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El secretismo de Podemos con la reunión de su dirección desata los nervios en los territorios
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Negociaciones sobre Sumar

El secretismo de Podemos con la reunión de su dirección desata los nervios en los territorios

El Consejo Ciudadano tendrá lugar a 48 horas de que expire el plazo para registrar candidaturas y muchos dirigentes critican que no conocen las listas. La actitud que adopte Irene Montero, vetada por Sumar, será clave

Foto: La secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
La secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Podemos reúne este sábado a su Consejo Ciudadano Estatal ante la incertidumbre de dirigentes nacionales y regionales, que acudirán a esta cita a apenas 48 horas de que se cierre el plazo para registrar las listas para las elecciones del 23-J. Fuentes de la dirección sostienen que se trata de una convocatoria "políticamente necesaria" del máximo órgano del partido, que no se reúne desde un día antes de que Yolanda Díaz lanzara su candidatura a la Moncloa (abril) y que ni siquiera se ha convocado tras la debacle del 28-M, en la que los morados se extinguieron en buena parte del mapa autonómico y municipal. Varios territorios habían exigido esta cita, que llega una semana después de que la ejecutiva reclamara y obtuviera de la militancia plenos poderes para gestionar el pacto con Sumar, que la formación ha intentado enmendar tras firmarlo.

Hoy, desde distintos territorios, pero también dirigentes estatales, afirman desconocer los objetivos de la dirección en esta reunión, más allá de la evidencia de que es necesario debatir sobre las dos citas electorales, la pasada y la futura. Oficialmente, la cúpula morada ni siquiera desvela los nombres de los ocho candidatos al Congreso de los Diputados que gozarán de puestos de salida, aquellos que previsiblemente lograrán escaño, y que sí confirman fuerzas presentes en la negociación. Solo dos de ellos, Roberto Uriarte (primero por Álava) y Pilar Garrido (primera por Gipuzkoa) son externos al núcleo duro de Belarra, algo que ya genera malestar con su dirección. El resto de puestos, insisten, están incluso más abiertos a cambios, algo que niegan desde Sumar.

Foto: Yolanda Díaz durante un acto de Sumar. (EFE)

También guardan críticas para Díaz, a la que algunos dirigentes advierten de que está "incidiendo en el error de desmovilizar a las bases" moradas, "con el reparto de puestos secundarios". Y hay voces que siguen advirtiendo del fallo que supone prescindir de Irene Montero en las listas, un extremo que Sumar considera más que zanjado, pero que para varios dirigentes morados aboca a un aumento de la abstención: "Sin Irene, no hay Gobierno", resumen desde uno de los territorios.

"Formalmente", aclaran desde la cúpula, no hay "nada que refrendar", pero sí ven imprescindible debatir tras las negociaciones con Sumar, que aún hoy mantienen tensionada a la izquierda tras dos semanas de nervios, filtraciones y acusaciones. "Las listas se están terminando de hacer, habrá que informar", abunda otro dirigente. Hay quienes sugieren que Montero podría aprovechar para dar un paso al lado y asumir que quedará fuera de las listas, pero también quienes mantienen que, a pesar de lo tajante que se muestra públicamente Sumar, no se puede dar por hecha la muerte política de la todavía ministra de Igualdad. Son minoría, pero otros dirigentes advierten de que Podemos tiene la opción de salir de la confluencia, hiriendo de muerte a Sumar a última hora.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/Juanjo Martín)

El diagnóstico general, incluso entre quienes reconocen el enfado de la dirección con Díaz, es que no harán este movimiento: las encuestas de la Moncloa les daban entre un 5 y un 7% de los votos de concurrir por separado, afirma una veterana morada, pero esto fue antes del tsunami del 28-M. Es una vía muerta, insisten en la cúpula: han firmado e irán con Sumar, aunque seguirán reclamando la inclusión de la ministra de Igualdad. El reparto de puestos y de recursos (Podemos se lleva un 23% de las subvenciones del Ministerio del Interior) lo conoce en detalle la cúpula de Belarra, que fue quien manejó todos los resortes. Y la incertidumbre se extiende.

Por su parte, Montero lleva desde antes del 28-M desaparecida de la vida pública, sin entrevistas ni declaraciones a los medios de comunicación. Más allá de la comparecencia posterior a la consulta a la militancia, el pasado viernes, cuando leyó un discurso en una sede cerrada a los medios, Belarra tampoco ha tenido más agenda pública que un acto en su ministerio, un vídeo presionando al PSOE con las medidas a incluir en la prórroga del escudo social y una carta enviada de madrugada a sus militantes. Sin su rostro ni su voz.

Foto: Ione Belarra junto a Yolanda Díaz en una imagen de archivo. (EFE/Fernando Alvarado)

La cúpula pasó de salir en tromba a exigir su presencia en listas, con Pablo Iglesias al frente, a casi mantenerse en silencio. Ha habido presión de colectivos LGTBI en favor de Montero (algunos, alineados con los morados), pero no más comparecencias ante los medios. Fuentes de Sumar sostienen que no ha habido nuevas negociaciones sobre Montero, y recuerdan que esta opción ya no está sobre la mesa: "Tenemos a los mejores candidatos y candidatas", "estamos en otra fase", despejó el jueves el flamante portavoz de Sumar, Ernest Urtasun.

"La rabia que siente la militancia", la preocupación por las posiciones sobre el Sáhara del número dos de Díaz, Agustín Santos, o el hecho de que los fichajes anunciados sintonicen políticamente con el PSOE, más que con este espacio a la izquierda, son algunas de las inquietudes de dirigentes que, más allá de las presiones para confluir con Sumar, han cerrado filas en torno a la cúpula. Si la intención de la izquierda era dejar todo cerrado y registrado este viernes, todo el mundo da por hecho que las llamadas y los pulsos se extenderán, de nuevo, hasta el último día, el lunes. Inmediatamente después, tendrán que trabajar por ilusionar al electorado, algo que no han podido hacer en estas tres semanas, y que se antoja cada vez más difícil.

Podemos reúne este sábado a su Consejo Ciudadano Estatal ante la incertidumbre de dirigentes nacionales y regionales, que acudirán a esta cita a apenas 48 horas de que se cierre el plazo para registrar las listas para las elecciones del 23-J. Fuentes de la dirección sostienen que se trata de una convocatoria "políticamente necesaria" del máximo órgano del partido, que no se reúne desde un día antes de que Yolanda Díaz lanzara su candidatura a la Moncloa (abril) y que ni siquiera se ha convocado tras la debacle del 28-M, en la que los morados se extinguieron en buena parte del mapa autonómico y municipal. Varios territorios habían exigido esta cita, que llega una semana después de que la ejecutiva reclamara y obtuviera de la militancia plenos poderes para gestionar el pacto con Sumar, que la formación ha intentado enmendar tras firmarlo.

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