como Madrid: "Colombia ahora mismo no me da lo que busco y no creo que eso cambie a corto plazo".

Hoy migran sobre todo personas de clase media alta, entre 25 y 35 años, con recursos para hacer una maestría y quedarse trabajando

Para Gómez, el perfil de colombianos como él que están migrando ahora es diferente al que migraba hace unos años por la violencia. En esto coincide el investigador de la Universidad Javeriana de Bogotá Jorge Restrepo, que explica que hoy migran sobre todo personas de clase media alta, entre 25 y 35 años (como los entrevistados en este reportaje) con los recursos suficientes para hacer una maestría en el exterior y después quedarse trabajando. "No es una migración por necesidad o supervivencia, como se puede dar en una población mayor, sino que está en busca de mejor calidad de vida".

Migrar es costoso, y este perfil de gente joven que se está yendo de Colombia es la más preparada y calificada. "Se van donde tienen redes de apoyo. España es una de las opciones favoritas", asegura Restrepo.

Daniela Camargo, de 28 años, trabaja en una empresa de servicios petroleros. Acaba de renunciar para ir a probar suerte a España con su pareja, que es madrileña. "No tiene nada que ver con Petro, yo estaba feliz, pero quiero mirar otros horizontes y ahora tengo la edad para hacerlo", afirma.

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Camargo no puede evitar pensar en el reto que se le viene. Aunque sabe que el idioma es una gran facilidad, explica resignada que de ahora en adelante siempre será migrante: "Lo más duro será aprender a vivir extrañando todo el rato".

Los jóvenes están en el grupo poblacional de los que más se les dificulta encontrar empleo en Colombia. En junio, el desempleo en el país llegó al 9,3%, y según los expertos, esta es una de las mayores razones para buscar nuevos horizontes.

Además, los colombianos también son la comunidad irregular más grande de España. Desde el 2015, cuando España quitó el requisito de la visa, muchos han entrado al país con un billete de avión y han decidido quedarse. Un informe de la Fundación PorCausa estima que actualmente hay 135.000 colombianos viviendo de manera irregular en España. "Esto ha aumentado un 8% en el último año", aclaran desde la Fundación.

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La experta en migraciones Cecilia Estrada Villaseñor explica que, cuando los países viven momentos convulsos, esto se puede ver reflejado en las solicitudes de asilo, como está sucediendo ahora. Colombia es el cuarto país del mundo que más solicita asilo en la Unión Europea. Sin embargo, solo el 55% de estas solicitudes son aceptadas: "Los colombianos que vinieron hace unos años han creado redes de buena acogida e integración que dan seguridad a los nuevos viajeros de que España es un país para crear un mejor futuro".

Colombia siempre ha sido un país de emigrantes, asegura Restrepo. El último antecedente que recuerda el experto con el que se puede comparar lo que está sucediendo ahora fueron los años 90, con el gobierno de Andrés Pastrana y los años duros de secuestros de las FARC. Ahora, una nueva oleada de colombianos hace que en las calles de España cada vez suenen más acentos y que cada vez haya más venta de arepas y aguardientes en los supermercados. "Me da muchísima felicidad cuando voy caminando por la calle y escucho a un colombiano. Aunque me pase muy a menudo, nunca deja de ser agradable", asegura Cabrera.