Díaz echa el resto en Madrid y renuncia a visitar las 4 CCAA en las que no sacará escaño

Yolanda Díaz proyectó actos en 11 comunidades autónomas en la campaña al 28-M, cuando Sumar ni siquiera se presentaba a las urnas, pero acudía en apoyo de sus aliados. De cara a las elecciones generales del 23-J, la candidata a la Moncloa rebaja esta cifra a 9, con dos paradas en Cataluña, una en la Comunidad Valenciana y otras dos en Andalucía. Con Madrid, la provincia que reparte más escaños (37), con un lugar destacado.

En el feudo de Más Madrid, que lleva la batuta de la campaña en la región, Díaz ya ha celebrado un acto sobre feminismo, prepara su mitin central este domingo, y volverá para el cierre de campaña, con los líderes de las fuerzas que sustentan la confluencia. Comunidades autónomas como Canarias, que sí visitó un par de días antes del arranque oficial de la campaña, quedan en manos de la caravana B. La encabeza el portavoz, Ernest Urtasun, pero también su principal rostro en materia económica, Nacho Álvarez, o el líder de Más País, Íñigo Errejón. Díaz esquiva las cuatro comunidades autónomas en las que, incluso el macro CIS de José Félix Tezanos, diagnostica que no lograrán un solo escaño.

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El sondeo publicado antes del arranque de la campaña electoral les daba una horquilla de entre 43 y 50 escaños, muy por encima de los números de las encuestas publicadas hasta la fecha. Incluso superando las estimaciones de Sumar, que defiende estar registrando un ligero crecimiento, y en batalla con otros partidos, sobre todo con el PP, por los últimos escaños en varias provincias. Sin embargo, al menos en La Rioja, Castilla-La Mancha, Extremadura, y Cantabria, todas excluidas de la gira de Díaz, no tienen posibilidades de sacar diputados. En esta última, el CIS alumbra que están entre cero y un escaño, pero la última encuesta publicada por El Confidencial les sitúa a varios miles de votos de lograrlos.

La candidata no pisará estos territorios, ni pasará por Ceuta y Melilla, donde tampoco cuenta con opciones, según las encuestas. En Castilla y León tiene algo más de margen, pero serán la caravana B y los candidatos locales quienes defiendan las siglas de Sumar en esta comunidad. También les tocará a ellos gestionar Murcia, Canarias y Asturias, donde sí lograrán representación, salvo hecatombe. En la anterior cita con las urnas fueron La Rioja, Canarias y Aragón los territorios en los que, pese a celebrarse elecciones autonómicas —y no solo municipales—, no contaron con la presencia de la vicepresidenta segunda.

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Además de Madrid, Díaz acudirá a Barcelona y Girona en la recta final de la campaña, y ya ha participado en actos en Sevilla, Cádiz, Valencia o Vitoria. Este domingo, en el acto central, reunirá a Mónica García e Íñigo Errejón con Isabel Serra, dirigente de Podemos, que mantiene una tensa relación con Más Madrid. No se ha dado una imagen similar en años. El lunes, en Navarra, coincidirá por primera vez sobre el escenario con la líder de Podemos, Ione Belarra, que no ha participado en un solo mitin hasta este sábado. En la campaña al 28-M, Díaz y Belarra ni siquiera llegaron a compartir escenario.

Hay cierto clima de pesimismo instalado en la izquierda a la izquierda del PSOE, especialmente visible desde la ya asumida derrota de Pedro Sánchez en el debate electoral con Alberto Núñez Feijóo. No han logrado colar nuevas propuestas en la agenda mediática de la primera semana de campaña, como si hicieran días atrás con la herencia universal de 20.000 euros, que tampoco convence a una parte de la izquierda. Aprobaron en el debate a 7, según su diagnóstico, y la vicepresidenta y su equipo llevan días preparándose para la batalla dialéctica del 19-J, con Sánchez y Santiago Abascal. Con la ausencia de Feijóo como elefante en la habitación.

En busca del golpe de efecto

En pleno ecuador de la campaña, en Sumar estudian posibles golpes de efecto que les permitan recuperar la iniciativa y les aporten oxígeno político, tras una semana marcada por la resaca del debate entre Sánchez y Feijóo, así como por la polémica sobre el voto por Correo. Hasta ahora, los fichajes y las propuestas programáticas han tenido un peso importante en su estrategia mediática.

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No hay más incorporaciones que anunciar para una campaña que enfila su recta final, y Sumar recurre al trabajo de voluntarios para hacer llamadas telefónicas y tratar de movilizar a la izquierda. O a un grupo de WhatsApp para difundir infografías y consignas, convencidos de que la red de mensajería les permite abordar a potenciales votantes a los que no llegarían por otras vías.

La consigna es obviar el ruido interno, centrarse en vender sus propias recetas y cargar contra PP y Vox, obviando cualquier cuestión que se salga de estos márgenes, salvo que claramente pueda reportarles algún rédito. Ni ha habido respuesta alguna a las cargas de profundidad de Pablo Iglesias, ni tampoco al hecho de que Irene Montero se deje querer por ERC, competidor electoral de los Comunes. Otra cosa es que escuezan, y mucho. Todas las cabezas están puestas en cómo impulsar la campaña.