La Fiscalía archiva las denuncias por 'chemtrails': "Es teoría de la conspiración"

La Fiscalía de Medio Ambiente de la Fiscalía Provincial de Barcelona ha comenzado a archivar las primeras diligencias de investigación abiertas tras la presentación, ante ese órgano, de varias denuncias por las estelas que provocan los aviones o chemtrails y que se vinculaban con una "supuesta manipulación de las nubes, para evitar que se produzcan precipitaciones con diferentes fines". El Ministerio Público argumenta que la teoría que sustentaba los escritos presentados por particulares está asociada a teorías conspirativas.

Los hechos descritos hubieran encajado, en caso de ser ciertos, con delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente previstos en los artículos 325 y siguientes del Código Penal. En distintos escritos, los fiscales consideran —sin embargo— que tienen nulo sustento científico. Recogen varios textos especializados en los que se relacionan los hechos objeto de las denuncias con la conocida como "teoría de la conspiración", y afirma que, en realidad, se trata de estelas producidas por los aviones en su vuelo, o de simples nubes.

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Para los denunciantes, durante el mes de abril y mayo de 2023, se observaron en el cielo de diversas localidades de la provincia de Barcelona estelas de avión que corresponderían a aparatos que "lanzan diversos elementos químicos sobre las nubes, con la finalidad de cambiar el clima mediante la reducción de las nubes y las correspondientes lluvias". La Fiscalía cita a la Agencia Estatal de Meteorología, que advirtió que "no se debe confundir la siembra de nubes y otras técnicas de modificación artificial del tiempo con las estelas de condensación de los aviones". "Las estelas de los aviones no son más que nubes de hielo con la apariencia de líneas largas que se forman al paso de la aeronave por condensación del vapor de agua cuando la atmósfera está suficientemente fría y húmeda", reproduce.

De acuerdo con dos informes de la Unidad Técnica de la Fiscalía de Sala de Medio Ambiente con información de la Policía Nacional y del organismo público Enaire, que es el principal proveedor de servicios de navegación aérea y de información aeronáutica en España del año 2019, las estelas se forman cuando los gases calientes de la combustión del queroseno, que expulsan los motores de las aeronaves, se congelan al entrar en contacto con el aire exterior (a una temperatura de unos 40 grados bajo cero) y se forman nubes de hielo, en forma de largas líneas.

Vapor de agua congelado

Los motores de avión emiten vapor de agua, dióxido de carbono, pequeñas cantidades de óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, monóxido de carbono, gases de azufre y partículas de hollín y metal. De todos estos gases, solo el vapor de agua es el relevante para la formación de las estelas. Cuando esos gases se mezclan con el aire circundante, se enfrían rápidamente y, si hay suficiente humedad en la atmósfera y la mezcla alcanza la saturación, se produce la condensación de vapor de agua, esto es, nubes de hielo, en forma de largas líneas. Una vez formada la estela, su evolución y permanencia en el cielo dependerá de las condiciones atmosféricas, como la temperatura y humedad del aire, así como de la cantidad de vapor de agua y de la temperatura de las emisiones. Eso hace que se vean más estelas unos días que otros o que los aviones puedan dejar de emitirlas si cambian de altura.

"Lanzan elementos químicos sobre las nubes con la finalidad de cambiar el clima mediante la reducción de las nubes y las lluvias"

"Generalmente, se forman por la condensación del vapor de agua contenido en las emisiones de los motores y, cuanto más alto es el vuelo, más posibilidad hay de que la zona esté suficientemente fría para que se produzca el fenómeno. Las estelas han aumentado con el paso de los años debido a que se ha incrementado también la altura de los vuelos comerciales, a lo que se suma el progresivo incremento del tráfico aéreo", cita.

La razón por la que las estelas se cruzan en ocasiones, incluso formando una malla en el cielo, se debe a la existencia de aerovías o autopistas del aire, donde se canaliza el tráfico aéreo. Es en los espacios cercanos a los aeropuertos donde mayor número de estelas se pueden encontrar, dado que es el lugar en el que existe una mayor circulación de aeronaves tanto en los despegues como en los aterrizajes.

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La existencia de afectaciones al medio ambiente provocadas por la circulación aérea está motivada por razones diferentes a las denunciadas, como sería el aumento de la cobertura nubosa por la formación en ocasiones de dichas nubes y su posible impacto en el aumento de la temperatura global, la emisión de gases de efecto invernadero originados en la combustión de los motores y la exposición al ruido de las aeronaves durante largos plazos, que nada tendría que ver con la formación de las estelas.

La Fiscalía recuerda que la comunidad científica ya ha refutado estas “teorías de la conspiración” al considerar que esas huellas en el cielo son estelas de condensación generadas por los aviones o simplemente nubes tipo cirrus formadas por pequeños cristales de hielo como los que forman los cirros cuando hay frío en altura. Como conclusión de todo lo anterior, los escritos rechazan que las estelas sean consecuencia de la emisión de ningún compuesto químico específico para perjudicar el medio ambiente, y, por lo tanto, "no puede considerarse que suponga un perjuicio grave para el equilibrio de los sistemas naturales o el medio ambiente".