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Marlaska pretende 'colar' a un mando afín en la cúpula de la Guardia Civil a 12 días del 23-J
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fue clave en el cese de pérez de los cobos

Marlaska pretende 'colar' a un mando afín en la cúpula de la Guardia Civil a 12 días del 23-J

El ministro del Interior quiere ascender a general al coronel David Blanes, que aceptó hacerse cargo de la Comandancia de Madrid en junio de 2020 después de que fuera cesado ilegalmente de ese puesto Diego Pérez de los Cobos

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en un acto del pasado 5 de julio. (EFE/Miguel Berrocal)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en un acto del pasado 5 de julio. (EFE/Miguel Berrocal)
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Fernando Grande-Marlaska ha decidido saltarse el código interno de la Guardia Civil para colocar a un mando afín en la cúpula del cuerpo justo antes del 23-J. El ministro del Interior pretende ascender a general esta misma semana al coronel David Blanes, el mando que aceptó hacerse cargo de la Comandancia de Madrid en junio de 2020, después de que fuera destituido ilegalmente de ese puesto el coronel Diego Pérez de los Cobos por negarse a filtrar al Gobierno información secreta de una causa judicial que afectaba a un dirigente del PSOE.

Antes de convertirse en jefe de la Comandancia de Madrid, Blanes era el encargado de la Unidad Fiscal y Aeroportuaria de Barajas. Durante su etapa en el aeródromo de la capital se produjo el llamado Delcygate, el aterrizaje en territorio español, sin autorización, de la vicepresidenta del régimen chavista de Venezuela, Delcy Rodríguez, un escándalo en el que se vio envuelto el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y que el Ejecutivo trató de ocultar a la opinión pública.

Foto: José Luis Ábalos, durante una sesión en el Senado. (EFE/Kiko Huesca)

La decisión de Marlaska, que previsiblemente se hará efectiva en el Consejo de Ministros de este martes, ha generado un enorme malestar entre sus miembros, porque implica una quiebra de los criterios de mérito y capacidad que rigen el funcionamiento de la institución. Para evitar la corrupción del sistema de ascensos, cada promoción de la Escuela de Oficiales es elegible para convertirse en general durante 12 meses naturales. El pasado 30 de junio acabó el turno de los coroneles de la generación XLIV y el 1 de julio se abrió la ventana para los aspirantes de la XLV.

Blanes pertenece a la promoción XLVI y no pasaría a ser seleccionable hasta el 1 de julio de 2024. Su ascenso a 12 días de un posible cambio de Gobierno supone relegar a todos los coroneles que forman parte de la promoción que le precede y, también, a aquellos de generaciones anteriores que siguen optando a un progreso de escala, entre ellos, el propio Pérez de los Cobos, que pertenece a la promoción XLII y logró la mejor calificación de su grupo hace dos años. Marlaska obvió su puntuación para impedir que llegara a general.

Para evitar la corrupción del sistema de ascensos, cada promoción es elegible para convertirse en general durante 12 meses naturales

La apuesta de Interior por Blanes también supone, precisamente, una quiebra del sistema de evaluación de los candidatos al ascenso, un modelo parecido al que se emplea en las Fuerzas Armadas y que tiene como propósito evitar la politización de la cúpula del cuerpo. El proceso de puntuación de los aspirantes consta de dos fases: una objetiva, en la que se examinan la experiencia, los destinos, los méritos y la formación académica; y otra fase subjetiva, en la que un grupo de generales o Junta de Evaluación pone nota a los candidatos en función de criterios individuales.

Blanes obtuvo una de las peores puntuaciones en la parte objetiva del proceso. De los 52 coroneles aspirantes, el jefe de la Comandancia de Madrid quedó en la posición 39, con una nota de 72,33 sobre un máximo de 100. Su resultado contrasta con el que obtuvieron coroneles postergados por Marlaska, como el primero de la lista, Pérez de los Cobos (89,07), Pedro Antonio Vargas Camacho (87,37), Miguel Salom Clotet (83,91), Francisco Fuentes Delgado (83,33) y José Félix González Román (82,38), entre otros.

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el coronel Diego Pérez de los Cobos. (EFE)

La puntuación objetiva de estos mandos es tan alta que Interior ha prohibido que participen en la fase subjetiva 16 de los mejor colocados por miedo a que la Junta de Evaluación apueste por alguno distinto a Blanes. Con todo, el coronel elegido por Marlaska ni siquiera ha obtenido una de las mejores calificaciones del grupo de 36 coroneles que ha podido realizar el concurso completo. El ministro socialista se ha saltado el examen de mérito y capacidad para premiar a su candidato.

Además de estar al frente de la unidad del aeropuerto de Barajas cuando tuvo lugar el Delcygate, Blanes permitió a Marlaska mantener durante unos días el engaño de que el cese de Pérez de los Cobos se había producido por una supuesta "reestructuración de equipos" para "darle un impulso a la Guardia Civil".

Interior contactó con varios coroneles para que alguno de ellos ocupara cuanto antes la vacante de Pérez de los Cobos y, de ese modo, poder mantener la versión de que se trataba de un relevo ordinario, enmarcado en un "proceso natural de sustitución". Sin embargo, todos los coroneles contactados por Malaska se negaron a ser cómplices del cese irregular, ocasionando un retraso en el nombramiento del nuevo jefe de la Comandancia que alimentó las especulaciones sobre los verdaderos motivos de la destitución.

Blanes permitió a Marlaska mantener el engaño de que el cese de Pérez de los Cobos se había producido por una "reestructuración de equipos"

En ese contexto de desesperación apareció Blanes. El mando ahora ascendido a general se convirtió en el salvavidas de Interior al aceptar la dirección de la Comandancia de Madrid, a pesar de que en ese momento solo era teniente coronel, un grado por debajo del preceptivo para desempeñar esa responsabilidad.

La realidad emergió poco después. Como adelantó El Confidencial en exclusiva, el 2 de junio de 2020, Interior reconoció por escrito que había cesado a Pérez de los Cobos por "no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de Policía Judicial, con fines de conocimiento".

En concreto, el Gobierno de Sánchez quería que el coronel le proporcionara datos sobre la evolución de la causa judicial que instruía en ese momento un juzgado de Madrid sobre las manifestaciones masivas que se celebraron en los primeros días de la pandemia de covid, en especial la del 8-M.

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El procedimiento ya apuntaba al entonces delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, el socialista José Manuel Franco, y al encargado de la gestión sanitaria del coronavirus, Fernando Simón. Pero Pérez de los Cobos se negó a facilitar al Ejecutivo de Sánchez información sobre las diligencias, porque estaban sujetas al secreto de las actuaciones y solo eran conocidas por los agentes del equipo investigador.

El pasado marzo, casi tres años después del cese, el Tribunal Supremo dictaminó que la decisión de Marlaska de apartar a Pérez de los Cobos de su puesto fue "ilegal" y que el trato que este recibió por parte de Interior "no es admisible", porque no tenía autorización para proporcionar datos de una investigación que dependía de una magistrada. El alto tribunal también resolvió que el ministerio tenía dos meses de plazo para restituir a Pérez de los Cobos en el puesto que ocupaba cuando fue destituido.

Para que su vuelta no se produjera antes de las generales, Interior tardó más de tres semanas en recoger la notificación del Supremo. El regreso del coronel a la jefatura de la Comandancia de Madrid tendrá lugar tras el 23-J. Allí debía coincidir con el jefe actual, el coronel Blanes, la misma persona que proporcionó una coartada a Marlaska para justificar su relevo. Con el ascenso de Blanes a general, el Gobierno evita que este tenga que pasar por el trago de cruzarse en un pasillo de la Comandancia con Pérez de los Cobos.

Fernando Grande-Marlaska ha decidido saltarse el código interno de la Guardia Civil para colocar a un mando afín en la cúpula del cuerpo justo antes del 23-J. El ministro del Interior pretende ascender a general esta misma semana al coronel David Blanes, el mando que aceptó hacerse cargo de la Comandancia de Madrid en junio de 2020, después de que fuera destituido ilegalmente de ese puesto el coronel Diego Pérez de los Cobos por negarse a filtrar al Gobierno información secreta de una causa judicial que afectaba a un dirigente del PSOE.

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